XXVIII

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-no quieres salvarte?- pregunto y yo mordí mi labio y acaricié más el bulto en su pantalón como respuesta a su indecorosa pregunta.

Vi la lujuria prenderse en llamas en su rostro. Me cargo hacia la camioneta, abrió la puerta y me dejo en el asiento trasero, entro en el delantero y encendió el motor. Unos minutos después se estacionó en uno de los hoteles del centro, el Doubletree Hotel Houston Downtown.

- no podías elegir uno mas barato - dije ya fuera del vehículo. Él le dio la llave a uno de los trabajadores y se adentro conmigo de la mano.

- tu te mereces esto y más. Aparte no dejaré que tus padres escuchen nuestros gemidos, eso sería de muy mala educación- me robó un pecaminoso beso, se alejo de mí y se acercó a la recepcionista, intercambio con ella unas palabras, luego le paso una tarjeta de crédito y ella a él una llave.

- vamos- dijo y me agarro de la mano.

Ya dentro del elevador me tomó el rostro y me beso, enredo sus dedos en mi cabello y acarició la piel libre de mi cuello.

- sí no fuera por que hay cámaras te follaria aquí mismo.

- joder si sabes que hay cámaras por que lo haces - dije besando su cuello y lamiéndo su piel.

-Grr por que me encanta cuando te pones así - dijo, me alzó e hizo que enredara mis piernas en sus caderas. Las puertas del elevador se abrieron y Harry salio conmigo yo aun encima de él, camino por el pasillo y se detuvo en una de las habitaciones.

Yo seguía concentrada en su exquisito cuello, dejandole algunas marcas de las ganas que le tenía. Abrió la puerta y se adentro, cerro esta con una patada y apretó mis nalgas, ocasionando una esquisita fricción. Solté un gemido y volví a sus labios, acaricié su cabello riso y deslicé mi mano por su cuello y tórax.

- ropa, fuera, ahora- dije con voz jadeante, me dejo en el suelo y se deshizo de su abrigo y suéter de lana gris.

Me acerqué a él y bese su fría y blanca piel, llena de pinturas sin sentido. Harry paso su mano por mi abrigo y me desprendió de el, al igual que de la blusa que tenía.

- me encanta tu cuerpo- dijo besando la cima de mi seno aún con el sostén. Solté un gemido y él colocó sus manos encima del broche de este. Desprendiendo con agilidad lo que le impedía tocar mis pezones.

Sus labios descendieron y devoraron mis montes sin ningún pudor, admirando y apreciando a la vez el tono de mi piel morena. Su boca devoró mi copa y sus manos se deshicieron del estorbo de pantalón, dejándome solo en mis pequeñas bragas de encaje blanco.

- pureza, cuanta pureza me muestra tu piel- dijo encima de mi pezón ocasionando que eléctricas cargas descendieran por mi columna y un gemido saliese de mi boca.

Termine de desnudarlo y me coloque de rodillas ante su erecto miembro viril. Acaricié la basa de este y adentré mis dedos en su corto bello púbico castaño. Acerqué mi boca a su pene y lamí la punta de este, Harry soltó un gemido cargado de lujuria que me incitó a más.

Lamí y deguste su falo. Acaricié su base y adentré este en mi boca todo lo que su tamaño me permitía, que no era mucho. Solo podía adentrar un poco más de la mitad sin sentir que me asfixiaba.

- alto, si no quieres que me corra- dijo y me tomó de los hombros para subirme.

Me beso y adentro su lengua en mi cavidad bucal. Nuestras lenguas jugaban y danzaban, mientras nuestras manos hacían lo mismo con nuestros cuerpos. Sentí la mano de Harry en la parte baja de mi ropa interior y como esta terminaba desgarrada y lanzada a alguna parte de la habitación.

Sus manos me invitaron a subir a su cadera y así lo hice, el roce de las parte íntimas fue una explosión de obsenidad que salía de nuestros labios.

Harold apoyo en la cama mi espalda y su pene se adentro en mi de una sola embestida, certera y directa.

- Dios mío- dijo jadeando.

Comenzó a moverse lento y decidido, hasta que sus movimientos se aceleraron con ímpetu y mi cuerpo se sentía quemar.

- Harry- grite literalmente, cuando sus labios rodearon mi pezón y sus dientes lo mordieron, ocasionando una ola impura de placer en todo mi ser.

- sí gime, grita mi nombre, que tus palabras traspasen las paredes y tu placer recorra la ciudad- y así lo hice, mi pudor se fue al carajo con esas provocativas palabras.

La habitación era rodeada por miles de sonidos, nuestras respiraciones, gemidos, jadeos, y el placentero sonido de nuestros cuerpos chocar sin preámbulos.

Empuje a Harry a un lado y me subí encima de él, cabalgando su grueso pene. Su manos rodearon mi cintura y guiaron mis movimientos rudos y duros contra su pelvis. Grite y gemí, lo bese y succione, lo mordí y lamí, lo probé y deguste. Me aproveche de su bendito ser.

Cuando sentí que ya no podría más con la sensación lujuriosa que me rodeaba, esa gloriosa persepcion llegó a mi y me deshice en gemidos inapropiados cuando llegue al clímax. Arque la espalda aún encima de él, sentí su semen llenarme y él gritar mi nombre al llegar a su orgasmo.

Deje caer mi pecho contra él suyo y espere que nuestras respiraciones se apaciguaran. Sus brazos me envolvieron y yo alce mi vista topandome con sus hermosas orbes esmeraldas.

- eres grandiosa, lo sabes no?-dijo y beso mis labios.

- y tu eres un jodido Dios del sexo- dije riendo, él se unió a mi y negó comicamente con la cabeza- tenemos que irnos de la habitación esta noche?

- no, pague la noche y él día de mañana- dijo acariciando mi mejilla, que podía asegurar que estaban sonrojadas.

- mejor, por que estoy agotada- dije besando su pecho y acostado mi cabeza en él.

Tú me ayudarás a olvidar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora