Minato se recostó en el futón mirando por el papel de la puerta corredera hasta que vio la sombra de Izuna al otro lado desaparecer. Miró por la ventana la luna, desde el clan Uchiha se veía torpe entre tanta vegetación, entre tantos árboles que parecían ocultar el más terrible de los secretos bajo sus copas. Era un clan misterioso y en cierto modo atrayente en esa oscuridad innata que tenía. Se imaginó a los guardias que le habían asignado al otro lado y supo que sus escapadas nocturnas para hacer gamberradas en la villa se habían acabado, ya no volvería a sentarse en la cabeza de los hokages y mirar la villa imaginándose que un día podría caminar por sus calles, jamás había visto otra cosa que no fuera su clan, su barrio, su manzana y es posible que ahora ya no volviera a ver nada más que el clan Uchiha. Se sentía encerrado en una pequeña prisión que debería ser dorada pero para él no lo era, era un infierno en vida tener que compartir la cama con el asesino de su clan.
Recordó por un instante la noche de boda, el cuidado con el que Madara lo había tratado, la rapidez con la que hizo toda la ceremonia y no sabía si era por el asco que le causó acostarse con él o si había algún otro motivo que desconocía pero ahora tocaba el otro lado del futón con su mano, ese hueco vacío donde debía estar su esposo descansando de un agotador día, pero no había nadie.
Una lágrima resbaló por su mejilla, se sentía solo y no podía hablar con nadie porque aquí donde estaba ahora encerrado no tenía ni un amigo, nadie con quien poder desahogarse, ningún confidente. No podía contarle a Izuna... hermano de su esposo que pensaba que su vida corría peligro entre su clan, era como estar acusándoles a ellos mismos y no quería empezar mal en la que tenía que ser su nueva familia. Además Izuna le parecía amable, quizá demasiado amable.
Lloró en silencio sabiendo que esa soledad en toda la casa no desaparecería, su esposo no vendría a dormir, los guardias no entrarían, estaba completamente solo en un clan desconocido y no podía hacer nada para evitarlo. Se quedó dormido con la mano apoyada en el lado del futón donde debería haber estado su marido y sólo los rayos del sol le despertaron cuando entraron sin reparo alguno por la ventana.
El ruido de la puerta principal hizo que levantase la cabeza y se incorporase levemente viendo cómo entraba su esposo por la habitación con su kimono negro y la katana al cinto abriendo uno de los armarios.
- ¿Aún durmiendo? Deberías estar despierto - le dijo Madara.
- Y tú en la cama - comentó Minato enfadado.
- No estoy de humor para que un chiquillo que jamás ha salido de su casa me diga cómo tengo que vivir mi vida. Estuve...
- Entrenando - se le adelantó Minato sonriendo levantándose y acercándose a su cuello oliendo aquel perfume - hueles al perfume barato de una furcia, mentiroso - le recalcó saliendo de la habitación.
Madara enfadado salió tras él cogiéndole del brazo con fuerza y girándolo para que le mirase. Minato trató de alejar su mirada de él pero Madara cabreado como estaba cogió con fuerza su rostro obligándole a mirarle.
- No te atrevas a insultar a mi clan.
- ¿Así que la furcia era una Uchiha? - preguntó Minato desafiándole - no te atrevas tú a tocarme después de haber metido tus manos y tu polla en otra parte.
- No seas niño, esto no es un matrimonio de verdad, tú no me aguantas y yo no tengo tiempo de educar a un chiquillo como tú.
- ¿Educarme? - sonrió Minato - tranquilo, puedo educarme solito tal y como haces tú. ¿Crees que eres el único que puede encontrar a alguien con quien follar por las noches? Si eso es lo que quieres, lo tendrás.
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¡Ten hijos para esto! (Naruto; Madara-Minato)
FanficMinato es el chico rebelde de los Namikaze que ha entrenado duro para hacer misiones fuera de la aldea pero sus padres, miembros del consejo del clan no le permiten salir debido a unos terribles asesinatos que están devastando al clan. Hartos de la...