-se que te gustaba ese libro- dijo él detrás de mí.
- me encanta la verdad- dije girandome.
- hay un área que te deseo mostrar- dijo y me tomó de la mano, deje el libro en donde estaba y lo seguí.
Llegamos a una pequeña sección en la segunda planta que sin duda me recordó a Harry Potter.
- prohibido el paso- leí lo que decía y él asintió.
-tú propia sección- saco una llave dorada de su bolsillo y si no fuera por que veía lo que había detrás de la reja, pensaría que me llevaría al cuarto rojo de Grey. Debería dejar urgentemente de leer libros con temática erótica, me están dejando estragos.
Abrió la puerta y me dejo pasar primero. El lugar era un cuarto, que en vez de paredes eran libreros llenos hasta el tope de libros que lo cubrian. Un único sofá en el medio de la habitación con una mesa de café y una lámpara alta.
Me acerqué a uno de los estantes y leí superficialmente los tomos de los libros.
-yo leí este libro- dije- y este - viendo el siguiente - yo los he leído todos- me di cuenta que todos y cada uno de los libros que se encontraban en la habitación los había leído.
- seiscientos noventa y ocho libros-dijo sacando una lista de su bolsillo.
- Cómo sabes que los he leído?
- puede que Matilde y Sharon me ayudaran- dijo encogiéndose de hombros sonrojado.
Me reí y negué con la cabeza, era un gesto muy hermoso la verdad.
-Gracias es el mejor regalo que me han hecho en la vida.
- para mi es un placer regalarte esto- dijo sonriendo- hay un libro que no has leído aún y deseo que lo leas- se acercó a un par de libros posados en la cima de uno de los estantes- este libro es muy importante para mi, me ayudo cuando Kate murió y deseo que tu lo leas - tome el libro que me tendía y leí su portada. Cuando a la gente buena le pasan cosas malas de Harold S. Kushner.
- me gusta el título- dije acariciando la portada.
- prometo que amarás más el libro- dijo, yo asentí y lo abrace.
- eres lo mejor que me a pasado lo sabes, no?
- me complace serlo- bajo su cabeza y beso mi frente.
Nos quedamos un rato mas en mi millón de maravillas, y luego fuimos a comer a un pequeño restaurante, que sin duda sería mi lugar preferido. La comida era deliciosa y te sentías como en casa.
Cuando terminamos de comer volvimos a casa y vimos una película arropados en el sofá y haí me quede dormida hasta que Harry me levanto a las una y quince am, para que fuéramos a buscar a Mike.
Tomé una ducha, que sin duda me quitaría el sueño. Mataría a Mike por que a quien en su sano juicio se le ocurre tomar un vuelo a esa hora de la madrugada.
Ya dentro del carro, apoye mi frente en el cristal y bosteze, envidiando a todo aquel que en ese momento estaba durmiendo bajo tres kilos de sábanas.
- llegamos amor- dijo Hazza despertandome del perfecto momento de sueño que tenía.
Salimos del vehículo y nos acercamos a la zona de aterrizaje esperando ver al tonto de Mike. Unos largos y desesperantes minutos después vi salir al chico con un carrito de maletas y envuelto en un abrigo enorme que para nada le quedaba mal.
- por que eres gay?- le pregunte cuando estuvo frente a mi.
- hermoso recibimiento Kels, te ganaste el premio a la mejor anfitriona. Aunque debo admitir que soy hermoso y se que tu lo aprecias- rodé mi ojos y vi con odio al rubio.
- Cállate, las próxima vez que se te ocurra tomar un vuelo a esta hora, te dejo varado en el aeropuerto.
- hola rulos - dijo él ignorando mis palabras.
-hola Mike- le dijo de vuelta tratando de aguantar la risa.
- nos vamos, me estoy congelando- dije fastidiada.
Los dos me vieron y comenzaron a reír, les lance una mirada de odio y me dirigí al parqueo. Cuando estaba frente al vehículo, la alarma sonó e ingrese a este. Volví a apoyar mi cabeza en el cristal y espere a que ellos metieran las maletas dentro.
Cuando estuvimos ya en la casa, le mostré la habitación que utilizaría a Mike y luego de sus comentarios sobre la mansión que tenía, arrastre a Harry de nuevo al cuarto y sin quitarme nada me lance directo a la cama.
- Kelly cariño no puedes acostarte con ropa y zapatos.
- Qué no? Observame- dije y apoye mejor la cabeza en la almohada.
Lo escuche soltar un suspiro y sentí sus brazos quitarme el pantalón y los zapatos dejándome en el gran suéter verde. Tomó las sábanas y me cubrió con ellas.
- gracias - dije y él me beso en los labios.
No supe más hasta que dieron las once de la mañana y por lo único que me desperte fue por escuchar risas molestas fuera de la habitación. Me levante y lance la almohada al suelo, camine hacia la puerta y la abrí de golpe casi dándome con ella en la cara.
- podrían callarse?- pregunté al ver a Mike y Harry en el pasillo literalmente morir de la risa por algo que estaban viendo en el celular.
- oh vamos Kels ya es hora de despertarse- dijo Mike moviendo el cuerpo.
- también es hora de matarte y no veo que ya lo haya hecho - dije viéndolo enojada.
- no te enojes- dijo Harry rodeandome en sus brazos y besando mi frente, le correspondí el gestó y apoye mi cabeza en su pecho.
- joder Kels si fuera hetero te follaria- dijo Mike.
Me separe de Harry y lo vi confundida, el señaló mis piernas y yo las observé. No tenía pantalones sólo el suéter que Harry me dejo anoche y se puede decir que no fue recomendable que optará por unas tangas ayer.
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Tú me ayudarás a olvidar?
RomanceEl amor de mi vida se había ido, dejándome en una oscura y desolada existencia. Mi vida solo pedía ser la misma de siempre. Dar clases en la universidad, llegar a casa y ver a Sam, tocarnos mientras veíamos una película y hacer el amor durante hora...