Tú y yo ¿odio o amor?

¿Qué hago?

Fui a casa de Abraham, para mi sorpresa estaba ahí Brianda con cara de recién levantada y tuve un encuentro con la madre de éste, nada grato pues la madre dijo muchas cosas que me resultaban más desconocidos y lo que más me llamo la atención era lo que la madre de Abraham dijo acerca de Brianda. No podia sacarme eso de mis pensamientos.

~Ella, bueno, es la casi esposa de Abraham... ¿Tú? ¿novia? Ahahahahahaha, niña baja de tu nube. La única novia que tiene Abraham y tendrá en toda su vida es está chica... ¿Sabes todo lo que ha hecho por ella? Es algo que jamás ha hecho por nadie.~

Que de todo eso es verdad, pero si Brianda odia a Abraham, que de verdad tenía todo eso. Ya no se que creer o pensar. Solo sé que alguien aquí esta jugando conmigo. Y hasta ahora Alexei a sido el único que me ha dicho la verdad, ¿que hago?

-¡¡Maldita sea, maldita sea todos!!-decía mientras lloraba y corría sin un rumbo fijo. Sin darme cuenta termine frente a la casa de Alexei, porqué siempre terminó con él.

-Camila, ¿qué haces aquí tan tarde? Vengo se tu casa.

Sin decir nada y sin poder detenerlas mis lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, corrí y lo abrace necesitaba de alguien que me cuidara y me prestara un hombro para llorar. Era mucho lo que había pasado, no sabía en qué o quién confiar.

-Camila, ¿te sientes mal? Qué.... Calmate, entremos- me dijo con una voz dulce.

Alexei:

Camila se encontraba fuera de mi casa y al verla llorar ella corrió hacia mi, mi obvia reacción fue abrazarla, ella solo se soltó llorando más aún.

Entramos a casa y fuimos a mi habitación, una de las cosas que más odiaba Camila es que personas externas la vieran llorar.

No se por cuantas horas lloro en mi pecho, solo se que cayó dormida después de eso. Me tenía abarazado tan fuerte que no podía moverme, aunque tan poco queria hacerlo y asi que sin darme cuenta el sueño me vencio.

-Joven Alexei, Joven Alexei-decía mientras tocaba la puerta de mi recámara.

Cuando logré abrir bien los ojos vi a mi lado aún abrazada de mi Camila, había olvidado que anoche se había quedado a dormir... Se veía tan hermosa aunque sus ojos a pesar de estar cerrados se le veían rojos e hinchados aún.

Sin hacer mucho ruido y moviendome lo mas despacio que pude me separé de ella, no queria dejarla pero me llamaban afuera.

-¿Qué ocurre Sebastián?- dije estirando mis brazos y espalda.

-Tiene una llamada... Del señor Bloch... Dice que es urgente.

-Tomaré la llamada en el despacho.

-Ummm.. Aaaff... Abraham..-decía Camila entre sueños... Sentí una punzada en el pecho, porqué él y no yo. O será que hoy paso algo que la tiene tan inquieta, más que descubrir eso de él.

-Te amo chaparra, pero hoy haremos algo para que te distraigas...

Camila:

Si que he dormido bastante, ¿dónde estoy?... ¿Esta habitación?, estoy en casa de Alexei, es verdad ayer terminé en su casa después de ver y escuchar todo eso. Supongo que después me arrglare con él, aunque no hay nada que arreglar.

Creó que tomaré un baño siento que apesto, pero que podre usar veré en el closet de Alexei tal vez tenga algún pans y una playera de algodón. Y ése donde estará.

*sonido de la regadera*

Tiene 15 pero actúa como un hombre siempre atendiendo asuntos y esforzándose por ser el mejor de la firma, que se puede esperar de un futuro heredero. Aun que él siempre esta ocupado, esta conmigo cuando lo ocupó, maldición sólo soy una carga para él.