1. Mi hermano destruye a la maestra de Matemática

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Me llamo Juliette Ricci, o Julie como me dicen. Yo no tenía ni idea de que era mestiza, ya saben mitad dios y mitad mortal.
Vivo con Percy, mi "hermano", porqué desde que nací estamos juntos, su madre, Sally Jackson es mi madre, no la verdadera, verán, mi verdadera madre y Sally eran amiguísimas en la escuela, se enteraron que estaban embarazadas y mi madre me abandonó con Sally, se enteró de que el padre de Percy era pariente de mi padre.

No sé ni su nombre, solo sé que es Italiana.
En fin, ésa es mi trágica historia, soy un gran problema para mi madre (Sally) estudié en colegios de paga, resulta que mi padre dejó una cuenta bancaria a mi nombre y mi madre lo usa para mis estudios, no quizo abusar de ello con Percy y ella, porque solo estaba a mi nombre.

En los colegios donde estuve, daban clases de esgrima, karate y Ballet, me han expulsado varias veces, por tener peleas con niñas pretensiosas, y ahora me encuentro en Yancy, estudiando con mi hermano.

Mágicamente mi padre canceló la cuenta y ahora estoy con un montón de críos insoportables, nos dirigiamos a una excursión, todos los de sexto grado.

Ibamos en dirección al Museo Metropolitano de Arte a ver esculturas griegas y romanas.
No disfruté para nada el viaje, en primera porque sufría los horribles dolores de estómago, desde que tengo memoria tengo esos dolores todo el tiempo del día, en fin, siempre llevaba caldo de pollo para liberar dolor, es un caldo delicioso que me preparaba mi madre cuando sucedía esos dolores.

En el autobús nos acompañaban el señor Brunner, un profesor de latín, quién dirigía la excursión por cierto, era un tipo de silla de ruedas, tenía una barba muy desaliñada.
Durante todo el viaje soporté a Nacy Bobofit o Boboniña, como le decía yo, era un pelirroja bastante odiosa, le lanzaba trocitos de sándwich de mantequilla de maní y Ketchup a mi amigo Grover.
Tenía pinta de adolescente, con una barbita que le asomaba en la barbilla.
Además estaba lisiado, tenía una justificación que lo excluía de Educación Física durante toda su vida, ya que siempre está cogeando y caminaba algo raro.

—Voy a matarla —murmuró Percy.

—No pasa nada. Me gusta la mantequilla de cacahuete —dijo Grover mientras esquivó otro pedazo del almuerzo de Boboniña.

—Hasta aquí hemos llegado —mi hermano comenzó a ponerse de pie, pero Grover y yo lo hundimos de nuevo.

—Ya estás en período de prueba —le recordó—. Sabes a quién van a culpar si pasa algo.

—A mí —murmuré poniéndome de pie, ignorando el dolor de estómago y las palabras de mis amigos.

Me dirigí hacía Boboniña, la tomé de su vestido y la tiré al suelo, algunos chicos comenzaron a hacer desorden por éso, llamando la atención de los profesores, antes de poder darle un puñetazo, la señora Dodds llamó mi atención, siempre que hago algo nunca me pone castigos, solo me dice que no lo vuelva a hacer.

Me llevó con ella hasta el frente del autobús, sentándome con ella.



El señor Brunner iba adelante, guiándonos por las enormes galerías, a través de estatuas y vitrinas.
Nos reunió alrededor de una columna de piedra de casi cuatro metros de altura con una gran esfinge encima, y empezó a contarnos su historia. Como era yo, me aburría muy rápido, coloqué mis audífonos y escuché música, no tenía tan malas calificaciones, tenía dislexia, pero éso no me impedía esforzarme.

El señor Brunner seguía hablando del arte griego, era algo súper interesante, pero por alguna razón me aburría, como si mi vida ya dependía de eso y no quería hablar de lo mismo.

Observé como Boboniña apuntaba una figura desnuda y se burlaba, rodé los ojos, sujete mi estómago, de nuevo los dolores de estómago.
Me quité los audífonos, haber que tenía que decir el señor Brunner.

Julie y el ladrón del rayo  [libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora