Depresión.
Era la única palabra que pasaba por mi mente en esos momentos. Mi depresión. No es solamente por el tema Chris, yo ya llevaba mucho tiempo así, sólo que lo de él ha sido como el empuje para hacerme darme cuenta de mi situación.
Llevo tanto tiempo en la oscuridad de mi habitación que empieza a cansar. Me levanto para ir al baño y mirarme al espejo. Estoy horrible. Ojeras que por poco y me llegan al subsuelo, cicatrices por todas partes, los ojos rojos e hinchados, el pelo hecho un ovillo y una delgadez que nunca creí tener. Noté como me rugía el estómago y me llevé una mano a este, mi cabeza también empezó a darme punzadas y me llevé la otra mano a esta. Noté que me llamaba mi madre.
-Hija... ¿piensas salir en algún momento?
-...- no respondí.
-Voy a salir a comprar, no tardo mucho...-Le dí un golpe a la puerta para que supiera que me he enterado. Escuché pasos alejarse y abrirse la puerta de entrada. Decidí que no pasaría nada por salir un momento, me dolía todo demasiado y necesitaba tomarme algo.
Bajé las escaleras con cautela y llegué a la cocina, abrí el frigorífico y saqué un plato de pasta que había, lo metí en el microondas y me lo comí. Cuando terminé cojí una pastilla para la cabeza, me la tomé y subí a arreglarme. Sí, iba a salir después de tanto tiempo, necesitaba aire fresco.
Me puse unos pitillos negros, una camiseta de Pierce the veil y unas lonetas blancas, me peiné pero no me maquillé. Bajé otra vez y salí por la puerta, miré hacia el cielo, estaba precioso. Que bien se sentía salir despues de tanto tiempo. Un mes, para ser exactos. Seguía sin saber nada sobre Nayla, estaba desaparecida del mapa. Le dí la vuelta a la casa y coloqué una escalera que tenemos en el armario del patio y la colqué en mi ventana para luego subir, no quería que mi madre supiera que había salido.
Fui hasta el parque que me cogía mas cerca de mi casa, me senté en un banco y observé a los niños pequeños jugar. Sin complicaciones, solamente pensando en disfrutar. Como desearía volver a ser un niño. A lo lejos ví algo, o mas bien a alguien. Jack... Estaba con todos los chicos, incluida Nayla. No quería que me viesen, no quiero dar explicaciones. Salí corriendo otra vez a mi casa, me apoyé en el árbol que tenemos en el patio y me paré a pensar en todo lo que había pasado hasta ahora. Desde que conocí a Nayla...Chris...Cuando me corté por primera vez...Cuando se declaró...El cumpleaños de Chris...Mi cumpleaños... Y todo esto me hizo caer en la cuenta del giro que había dado mi vida. Pensé también en John, Alex y Dany, ¿que será de ellos? A John y a Alex los he visto pero a Dany...Solamente en el cumpleaños de Chris.
Después de tanta reflexión me levanté y subí por las escaleras para entrar en mi habitación. Me tiré en la cama y miré mi calendario, acababa de caer en la cuenta de que ya había pasado el cumpleaños de Nayla...¿Como pude ser tan estúpida de no haberle dicho nada? Cogí el móvil que lo tenía apagado desde que me encerré y le mandé un mensaje.
*Mensajes*
-Nayla...Siento no haberte felicitado por tu cumpleaños, por eso lo hago ahora. Felicidades atrasadas, aunque no quieras saber nada de mi me sigues importando y lo que te dije no lo dije pensando.
-Oh por dios Evelyn... ¿como es que te ha dado ahora por coger el móvil? Mejor ni me lo digas, sabes, creía que ya no me querías en tu vida. A mi también me importas, amiga. Todos estamos preocupados por ti, aunque creas que no te queremos y estamos para todo contigo. Gracias por felicitarme.<3
*Fin de los mensajes*
No tenía pensado salir más así que decidí no responderle para no alentarla. Me cambié otra vez de ropa y me volví a tirar en la cama. Dormí un rato para olvidarme de todo.
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Crash.
Teen FictionEvelyn, una chica normal con 2 amigos; Chris y Nayla. Más adelante Chris descubrirá sentimientos que jamás pensó sentir hacia su mejor amiga Evelyn, ella también sentirá eso y serán felices, pero dicen que todo lo bueno tiene su fin... Te encontrará...