Tú y yo ¿odio o amor?

Castilla&Valderrama

                  
Camila:

Decidí ese mismo día que debíamos tener unas merecidas vacaciones al final la escuela no importaba mucho pues ya teníamos más faltas que los delincuentes de la escuela.

-         Ya hable con mi padre para alcanzarlos en Ibiza- dijo Alexei.

-         Yo acabo de hablar con mi madre y dijo que le parecía bien aparte que quería verme- le comente en forma desanimada.

Cada vez que veía a mi madre era un problema tras otro. Cree que no me cuido aparte critica mi vestimenta, creo comienzo arrepentirme de este viaje.

-         Saldremos mañana por la mañana para que tengas preparado tus papeles y equipaje Camila- dijo emocionado.

-         Sí, está bien... Tomare una ducha y me acostare ya tengo todo listo- sonando un tanto desanimada.

-         No estés así Cami, tus padres y los míos ni nos harán caso estando allá tienen varías fiestas de caridad y todo eso- intento reconfortarme.

-         Menos mal - sonando aliviada.

Aun así tenía una corazonada que no me dejaba en paz, como cuando algo te preocupa y te oprime el pecho. Total, no pude pegar ojo en toda la noche y ese extraño sentimiento lo atribuía a que estaba emocionada y nerviosa por el viaje.

-         Camila apúrate, desayunaremos en el aeropuerto ya se nos hizo súper tarde, apúrate!

-         Alexei, no me siento bien- dije con voz de muerta.

-         Espera?  Aun le temes a los aviones?  De verdad?

Obviamente esa era una parte de la razón pero había otra, y esta extraña sensación que no me deja algo malo pasará o solo es imaginación mía.

-         Alexei, eso no tiene nada que ver solo, no se...

-         Basta Cami, no pasara nada deja de estar de negativa y vámonos- dijo más que mandonamente.

Lo miré y con una sonrisa en mi cara di a entender que está bien, tiene razón solo estoy con el miedo al avión... Tengo que disfrutar este viaje al máximo al final es nuestro primer viaje como pareja.

-         Te quiero mucho Alexei- dije mirándolo fijamente, el solo se puso rojo como un tomate.

-         *cof cof* yo también te quiero Camila. Más que eso- se limitó a decir.

Deseaba con todo mi corazón que este viaje fuera el inicio de todo lo nuestro juntos, que fuera nuestro comienzo pues al terminar estas pequeñas vacaciones no moveríamos de ciudad, obviamente iremos al mismo lugar, pero comenzaríamos de nuevo en esa nueva ciudad, llegaríamos juntos y terminaríamos lo que tenemos que terminar, como nuestros estudios e ingresar a nuestras respectivas universidades. En estos días tenía planeado algo que él no se esperaba y mi familia mucho menos.

-         Alexei, Alexei... ALEXEI!!!!!!!!!- Grite desesperada.

-         Mande, Camila debes calmarte, nada pasará. Sigues con ese extraño malestar en el pecho?- Preguntó en tono preocupado.

-         No ya no, lo único que me preocupa en este momento es mi azúcar que debe estar por los suelos!!- conteste aferrada a su brazo.

Después de como tres escalas y  12 largas horas llegamos a nuestro destino, Ibiza. Estaba tan emocionada pues tenía tanto que no venía así que era perfecto todo estaba pasando como se estaba planeado, esta noche sería una gran noche pues también nosotros estábamos invitados a varios eventos, pero la GRAN, GRAN noche sería dentro de dos días pues sería nuestra presentación ante la sociedad y el círculo social de mis padres y los padres de Alexei. Esa noche si sale como todo lo tengo planeado será más que una gran noche.

En cuanto llegamos a la villa nos dispusimos a dirigirnos a nuestras respectivas habitaciones,  no recordaba este lugar. Cuando entre a mi habitación tenía un estante lleno de muñecos de peluche y en mi cama otros pocos, un tocador de madera color blanco y un pequeño escritorio con una libreta y varios colores sobre este. Pero lo más bello de esa habitación que era de un rosa palo no era lo grande o sus muebles sino ese ventanal que daba una vista al mar, era una vista hermosa, saque mi cámara y comencé a tomar fotos, era un sueño, muchos recuerdos pasaron por mi cabeza.

