Capítulo XIV.

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(NARRA ILIANA) 

22 de diciembre. 

-Iliana no te lo vuelvo a repetir, baja a desayunar - repite mi madre por no se cuantas veces mientras se mueve por toda la casa. Me a llamado para que bajara hace media hora pero no me he movido. Y bueno ahora la tendré todo el día de mal humor. La veo apoyándose en el marco de la puerta con los brazos cruzados. 

- Ya voy - digo antes de que diga alguna otra cosa, se gira y desaparece. Me levanto de la cama, y salgo de mi habitación, bajo las escaleras despacio. 

Una vez que estoy abajo me encuentro en la cocina y mi hermano desayunando. Me siento en frente de él, cojo un croissant  y me lo llevo a la boca. Espero a que mi hermano me pida alguna disculpa, pero por desgracia él y yo hemos heredado el orgullo de papá. Me levanto y cojo un zumo de melocotón en la despensa, me vuelvo a sentar. En ese instante aparece mi madre y se sienta con nosotros. 

- Mamá - llamo su atención, ella me mira esperando a que siga - Bueno, todavía no nos hemos puesto de acuerdo, pero Jesús y yo queremos pasar juntos las navidades, y me gustaría que se viniera a Almería a pasar la noche vieja con la familia - le doy un sorbo al zumo nerviosa, esperando la respuesta de mi madre. 

- Claro, si Eva está de acuerdo - 

- Gracias mamá, te amo - me levanto y le lleno la cara de besos 

- Si Jesús va, María también, no va a ser menos - interrumpe mi hermano con un tono de voz que no me gusta nada. 

- Vale, pero ten cuidado a ver si de lo perra que es muerde - le miro atentamente a mi hermano satisfecha por lo que he dicho, sonrío. En medio segundo mi hermano se levanta y pone su mano con fuerza en mi cara, noto como pone sus manos en mis hombros y me empuja hacia atrás, caigo al suelo y me doy con el pomo de la puerta en la cabeza. 

- MANU - grita mi madre y corriendo se acerca a mí - ¿estás bien? - pregunta asustada 

- Sí mamá, solo a sido un golpe - me incorporo en el suelo y me llevo la mano detrás de la cabeza y toco donde a sido el porrazo - me va a salir un chichón como la casa de grande - mi madre sonríe, sus músculos se relajan. 

- Yo... lo siento - dice mi hermano preocupado - No era mi intenci... - 

- Olvídate de salir, y olvídate de que María pise esta casa - grita mi madre enfada hacia mi hermano - No quiero que salgas de tu habitación en un mes, tira - mi hermano agacha la cabeza, me mira y leo en sus labios otro lo siento. Escucho como sube las escaleras y segundos después cierra la puerta de su habitación. Me levanto del suelo. 

- Mamá yo también tengo la culpa, no tenía porque haber dicho eso de María - 

- Por eso estás castigada una semana, pero lo de tu hermano a sido grave - sale de la cocina y coge su teléfono. Me dejo caer en la silla y de mi boca sale un leve suspiro. 

Odio reconocer las cosas, pero esta vez tengo que hacerlo, si no hubiese dicho nada mi hermano no hubiese saltado como lo a echo. Pero tampoco han sido las formas adecuadas, me podía haber abierto la cabeza, y sin exagerar. Mi hermano nunca me había puesto una mano encima, pero me va a tener que pedir perdón por lo que a echo.  

Recojo la mesa y subo a mi habitación, cojo del armario unos leggins negros y una sudadera adidas roja y me visto. Una vez vestida cojo las adidas superstar, me siento en la cama y me las pongo. En ese instante me suene el móvil. Es Jesús. 

(LLAMADA)

- Buenos días - escucho al otro lado del teléfono - ¿qué estás haciendo? 

- Nada la verdad ¿por qué? 

- Ven a mi casa un momento - 

- No puedo - chasqueo la lengua - He discutido con mi hermano sobre el tema de María y hemos acabado los dos castigados  - 

- ¿Qué a pasado? - se preocupa 

- Nada, tonterías - miento 

- ¿Seguro? - 

- Mm sí, claro - digo nerviosa - Después hablamos, hasta luego, te quiero - 

- Te quiero - 

(FIN DE LA LLAMADA) 

Bueno no le he dicho del todo la verdad, y mejor así, porque como se entere se va a liar más y no quiero. Salgo de mi habitación para vaguear por la casa, pero me detengo cuando la puerta de la habitación de mi hermano se abre. 

- Manu, ¿podemos hablar? - pregunto y me llevo la mano a la boca para comerme las uñas 

- Tengo prisa - dice borde, gilipollas 

- Estamos castigados - voy tras él, abre la puerta y sale - ¡Manu! - grito, cierra la puerta. Lo primero, ¿dónde irá con tanta prisa? Seguro que a ver a María. Segundo, no hay segundo. Cuando venga mi madre de hacer la compra lo va a matar. 

... 

Como pipas mientras me entretengo viendo 'La que se avecina'. Suena mi móvil. Pongo en silencio la televisión con fastidio, cojo mi móvil, es Dani. 

(LLAMADA) 

- ¿Qué os pasa hoy a los Oviedo?  Os a dado por llamarme eeh - 

- Tienes que venir a mi casa - escucho su voz alterada 

- ¿Por qué? - 

- Ya, corre - cuelga 

(FIN DE LA LLAMADA)

Me levanto corriendo,  cojo las llaves de casa y corro hacia casa de Dani. Cada vez que me voy acercando me preocupo más. 

- Parad ya - escucho gritar a Dani, me paro en frente de la casa. Veo a mi hermano y Jesús pegándose. Dani intenta separarles pero no puede solo, entro al jardín. 

- Aléjate de mi hermana - grita mi hermano mientras intenta pegar a Jesús 

- Me alejaré cuando ella quiera - dice Jesús, coge fuerza y deja un puñetazo en la cara de mi hermano. 

- ¡Parad ya! - grito para que se separen pero no tiene resultado, mi desesperación aumenta, no se que hacer. Me acerco a ellos, cojo a mi hermano y lo empujo, me interpongo entre ellos. - ¿Qué haces? - le pregunto a mi hermano cabreada

- ¿Es qué no lo ves? Le voy a matar -  se acerca mi hermano a pegarle 

- Si le pegas a él, me pegas a mí - en ese instante frena y no quita su mirada de la mía. 

- Iliana mira por todo lo que te a echo pasar joder, mientras tu estabas desaparecida él se estaba liando con otra, cuando volviste lo siguió haciendo y no le importó una mierda, tú no estabas, pero yo lo vi como quedaba con ella, como le decía te quiero, y tu... - se calla, coge aire intenta decir algo pero se calla - Será mejor que me vaya - se da la vuelta y se aleja. Repito cada palabra que a dicho en mi cabeza. Y sin darme cuenta mis mejillas están mojadas. 

- Iliana - dice Jesús bajo, poniéndose en frente - Yo, no s... - otro silencio - Tu hermano tiene razón, será mejor que me aleje de ti - Al escuchar eso levanto rápidamente mi mirada. 

- ¿Qué dices? Jesús está todo bien, estamos bien - se dirige hacia la entrada de su casa - Yo te quiero - grito para que se detenga

- He sido un completo gilipollas, yo no te merezco Iliana, tú mereces alguien mucho mejor, lo siento - entra en su casa dándome la espalda sin mirarme a los ojos mientras decía esas palabras. 

- Jesús - me impulso y corro hacia la puerta, unas manos me detienen, me abraza. - Dani habla con él por favor, ayer lo solucionamos todo, todo está bien - digo mientras controlo mi respiración y me ahogo en un llanto. Dani me abraza aun más. 







Todo ha cambiado. |Jesús Oviedo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora