La brisa chocaba contra mi cara y ondeaba mi pelo hacia atrás a la vez que notaba como se me clavaban pequeñas piedras en mis rodillas. Suspiré, me encantaba estar así. Me hace sentir yo. Encontrarme.
Recuerdos venían a mi mente como estrellas fugaces que iban y venían; risas, llanto, alegría, amor, tristeza... pero sobre todo, felicidad.
Y pensaréis ''¿felicidad? ¿como va a ser feliz después de lo que ha pasado?''
Pues si, soy feliz y fui feliz. ¿Por qué? Porque sigo aquí, y por como he madurado. Me asusta el futuro, como a la mayoría de las personas, pero hay que aprovechar el momento porque la felicidad es algo efímero y en cuanto menos te lo esperas se va.
Para mí, la felicidad es cualquier cosa, porque todo te puede hacer feliz por un momento como por ejemplo ver una flor florecer, escuchar el ruido de la lluvia o simplemente observar las hojas de un árbol caer en otoño. No se puede ser feliz siempre, pero al menos disfrutar de esos momentos y buscar las cosas que te hacen sonreír, y eso me he propuesto.
Me levanté y miré al horizonte, tan lejos pero a la vez lo sentía cerca. Respiré hondo y me adentré otra vez en la maleza del bosque para volver a la realidad.
-¡Eve! ¿Dónde estabas?- vi un pelo rosa acercarse, parecía algodón de azúcar.
-Ah, perdón, fui a dar una vuelta.- sonreí inocente.
-Bueno, no te preocupes, te estábamos esperando.
Haciendo un resumen general de ese día, volví a ver a todos mis amigos, acababa de volver de rehabilitación, ya no estaba en el hospital y me sentía libre.
Nayla y Mitch habían hecho su relación seria, lo cual me alegraba, pero parecían dos babosas. Los demás no tenían nada nuevo, o al menos que yo sepa.
Durante la ''fiesta de bienvenida'' me quedé sentada en el sofá viendo como los demás bebían. Me habían prohibido beber durante unos meses y totalmente prohibido acercarme a un cigarro. Pero yo vivía al límite.
Me salí de la casa en la que estábamos y me alejé para fumarme un cigarro. De repente, sentí un escalofrío por la espalda y al girarme vi a alguien llamándome. Me aproximé levemente y lo que vi me dejó de piedra.
¿Chris?
¿Ese era mi Christian?
Salí corriendo a lanzarme en sus brazos y vi como me desvanecía a la vez que caía en los brazos de Jack, no de Chris. Tardé poco en despertarme debido a que fue de la impresión, y luego me enteré de que fue una simple ilusión, nunca me había sentido tan mal.
Cuando volví a casa me metí en la comodidad de mi cama para dejar las lágrimas salir después de mucho tiempo, por el simple recuerdo de Chris. Yo misma me sorprendí y me las limpié asustada, pero la verdad no se podía negar.
Estaba enamorada de Chris, y me moría por verle de nuevo, aunque era obvio que no lo haría en mucho tiempo, demasiado diría.
Ahora me quedaba en casa de Nayla a dormir, era todavía vacaciones de verano, así que se aprovechaban. Me recomendó el médico al menos no ir el primer mes de instituto, para que me diese tiempo a acostumbrarme a los efectos de las nuevas pastillas y sentirme a gusto.
Todo esto era muy raro, pero tenía que acostumbrarme por haber hecho lo que hice.
Intentar terminar con mi vida.
Es duro pero así son las rehabilitaciones.
***
VOLVÍ BBÉS.
Sí, he vuelto para dar por culo subiendo mucho.
La cabeza me bombardea con ideas para esta novela y estoy deseando enseñároslas, a ver si os gusta como va la historia.
Muchísimas gracias por leer.
~Haru.
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Crash.
Teen FictionEvelyn, una chica normal con 2 amigos; Chris y Nayla. Más adelante Chris descubrirá sentimientos que jamás pensó sentir hacia su mejor amiga Evelyn, ella también sentirá eso y serán felices, pero dicen que todo lo bueno tiene su fin... Te encontrará...