*Toc toc, toc, toc*

-         Maldición, adelante.

-         Princesa, puedo pasar?- sonó una gruesa voz

-         Sí, adelante y no me digas princesa- conteste secamente

-         Vaya, sí que ya eres una adolecente enojona... Princesa!- dijo mirándome y  con los brazos abiertos

-         Papá, te he dicho que... olvídalo, no dejaras de hacerlo- le decía mientras lo abrazaba.

-         Camila, Camila, mi niña hermosa ha llegado???- se escuchó la voz de una mujer histérica.

-         Que no puedo tener un recibimiento más normal y sobrio?

-         CAMILA!!!!!! Mi niña, mi bebé!,- gritaba  mientras me abrazaba.

Son así solo porque los padres de Alexei están, vaya mi círculo social próximamente será algo así de apariencias y caretas, pero eso solo era la desventaja menos problemática, pero no queda más, me toco nacer entre locos. Solo quiero disfrutar de mis vacaciones y de este maravilloso lugar a lado de mi novio. Pero esta mujer me lo hará difícil, tanto que no tarda en querer correr al centro comercial obviamente de la mano de la madre de Alexei, no podré decir no... son las mujeres más molestas del mundo al momento de ver mi guardarropa.

Bajamos al living y ahí estaba toda la familia Valderrama junta y por lo que pude observar Alexei estaba en la misma situación que yo, y lo hacía más complicado por la cuestión de la presentación, creo que mi presentimiento malo era esto. No, nos dejaran descansar hasta que pasara esa gran noche. Se está volviendo un fastidio para mí toda esta patraña de apariencias y un campo minado para ellos y mis padres pues no tardo en explorar y ya lo notaron.

-         Camila, más vale que en la fiesta te comportes- dijo mi madre seria y sin titubiar.

-         Por supuesto- dijo la madre de Alexei.- ambos deben mantenerse en el lugar que le corresponde y como les corresponde- Sin mirarnos termino.

-         Ya, ya, dejen a los chicos en paz. Ustedes que no sé por qué necesitan demostrar algo a los demás- nos defendió el padre de Alexei- déjenlos disfrutar sus vacaciones, pero antes Alexei... tenemos que hablar contigo- Lo miro con una seriedad y con una voz muy grave.

-         Sí, padre... vayamos al despacho- Contesto con la misma seriedad.

Yo solo me limite a verlo y hacerle cara de ayúdame!! Pues sabía que estas mujeres querrían recorrer todos los centros comerciales de aquí pues obviamente mi madre ya se había quejado de que  no tenía ropa apropiada para las cenas de las siguientes noches. Él sólo se disculpó a la distancia y me dijo que resistiera que solo era un día.

-         Bueno como los hombres tienen cosas que hablar nosotras deberíamos ir de compras, pues mi hija no tiene sentido de la moda- dijo renegando.

-         Muy bien querida, buena idea nosotras también necesitamos estar más que preparadas para las fiestas y eventos que tengamos estos días- contesto la Sra. Valderrama.

-         Y a mí que me jodan- conteste amargadamente.

-         Tan vulgar mi hija, así jamás podrás codearte con la sociedad, tienes que cambiar Camila porque si te casas con alguien de nuestro círculo tienes que tener mejores modales- soltó mi madre.

Terminamos la comida en silencio y nos fuimos a mi suplicio, de compras... obviamente todo lo que me gustaba mi madre casi lo quemaba ahí mismo y obviamente ella eligió todo solo yo fui como un maniquí a la que le cambiaban la ropa y los accesorios una y otra vez. Lo único que no deje que eligiera fue el vestido de la presentación, le dije que yo lo elegiría, pues ese día sería muy importante para todos. Ambas mujeres solo abrieron los ojos y se miraron. También cambiare mi imagen.

Sé que debo cambiar, pero por ahora solo me limitaré a lo que tengo a mi alcance y ese día es lo único que me tiene aquí.