Ocho: "Te sonrojaste"

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"A veces solo quisiera desaparecer, dudo que alguien siquiera me extrañe. Incluso tu"


-¿Terminaste con tu fruta? –pregunto Max desde la cocina.

-Si. –respondí en voz baja.

Había pasado todo el fin de semana en cama al igual que ayer lunes, hoy por fin iría a la escuela después de mi recaída del viernes. No había querido ver a nadie durante estos tres días, estaba de un terrible humor, ni siquiera quería que Max me viera.

-Ve por tu mochila ya para llevarte al colegio. –aviso Max.

Me pare del comedor e iba a subir las escaleras hasta que escuche que llamaron al timbre. Fui a abrir para encontrarme con una no tan agradable sorpresa.

-Megan. –salude

-Lena. –ella me devolvió el gesto.

Mi media hermana no se lo ocurrió mejor momento para venir de visita. Megan me odia desde lo de mamá, ahora es que ha comenzado a soportarme un poco más. Ella estudia tercer año en la carrera de arquitectura, su universidad esta en Nueva York ya que haya consiguió una beca completa de estudios. Megan por lo general viene en vacaciones aquí a Queensland y no estamos en temporada de vacaciones. Cabe señalar que ella vive haya con su padre, porque ella es hija del primer esposo de mi madre.

-Max me hablo para decirme que te sentiste mal. –dijo al entrar a casa.

-Estoy bien, ¿Qué haces tu aquí? –pregunte.

-Vine de visita. Hola Max.

-Que sorpresa verte Megan, ¿Vino contigo Raúl?

Raúl es el padre de Megan, el también es medico.

-No, tenía mucho trabajo.

-Que pena que no haya venido, ¿ya desayunaste algo? –pregunto Max.

-Si, comí algo en el viaje. –sonrió amable Megan.

Megan era muy bonita, tenía buen cuerpo y una sonrisa muy hermosa, a sus veinte años ella seguía soltera, lo cual es extraño ya que ella es muy hermosa. ¿Qué hombre no se resistirá a mi hermana mayor?

-Debo llevar a Lena al colegio, ¿Nos quieres acompañar? –pregunto Max.

-Si, vamos.

Iba en la parte de atrás del auto, mientras Megan hablaba sobre lo bien que le iba en la escuela. Me mire en el espejo del auto, me veía aun un poco pálida. Trataría de maquillarme un poco para ocultar mi palidez, pero yo no uso base de maquillaje.

-Que te vaya bien. –dijo Max desde el auto.

Megan se había bajado junto conmigo del auto.

-Salúdame a Mikey. –me dijo mi hermana.

-Se llama Michael. –la corregí.

-Se me olvidaba que solo tú solo le puedes llamar así, nos vemos mas tarde Lena. –se despidió.

Camine hacia la escuela para otro aburrido día de clases. Mis pasos eran un poco lentos ya que aun me sentía un poco débil. Me encontré con Michael en el salón, al verlo recordé que me había portado muy mal con el la ultima vez. Le debía una disculpa.

-¡Lena! –dijo abrazándome.

-Lo siento mucho, Michael. No quise hablarte así. –dije entre sus brazos.

-Está bien. No importa, te extrañe mucho estos días. Fui a verte el domingo junto con Ashton pero Max nos dijo que estabas dormida.

-¿Fueron? –pregunte.

-Si, solo que Max no te dijo nada porque Ashton se lo pidió. Como la última vez escucho tus gritos, creyó que probablemente estabas molesta con nosotros.

Por dios, la había cagado.

-Pero esta bien, el no esta molesto contigo. Solo estaba preocupado.

En receso fui hasta la cafetería y compre dos sándwiches de jamón. Camine un poco nerviosa hacia Ashton, donde me esperaba en nuestra mesa donde siempre pasábamos el receso.

-Hola. –salude en voz baja.

El volteo a verme y note cierto brillito en sus ojos. Se paro de la silla y se coloco frente a mí.

-Te traje un sándwich.... Lo siento mucho por lo del otro día. –me disculpe. –Yo no debí comportarme así, entiendo si no quieres seguir hablándome.

Sonrió de lado marcándosele un solo hoyuelo.

-Ven aquí Lena.

Me abrazo con cuidado, fue un abrazo corto pero demasiado significativo.

-No tengo nada que perdonarte, y tampoco debes pedir disculpas.

Nos sentamos en nuestra silla. Me sentía un poco incomoda con él después de lo que había pasado el viernes, no quiero que el me trate como los demás... con lastima.

-¿Cómo estas? –pregunto

-Bien. Michael me conto que tu fuiste quien me llevo a mi casa cuando me desmaye. Gracias.

-Michael lucia muy asustado cuando llegue hasta ustedes, yo solo hice lo que debía. –explico.

-Lamento haber arruinado su celebración del partido.

-Hey, no te preocupes. No acostumbro celebrar por un partido, me importabas más tú en ese momento. –dijo colocando su mano sobre mi hombro.

Sonreí sintiéndome un poco mejor al escuchar sus palabras.

-Te parece si comenzamos a estudiar y a comer. –sugirió Ashton.

-De acuerdo.

Llevábamos por si acaso unos treinta minutos estudiando, como ayer había faltado a clases me costaba mas trabajo comprender algunos nuevos conceptos de varias materias.

-Debo irme. –menciono Ash.

-Pero si aun faltan diez minutos para que termine el receso.

-Si, pero me quede de ver con mi novia. ¿Quieres que te acompañe a tu salón?

-No quiero entretenerte más... ve con tu novia. –me obligue a sonreír.

-Nos vemos luego, Lena. Cuídate.

Tomo su mochila y con un movimiento rápido con la mano se despidió de mi. Mire como se fue deprisa dejándome sola.

Suspire y tome igual mis cosas para comenzar a caminar ha mi salón para verme con Michael.

El timbre sonó y justo en ese momento entro un alumno de nuevo ingreso. Michael y yo lo vimos discretamente, el chico se sentó una butaca a mi lado.

-Hola. –me saludo sonriendo el chico de ojos azules.

-Hola. –salude tímidamente.

Baje la mirada sonrojaba por haber llamado la atención de aquel chico. Un papelito cayó a mi butaca, de inmediato lo desdoble y leí lo que me había escrito Michael:

"Te sonrojaste."

Sonreí, voltee a ver a Michael y negué con la cabeza y el asintió. Escribió otro papelito y me lo lanzo.

"Solo Ashton puede hacerte sonrojar, esto no le gustara a él"


Remember Me (a.i)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora