Noté que una luz apuntaba a mis parpados, y molestaba. Agudicé el oído y escuché unos leves pitidos, también noté que había algo puesto en mis brazos, como cables. Intenté abrir los ojos pero al hacerlo muy rápido la luz me cegó y tuve que volver a cerrarlos, los volví a abrir esta vez mas despacio y pude ver bien.
Parpadeé y me fijé en mis brazos, efectivamente tenía cables por todos lados. Unas vendas enormes cubrían mis muñecas, giré la cabeza y vi un monitor de pulsaciones, deduje que estaba en un hospital. Las visiones del día anterior me vinieron de golpe y no pude evitar que mis ojos se aguasen.
-Evelyn, al fin despiertas.- dijo una voz ronca, miré a mi lado derecho y vi a un doctor de pelo gris y bastante mayor.- ¿cómo te encuentras?- me incorporé y me froté con mis manos los ojos.
-Ni yo lo sé.- lo miré con indiferencia y me volví a tumbar mirando a la ventana.
-Bueno, Evelyn, sabemos de tu situación, sabemos tus antecedentes y también que tu madre contrató una psicóloga para ayudarte, por eso nosotros aquí te vamos a asignar a una mujer que te va a ayudar mejor con tus problemas.
-Nadie me puede ayudar.
-¡Claro que sí! He visto casos peores, y lo tuyo no es nada comparado, te aseguro que mejorarás.
Ojalá...
Llamaron a la puerta y el doctor se asomó a la puerta.
-¿Está despierta? ¿Como se encuentra? ¿Puedo pasar?- escuché una voz masculina muy atropellada y jadeante.
-Tranquilo chico, puedes pasar, pero durante poco tiempo, ahora vendrá otra médica a hablar con ella.
-Muchas gracias doctor.
La puerta se abrió de nuevo y vi a Jack despeinado y con los ojos rojos e hinchados. Se me lanzó encima con cuidado de los cables y me abrazó fuertemente.
-Idiota...
-Yo también te quiero.- reí leve.
-¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué no hablaste conmigo? ¿Por qué...
-Sh, Jack, pregunta por pregunta.
-Vale, ¿por qué lo hiciste? - bajé la mirada e hice una mueca.
-Es...complicado. Estaba desesperada, sólo quería que todo esto terminase.
-Evelyn...no sé que habría hecho si te me hubieses ido, te he necesitado tanto.- me volvió a abrazar mientras escuchaba sollozos.
-Está bien Jack, no lo volveré a hacer...- en eso no mentía, me sentía fatal pero puede que hubiera salida, y ver a Jack así me partió el alma.
Otra vez la puerta se abrió y nos dejó ver a una mujer jovencita, de unos treinta y pocos, con el pelo recogido en un moño mal hecho y unos mechones pelirrojos que caían por su cara, era bastante guapa.
-Buenos días, perdón por interrumpir pero necesito hablar con la señorita Evelyn.
-Evelyn sólo, por favor.- sonreí.
-De acuerdo.
Jack me miró y yo asentí, él salió indicandome que esperaría afuera.
-Evelyn, como sabrás vengo a acerte unas preguntas.
-Sí.- me aclaré la garganta y me senté en el borde dde la camilla con las manos entrelazadas en mi regazo.
-Vale, necesito que me respondas con total sinceridad, si alguna pregunta es demasiado fuerte para usted por favor hágamelo saber.
-Ajá.
-¿Desde cuanto se autoflagela?
-Desde septiembre o así, unos - conté con los dedos.- 3, 4 meses.
-¿Por qué empezó?- tragué fuerte, me puse unos mechones de pelo detrás de la oreja, nerviosa.
-Porque... me hacían bullying y me odiaba a mi misma.
-Se podría decir que las palabras que le decían durante el acoso se las acabó creyendo de su persona.
-Sí, se podría decir así...
-¿Por qué se encerró en su habitación durante más de mes y medio?
-Porque lo estaba pasando muy mal, me sentía rota, destrozada, y no encontré otra forma de intentar mejorar.
-¿Nunca pensó en pedir ayuda?
-No...no quería que pensasen que estoy loca.
-Eso no es de estar loca.
-Es de no tener una buena salud mental.- dije obvia. Ella suspiró.
-¿Por qué se intentó suicidar?
-Básicamente por lo mismo que por lo que me encerré, yo no quería morir.
-¿Entonces?
-Sólo quería matar el dolor.- anotó unas cosas en su libreta que no alcancé a ver.
-Tendrás que venir a terapia todos los días hasta que yo avise.- abrí la boca para replicar peor ella ya se había ido, y yo sin saber el nombre de la mujer que me iba a tratar.
Me volví a quedar dormida mirando a la ventana, sin nada que hacer y sin nadie con quien hablar.
Empecé a sentir movimiento en la camilla y unos leves sollozos. Abrí los ojos y vi a Nayla, apoyada en mi regazo golpeando la camilla y a mi madre sentada al lado dormida. Miré el reloj y eran pasadas las 10 de la noche.
Acaricié el cabello de Nayla que ahora estaba de un tono mas rosa y le quedaba precioso. La aludida lecantó la cabeza y al igual que Jack en la mañana, se me lanzó a abrazarme.
-¡Eres imbécil!
-Ya lo sé...
-¡Deberías haberme hablado!
-Lo sé...
-¡Debería haber estado allí siempre!
-Eh, eso no fue tu culpa, yo te eché.
-Pero aún así...- me miró haciendo pucheros y le tiré del cachete.
-Mi pequeña neko.- sonrió por el apodo que teníamos desde los 10 años.
-¿Que tal estás?
-Más o menos.
-¿Vas a ir a terapia no?
-Sí...necesito mejorar.
-Así me gusta.- me dio un golpecito en la cabeza y reímos.
Mi madre seguía dormida y así se quedó, yo hice lo mismo y Nayla se tuvo que ir porque terminó el tiempo de visitas y como mi madre se quedaría no pudo estar más tiempo.
xxx
Holasaaa :3 Sé que llevo algo de tiempo sin actualizar pero como siempre en esta historia me bloqueé y estaba pendiente de otra historia también. x3
Gracias a los que leéis como siempre y quería dejar unas preguntas para los que queráis responder.
1º ¿Queréis que haga un capítulo narrado por Chris para que sepáis como le va por allí y como vivió él la separación? :o
2º ¿Os gustaría que hiciera un ask o un capítulo en el que responda vuestras dudas de la novela (o si algunas queréis preguntar sobre mi x3)?
Y ezo, no se me ocurren más. :c
Bueno pues, ¡hasta que me venga inspiración! xD
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Crash.
Teen FictionEvelyn, una chica normal con 2 amigos; Chris y Nayla. Más adelante Chris descubrirá sentimientos que jamás pensó sentir hacia su mejor amiga Evelyn, ella también sentirá eso y serán felices, pero dicen que todo lo bueno tiene su fin... Te encontrará...