Madrid enero 2009
Siento algo en mi interior.
Son de esos días en los que sé que algo me va a pasar.
No sé qué será.
No sé si será bueno o por el contrario malo.
Dentro de mi algo me agarra por dentro y me impide respirar con normalidad.
Hoy en casa de sus padres están todos muy callados, querría saber porque. Pero no se por que creo ya saberlo.
Está claro que no quieren decirme nada.
Estoy sentada en el sillón del comedor,en ese rinconcito que durante dos años he hecho mío.
Me miro las manos, siempre lo hago cuando algo me inquieta o me pone nerviosa, le veo aparecer. Si le estoy esperando a que salga de su habitación, acabamos de cenar y espero impaciente, cuando le veo entrar me dice que me levante, ha decidido llevarme a casa, como es temprano no le importa acercarme en coche.
Me despido con la mano de sus padres y les sonrío, veo compasión en sus ojos y me digo a mi misma que esta vez va a ser el último día que los vea.
Bajamos por el ascensor en silencio, le miro pero no me deja verle los ojos mira hacia el suelo, se abren las puertas del ascensor y salimos del portal, su coche se encuentra enfrente aparcado. Entro en el y me intento acomodar pero los nervios no me dejan.
En el trayecto hacia mi casa no hablamos solo nos envuelve la canción de los Estopas que suena en la radio.
No me deja enfrente del portal como otras veces y tampoco le invito a subir.
Me encuentro cansada y si, sigo estando nerviosa. Apaga la música y se frota la cara con las manos.
Me giro hacia él, esta vez soy yo la que le ayuda a que arranque y me diga lo que se que me va a decir.
-Hasta aquí hemos llegado.-le digo.
Me mira y me sonríe tímidamente.
Tiene una sonrisa simpática pero yo ya no veo nada más.
-Siempre te dije que merecías algo mejor.- me dice.
Miro al frente y respiro hondo, creo que he conseguido quitar parte de esos nervios.
Ya no tengo ganas ni de discutir ni de pelear más.
Asiento con la cabeza y le miro.
-Y yo siempre he pensado que te mereces a alguien igual que tu.
-Puede ser-
Toda la ira contenida que llevo guardada durante tanto tiempo estalla dentro de mí pero me controlo de no sacarla.
Mi voz la escucho tranquila.
-La verdad es que te mereces alguien que te haga pasar por todo lo que tú me has hecho pasar a mi.
Él no contesta, simplemente asiente.
-Nos veremos por ahí.-me dice
-no lo creo.
-podríamos quedar para ir un domingo al cine o algo así ya sabes, como amigos quiero decir.
Después de todo lo que ha pasado ni amigos podríamos ser.
He aguantado mucho, he soportado muchas humillaciones y ahora aquí sentada me pregunto porque he consentido tanto.
-No es buena idea.- le digo.
Me mira y me agarra del cuello arrastrándome hacia él.
Han sido dos años muy intensos con pocas subidas y muchas bajadas.
Yo le abrazo y me contengo en llorar.
Me tiembla la barbilla y mordiéndome el labio inferior y sin poder mirarle a la cara abro la puerta del coche y salgo andando hacia mi casa.
Oigo como arranca el coche y se aleja, así sin más.
Sigo andando, hace frío pero respiro fuerte aliviando el malestar que tengo, cuando entro a casa veo a mi padre sentado en el sillón y me mira preocupado.
Me siento junto al él y le abrazo rompiendo a llorar.
Me deja desahogarme y que me tome mi tiempo. No quiere presionarme y cuando ya me siento más tranquila le miro y respiro hondo cogiendo fuerzas.
-Ya está. -Le digo.- se acabó, se ha terminado.
Mi padre sabe de qué estoy hablando, no tiene por qué preguntarme más.
-Estas bien?- me dice.
Vuelvo a llorar, esta vez en silencio, siento como no dejan de fluir mis lágrimas sin control.
Asiento con la cabeza.
-Entonces por qué lloras. No merece la pena llorar por alguien así .No merece la pena llorar por un hombre.
-No lloro por el papa. Lloro por el tiempo perdido.
Y es verdad.
En estos momentos no siento angustia.
No siento incertidumbre.
Siento paz.
Siento calma.
Siento tranquilidad.
Ahora quiero vivir todo aquello que no he vivido.
Ahora quiero sentirme fuerte y demostrar a todo el mundo que puedo resurgir.
Quiero hacer ver a la gente que me rodea que puedo ser feliz.
Que quiero aprender a vivir y a ser verdaderamente yo misma.&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Para todas aquellas personas que empezaron la historia, decir que pido disculpas por borrarla,pero había que añadir un prólogo que ya tenía escrito y se me olvidó acoplarla al principio.
En toda historia hay un antes y un después. Un principio y una continuación,para realizar un desenlace.
Una parte de Sara para poder entenderla un poquito mejor, por que muchas veces, nuestro pasado nos hace vivir nuestro presente con otros ojos.
Gracias por leerla y disculpas por segunda vez.
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Siempre mia #P.BigDonut. #wattys2017
ChickLitSara es una joven que reside en Londres trabajando en una residencia para ancianos mientras termina su último curso de fisioterapeuta, impulsada a presentarse a la gala benéfica que todos los años organizan en su trabajo, su vida y ella como persona...