Tiffany se llevó las manos a los labios para no ser oída, pero Taeyeon era muda, no sorda ni mucho menos tonta. A los segundos después llegó otra hoja debajo de la puerta que tenía escrito "Derribaré esa puerta". Con el rostro rojo por la vergüenza la abrió tan solo un poco, pero fue Taeyeon quien sostuvo su mano para sacarla de allí con fuerza. No lucía enojada, su rostro estaba sin expresiones esperando una respuesta a sus dudas. Mierda ¿Cómo iba a explicarle porque le decía "cenicienta" sin sonar despectiva?
La bajita levantó una ceja esperando que hablase, no tenía paciencia ni menos tiempo-¿Qué quieres? –Kim señaló las hojas que sostenía con sus manos- ¿Quieres las hojas de vuelta? Haberlo dicho antes –aunque trató de bromear, Tae lo tomó como una burla hacia su mudez. Ahora sí parecía enfadada- Dos cosas, primero que haces aquí habiendo tantos baños y segundo quiero que me expliques porque escuchas conversaciones ajenas - Taeyeon escribió rápido
-"Porque te seguí y contestando lo segundo, porque hablabas en alto" -volvió a señalar la hoja que tenía Tiffany.
La castaña dio un largo suspiro, caminó hacia la puerta y la aseguró para que ninguna chica entrase al baño. Sabía que todos los demás cubículos estaban vacíos, los comprobó por si misma así que una conversación podrían mantener. Un poco nerviosa caminaba de un lado a otro para buscar las palabras adecuadas pero ¿Por qué no mejor era sincera? Recordando el "brindis de la galleta" se volteó para mirarla tranquila, era momento de explicarle las cosas que preguntaba.
-No debiste decir de dónde vienes, la única vez que se matriculó una chica de tu clase social, terminó yendo a un psicólogo por depresión... Taeyeon, acá las personas pueden tener un estrato económico alto pero pueden ser realmente perros si lo desean, sino fíjate lo poco y nada de cómo fue Bora contigo –su gruñido aunque fue bajo resonó allí- Yo sé que quieres respeto, lo entiendo, pero no fue la forma de gritarle al mundo que eres pobre para imponerlo- Taeyeon la miró de forma tan penetrante que la castaña tragó saliva
-"No me voy a dejar pisotear con nadie, es mejor que sepan de dónde vengo porque no quiero gente falsa" –había tachado la palabra "falsa", lo que le hacía entender que se refería a ella. Parada allí se sintió idiota ¿La estaba realmente tratando de falsa o se tomaba muy en serio lo que ni siquiera era correcto?- "¿Por qué me dices cenicienta?" - Tiffany miró la punta de sus preciosos zapatos de tacón
-¿Debo decirlo?
-Ajam –incluso ese pequeño sonido que podía emitir con los labios sellados la había dejado mareada
-Me recuerdas a la cenicienta pero una versión asiática, sobre todo esa noche que ayudaste con la cena de mis padres y te vestiste con vestido caro pero te fuiste de allí apurada... incluso ahora –susurraba- Que estás metiéndote en mi mundo en esta escuela.
Por un momento la bajita trató de entenderla. Debía estar asustada pensando que alguien descubriría que se conocían con anterioridad, aquí en Heidelberg High School debían ser realmente malas personas como para que ella temiese ¿O simplemente le daba vergüenza? Incluso en ese caso era entendible, nadie tan jodidamente millonario quisiera mezclarse con alguien como ella. No sabía que decir sobre esto, su cabeza le daba visiones de Tiffany Hwang de las cuales no estaba segura. Por ejemplo, quizás no se preocupaba de ella porque le interesara su bienestar sino que le atormentaba que supieran que fue su sirvienta como bien también podía ser todo lo contrario. No supo entender porque su mano se levantó por voluntad propia hacia el rostro de ella y la posó en su mejilla lentamente. Tiffany dejó de respirar, la observaba con los ojos muy abiertos pero callada. Tomó la mano de Tiffany, sostuvo el dedo índice de ella y se lo pasó por los labios dando pequeños golpecitos, quería decir que mirase sus labios pero no había sido capaz de pensar en los efectos que había producido para ambas ese pequeño contacto de los dedos de la heredera. Taeyeon modulaba sin emitir ruido alguno
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"My Cinderella"
FanficUna chica rodeada de lujos necesita que la atiendan, necesita ser tratada como una flor y una reina o así toda su vida a Stephanie Hwang la habían criado, estando en una prestigiosa preparatoria para -niños adinerados- Tiffany (como todos le decían...