Capítulo N°23

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Ella levantó la mirada y sus ojos vidriosos me lo dijeron todo, estaba asustada, dio un paso atrás y su labio inferior tembló.

-Lo siento - su voz salió apenas - no quería meterte en esto, es que... - no la dejé terminar y la atraje en en un fuerte abrazo tranquilizador.

-Está bien, no te disculpes por eso, está bien - le asegure y froté su fría espalda, sólo estaba vestida con ropa interior negra y un pequeño vestido de encaje transparente. ¨para atraer clientes, supongo¨, la sola idea me causa repulsión.

La separé de mí y sequé un lágrima rebelde que había escapado de su ojo derecho, ella bajó la mirada y yo me quité mi chaqueta para ponerla sobre sus hombros, le froté los brazos para darle algo de calor y levanté su barbilla para que me mirase.

-Estás, estás bien, ¿No? - intento buscar su mirada - ¿Te hicieron daño? - ella negó con la cabeza y relamió sus labios.

-¿Podemos irnos? - pregunta en voz baja, aún sin mirarme, "¿Porqué no me mira?".

-Sí, sólo debo buscar la forma de sacarte de aquí sin que nos vean - hago un asentimiento y miro hacia todas direcciones, intentando buscar algo - Sé que no te encuentras bien, pero necesito que te concentres y pienses bien por donde has venido, ¿si?... cualquier cosa que pueda ser de ayuda, alguna ventana, una puerta, algo... - ella prieta sus labios y se aleja un poco de mi.

-Creo...- se queda un segundo en silencio y yo la miro con atención, esperando lo que estaba por decir - creo que vi una puerta de servicio por la parte de atrás, no estoy segura hacia donde, habían 3 pasillos, no lo recuerdo bien - frunce el ceño aún mirando sus manos.

-Esta bien ... - me vuelvo para mirar por un pequeño espacio a través de la cortina, todo parecía en orden, bueno, hasta donde se podía mantener un orden, no habían guardias a la vista y la gente ya había disminuido en gran cantidad, me volteo hacia ella - bien, primero debes quitarte esos tacones, tendremos que correr - ella sin rechistar, se quita los tacones y los deja sobre el sofá que tenía a un lado, vuelvo a mirar por entre la cortina, y giro mi cabeza hacia ella para extender mi mano en su dirección, dudó un segundo, pero finalmente su fría mano se entrelazó con la mía, la apreté y le di un jalón para acercarla más a mi.

-¿Puedes llevar esto?, necesito ir con las manos libres - le extiendo mi casco, ella en silencio lo toma y espera con paciencia el momento justo a mi lado.

Abro la cortina y sin perder tiempo, doy grandes zancadas atravesando el salón, me pongo detrás de una pared y a ella detrás de mí para protegerla, no sé de qué, pero de igual manera intentaba ocultarla lo más posible.

-¿Es por ahí? - pregunto señalando la puerta que estaba a un costado del pequeño escenario, asiente en silencio y vuelvo a inspeccionar el lugar con la mirada, cada vez que la puerta era abierta podía ver a un guardia del otro lado controlando la entrada y salida de cada persona, me maldigo mentalmente por no haber ideado un plan de camino - Si te mantienes detrás de mi, estarás bien, ¿de acuerdo? - le doy un apretón a la mano que aún tengo entrelazada con la mía, ella asiente.

Intento ignorar el hecho de que ella no ha querido siquiera mirarme desde que llegué, pero en poco tendré que enfrentarme con la bola de gorilas de allí afuera y necesito que ella esté tranquila para poder estarlo yo también, por que si yo estoy aquí ahora, es por ella.

Me volteo completamente hacia ella y sin pensarlo tomo el costado de su rostro con mi mano libre y presiono mis labios contra su frente, ella estaba fría, sentí como Jess dejó de respirar por un par de segundos y se quedó completamente quieta, me separé de ella y acerqué mi rostro al suyo con lentitud, nuestras narices rozaron levemente y mi frente se pegó a la suya, cerré los ojos y sentí el olor de su piel calarse por mis fosas nasales e incluso más hondo.

A Dangerous Love . [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora