Madara fue el primero en abrir los ojos viendo como la luz reflejaba en aquel rubio cabello de su esposo creando un brillo especial. Sonrió acariciándole el cabello con dulzura. Aún era un chiquillo, con su genio y su carácter pero a la vez, le resultaba tan extrañamente atractivo, le recordaba a él a su edad, con ese entusiasmo por la vida.
Tocó su frente con la mano y luego acercó sus labios hasta ella comprobando la temperatura, al menos estaba bajando. No sabía qué pensar de todos aquellos sucesos, primero la histeria de Minato al descubrir que habían vuelto a asesinar a un miembro de su clan, luego aparecía en mitad de la calle herido y sin pruebas de que le hubieran atacado, hasta el médico decía que estaba bien. Madara empezaba a temer que ese resfriado que estaba cultivando le hubiera hecho ver cosas que realmente no estaban pero otra parte de él le decía que tenía que confiar en la palabra de su esposo, era tan complicada la situación.
Se quedó allí un rato junto a su esposo acariciándole la espalda mientras Minato aún dormido, buscaba un acercamiento hacia él pasando su brazo por la cintura de su esposo. No puedo evitar sonreír al ver a ese chico rubio casi como un pequeño gatito testarudo pero con falta de mimos que se acercaba al dueño en busca de caricias y atención, por un momento, a Madara aquella actitud le resultó demasiado tierna y acarició su mejilla apartando los mechones de pelo del rostro de Minato.
Rozó con sus dedos los labios de Minato y aguantó las ganas de besarlos para levantarse. No podía permanecer más tiempo allí con ese chico sabiendo que él no deseaba tener contacto con un Uchiha despreciable del que pensaba era el asesino de su clan. Ya no sabía cómo quitarle esa idea de la cabeza sin descubrir su misión y había prometido no decir nada, era secreto de ANBU.
Ya estaba terminando de anudar las armas a su kimono negro cuando Minato abrió los ojos mirándole atentamente sin poder levantarse. Intentó incorporarse sintiendo como la toalla húmeda de su frente se caía en el futón.
- ¿Dónde vas? – preguntó confuso.
- Tengo que ir a hablar con el Hokage – le comentó Madara – pero te prometo que vengo enseguida, no tardaré. Descansa un poco, mi hermano vendrá enseguida a cuidarte.
- Has... pasado la noche aquí – afirmó.
- Sí, la he pasado contigo. ¿Cómo te encuentras?
- Cansado.
- El médico dice que es un resfriado. Seguramente en unos días estés recuperado pero por si acaso me quedaré contigo estos días.
- ¿Enserio? ¿Vas a quedarte en casa?
- Sí Minato, me quedaré aquí contigo. Creo que he estado demasiado ocupado y me he despreocupado de ti.
- No finjas ahora que te importo – dijo con las mejillas rojas por su enfermedad – no me quieres ni lo harás, tú sólo eres un asesino que se marcha todas las noches de esta casa, que jamás duerme con su esposo. Todo el clan sabe que no pasas las noches en casa.
- Pues estos días los pasaré, así que ve preparándote porque asesino o no... voy a estar por la casa hasta que te mejores.
- ¿Finges estar preocupado por mí ahora? Claro... para que nadie piense que tú eres el verdadero asesino.
- Te atacaban en la calle y aún así... sigues pensando que soy yo cuando me viste frente a ti.
- Que no me atacases personalmente lo único que me indica es que se lo pediste a alguien. El clan Uchiha está lleno de gente que te obedecería sin rechistar.
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¡Ten hijos para esto! (Naruto; Madara-Minato)
FanficMinato es el chico rebelde de los Namikaze que ha entrenado duro para hacer misiones fuera de la aldea pero sus padres, miembros del consejo del clan no le permiten salir debido a unos terribles asesinatos que están devastando al clan. Hartos de la...