Paso la mano por mi cabello, frustrado, "realmente no sé como hablar con ella, haga lo que haga, siempre termino haciéndola enfadar de una manera u otra".
Oigo ruido en la sala y sé que ha encendido la televisión cuando distingo la voz del tipo del noticiero atravesar el pasillo, me doy la vuelta y veo trastes sucios en el lavavajillas y por primera vez, extrañé a la sirvienta que mi padre había despedido hace un tiempo, suelto un suspiro y luego de un par de minutos ya había dejado el lavado en completo orden.
Salgo de la cocina y en silencio paso junto a la sala, pero me detengo a medio camino al ver a Jessica recostada en el sofá, su pecho subía y bajaba con lentitud, sus ojos estaban cerrados con delicadeza sus pestañas rosaban ligeramente sus mejillas, camino hacia el cuarto y con una manta vuelvo hacia el sofá, la cubro con ella y luego tomo el mando para apagar la televisión.
-Hey - me saluda la voz de Lau al verme entrar en la habitación, la luz del sol entraba son toda libertad por la gran ventana y daba un ambiente cálido a la habitación, le di un sentimiento de cabeza en modo de respuesta y me dejo caer sobre la cama.
-Tss... - me quejo por el dolor que me atraviesa la herida al rebotar en el colchón y levanto mi camiseta para ver mejor el pequeño agujero que se unía por sólo un par de hilos atados de cada extremo.
-Déjame verla - dice ella y se arrodilla en la cama junto a mí para mirar la herida - se te ha salido un punto - toca ligeramente mi abdomen - no está tan mal, pero la limpiaré y pondré un parche de todas formas - me avisa y se pone de pié para tomar el botiquín. Al cabo de unos minutos se aleja.
-Gracias - digo en voz baja cuando termina y se sienta junto a mí.
-¿Que ocurre? - ladea la cabeza y me mira directamente a los ojos - has estado muy callado - suspiro y me reincorporo, apoyando mi espalda en el cabecero de la amplia cama.
-Estaba pensando... en estos últimos días me he enterado de muchas cosas, Lau, cosas graves con las cuales ahora estoy liado hasta el cuello, me estoy quedando sin recursos y no sé que hacer, yo quiero protegerla, a Jess - aclaro al ver su mueca de confusión, ella asiente y me mira con atención - pero, ¡jesús!, se niega a confiar en mí completamente y su efímeros cambios de humor me tienen con la cabeza hecha un nudo - desordeno mi cabello y la miro para verificar que me escuchaba, al confirmarlo, continúo - yo, no sé como debo hablar con ella, siempre meto la pata y la hago enfadar con alguna estupidez que se me escapa, quiero entenderla, pero es como si ella siempre dijera cosas que realmente no siente, como si se forzara a hacerme ver su lado frío y cruel - al decir eso último mi ceño se frunció levemente hacia la nada.
-Yo no la conozco, Keith, pero todas las chicas tenemos ese pequeño monstruo, sólo que no lo mostramos... ella es dura, pero a ti te gusta - mis ojos suben a los suyos y ella me da una sonrisa dulce - y si te gusta tanto como yo creo, sólo deberías buscar la razón del porque y encontrar su otro lado, ese que es desconocido para ti y que te está volviendo loco por no poder ver a simple vista como a todas las otras chicas, no sé si me entiendes, pero a veces nosotras hablamos en claves, sólo debes aprender a descifrarlas, no te partas la cabeza pensando en como ser con ella, qué cambiar de ti y que no para agradarle, sólo sé tú. - suelta una pequeña carcajada y yo le doy una sonrisa de lado.
-Está bien, lo haré - asiento y sonrío nuevamente para luego recostarme en la cama, ella hace igual junto a mí, antes de notarlo, mis ojos se cerraban lentamente con pesadez.
[...]
Mis ojos se abren con pereza y pongo una mano frente a mi cara cuando la luz del sol me da de lleno en el rostro, me siento en el borde de la cama, Lau ya no estaba en la habitación, veo la hora en mi móvil, 16:47 pm, lo dejo a un lado y me pongo de pie para caminar hacia la sala, el sofá estaba vacío y la manta verde estaba a un lado desordenada, rápidamente mis músculos se tensan y mi pulso se acelera.
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A Dangerous Love . [EDITANDO]
Teen FictionCuando desde pequeña no se ha tenido nada en absoluto, y lo poco que logras se le es arrebatado de las manos, Jessica se ve obligada a cerrar su mente y su corazón, los problemas la persiguen y cree que nunca podrá escapar de aquello a lo que está a...