A Dangerous Love . [EDITANDO]

Capítulo N°4

Sentía que me dolía todo, y con todo, me refiero a cada parte de mi cuerpo que había sido golpeada, traté de moverme y me quejé del dolor.

- Al fin despiertas, mujer, me tenías asustada - la voz de Andrea llegó a mis oídos, abrí los ojos y la vi, estaba arrodillada junto a mí.

-Me dieron una paliza - hice una mueca al sentir una punzada en mi labio superior, ella asintió efusiva.

-Lo noté, apenas te han traído hace un par de horas supe que te habían llevado a hacer Boxing -

-Dios, ¿también te han llevado ahí? - ella asintió con una mueca.

-Pero no me ves los golpes porque yo llevo más tiempo que tú aquí - asentí comprensiva y cuando el silencio inundó el lugar un rugido se hizo escuchar, ambas miramos mi vientre y supimos al instante que me moría de hambre.

-Creo que tengo hambre - me abracé a mi misma cuando otro rugido se hizo oír, An se movió de su lugar mientras yo me sentaba apoyada en una pared, removió cosas por todos lados y finalmente se sentó frente a mi.

-Lo guardé cuando te han llevado, puedes comerlo - me dio una sonrisa torcida y me dio el trozo de pan de esa mañana.

-Gracias - sonreí y solté un suspiro antes de comenzar a devorarlo, tan rápido como lo masqué, lo acabé, cada migaja fue a dar a mi boca, y aún así había quedado con hambre - ¿Sabes que hora es? - ella negó con la cabeza.

- No lo sé, pero estuviste inconsciente alrededor de 2 horas, y tienen que haber venido por ti hace 4 horas - asentí y miré hacia la puerta.

"Tienen que ser alrededor de las 12:00am". Pensé.

-Esos tipos son unos animales - dijo con rabia, yo asentí.

-Lo son, pero fue una chica, Ashley, aunque tampoco la vi muy disgustada mientras me golpeaba -

-¿Ah no? - preguntó extrañada, negué.

-No, el señor Watson dijo que debíamos pelear y ella obedeció entonces sólo comenzó a golpearme, también le di un golpe pero nada comparado con esto - ella asintió con el ceño fruncido -No lo entiendo, ¿porque querrían que peleáramos? - dije pensativa, me froté los brazos y me puse de pié.

-No te lo han dicho - dijo más como afirmación a que como pregunta.

Me quedé quieta y me crucé de brazos.

-No lo hicieron, a ti si, ¿no es cierto? - ella asintió y se puso de pie para acercarse un poco a mi.

-Me lo dijeron para cuando ya llevaba una semana aquí - desvió sus ojos color avellana de los míos y soltó el aire.

-Vamos, dímelo - pedí con miedo.

-Nos sacarán del país, la única razón por la que necesitan chicas jóvenes es porque son más fáciles de someter...- hice un gesto de confusión.

-¿Someter?, ¿para qué o qué? -

-Tú, nosotras y varias otras chicas, no tenemos a nadie que se interese en buscarnos, así que nos entrenan, nos enseñan a pelear, a escapar cuando sea necesario, a robar sin ser descubiertas, traficar drogas, y a las desafortunadas que se niegan a hacer todo lo anterior, las llevan a prostíbulos - sus ojos se llenan de lágrimas - todo lo hacen por dinero Jessica, debes tener cuidado -

Comencé a caminar de aquí para allá con nerviosismo.

-¿Cómo es que no te has ido ya de acá? - le pregunté a An mientras me mordía el interior de la mejilla.