Apuesto a que no puedes... (cap.8)

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Tomé a Tegan por la nuca, haciendo que se levantara y guiándola a la cama, la empujé con suavidad y ella cayó recostada. Me posicioné sobre ella y comenzé a acariciar sus pechos por sobre su bluza mientras besaba y mordía su cuello. Ni siquiera un sólo gemido salía de su preciosa boca.
La ropa era sólo un obstáculo entre la apuesta y yo, por lo tanto, quité su polera y su pantalón prácticamente de un sólo tirón.

Me di la vuelta y dedicando una mirada pícara me fuí al closet y saque una bufanda que tenía guardada, me acerqué a Tegan y le dije:

-Dame las manos.- Aún con la sonrisa pícara.

-Que harás?- Me dio las manos lentamente mientras no dejaba de mirarme.

-Sólo dame las manos idiota.-

-Okey, pero sincroniza el cronómetro por favor, recuerda... Sólo 25 minutos.

Le hize caso y programe el móvil para que en 25 minutos sonara, si yo no lograba hacerla gemir hasta entonces, perdería.

Amarré las manos de Tegan sobre su cabeza, atando la bufanda en el cabezal de la cama. Luego de eso me acerqué a su boca dejando un rápido beso sobre sus labios. Me levanté de la cama y fuí a la nevera a buscar un cubito de hielo, volví a la habitación y me subí sobre mi ella poniendo mis piernas una a cada lado de su cadera.

Puse el cubito en su abdomen y enseguida se estremeció arqueando su espalda, quiso gemir, pero recordó la apuesta y nose de donde sacó fuerzas pero evitó el gemido.
Quité su sostén y comenzé a jugar con el cubito en sus pezones.

Su piel erizada.
Su espalda arqueada.
Sus dientes mordiendo su labio inferior.
Todo era perfecto.

El hielo se derritió por completo y faltaban 13 minutos para que el cronómetro llegara a 00:00 así que le dispuse a terminar con esto.
Deslizé sus bragas con mis dientes hasta sus tobillos.
Comenzé a dar húmedos besos por todo el muslo izquierdo de Tegan, y luego por el derecho. Cada vez que mi boca rozaba su entrepierna, su espalda se arqueaba. Ella estaba muy húmeda, y su respiración agitada hacía que me excite cada vez más.

10 minutos...

Quería hacerla disfrutar ya mismo, pero la iba a hacer desear... Mis labios empezaron a besar su intimidad, eran besos cortos, que hacían a Tegan retorcerse de placer. La entretuve con esos besos por unos cuantos minutos.

6 minutos...

-Sa... Sara...por favor...- Su voz sonaba ronca, estaba muy agitada.

-Eso se puede considerar como un gemido?.- Detuve lo que estaba haciendo... No puede ser que este momento se termine tan rápido.

-N...No, no lo fue. Solo...-

4 minutos...

-Sabes que Tegan? Ahora vengo.-

-Que!? A donde vas Sara!?- Soy tan mala que debía hacerla desear, la haría desear.

Narra Tegan:

A donde va? No me puede dejar así!
La vi salir de la habitación, es curioso que acabara desnuda y con las manos atadadas por culpa de mi hermana.

2 minutos...

-Sara! Sólo 2 minutos!- Grité porque no sabía donde estaba.

-Aguarda idiota ya voy!- Escuchaba sus pasos acercándose a la cama. -Nunca vi a alguien tan ansiosa por que su hermana la haga gemir...-

-No me reproches así, que tu tampoco te negaste... Que tienes en la mano?-

-Shh... Te va a gustar.-

Tan Prohibido (Quincest)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora