Natalia
Media hora esperándole.
Media maldita hora esperándole y sin saber nada de él desde que se marchó de casa ayer por la tarde. Le envié un mensaje con la hora de quedar al cual no respondió y tampoco sé si lo vería. Es obvio que ya no va a venir, así que opto por terminar lo que empezamos o más bien, empecé a hacer.
Tecleo con habilidad sobre el teclado del ordenador y voy llenando hoja por hoja mientras rastreo y busco cosas interesantes las cuales podrían venir bien para el trabajo, que por cierto como siempre acabo haciéndolo sola y esta vez como David no me dé ninguna buena excusa del por qué no se ha presentado diré que lo he hecho yo sola. Ya estoy harta de ser la buena que lo perdona todo, ahora toca ser la mala al menos por un tiempo.
Tengo que dejarle las cosas claras y hacerle ver que si sigue así tarde o temprano me voy a cansar de él y de su estúpido comportamiento.
Oigo el timbre de casa.
—¡Natalia es David! —escucho el grito de mamá a continuación.
Ni siquiera me inmuto. Todo es perfecto, él llega cuando estoy a punto de terminar el trabajo. Sólo queda poner ese "Realizado por" y lo habré dado por finalizado.
Varios golpes de nudillos resuenan contra la puerta de mi habitación y seguidamente veo que él entra sin mi permiso. Lo observo con detenimiento de pies a cabeza. Viene vestido exactamente igual que ayer, despeinado y con cara de felicidad.
Conociéndole sé que no ha dormido en casa.
—Buenos días —trata de darme un beso sobre la frente.
Me aparto enseguida para que no consiga dármelo pero cuando está lo bastante cerca, no me resisto.
—Lo siento es que... —rasca su nuca nervioso, ya está inventando alguna excusa—. No he dormido en casa y el móvil tampoco es que lo mirase... Estaba ocupado en otras cosas.
Sé cuáles son esas cosas a las que se refiere, así que sólo asiento con la cabeza tratando de no mantener ningún contacto visual con él.
—¿Te queda mucho? —pregunta haciéndose el interesado.
Le lanzo una fugaz mirada acompañada de una sonrisa malévola dibujada en los labios.
—No, que va... —ironizo—. Sólo lo he acabado. ¿Quieres poner tú el realizado por y así decir que has hecho algo? —mi tono de voz se eleva mediante pronuncio cada palabra.
—Nat lo siento... —se disculpa.
Su disculpa me parece pésima.
—Quedamos a una hora, sabías que habías quedado conmigo y seguramente has estado con... —agito las manos en el aire—. ¡A saber con quién has estado ahora! —grito.
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La primera vez con mi mejor amigo.©
Teen FictionPrimera parte de la serie «Destino». ~•~ «Es increíble como tu mejor amigo puede convertirse en tu peor pesadilla, y como el amor puede llegar a convertirse en tan sólo odio.» Dos amigos. Un secreto. Una casualidad. ~•~ Fecha de publicación: 21/08/2...