Capítulo 6

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Objetivo,mi pequeña obsesión.

Me vibra el móvil y veo que tengo un mensaje de texto, lo leo y compruebo que es de un paciente, en mi situación debo de atender a todos sin limitaciones. Nunca se sabe cuándo tener una emergencia o alguna recaída, esto es lo que conlleva ser psicólogo en tiempo total, hasta en vacaciones debo de estar activo.
-donde vas cariño?- me dice mi abuela cuando ve que me levanto.
-debo contestar a un paciente, no tardo.
-date prisa, va ha comenzar la subasta.
Me alejo y salgo de la sala.
La conversación me ha llevado más de lo que pensaba. La paciente a la que estoy atendiendo estoy a punto de darle el alta con la medicación. Es lo que tiene tomar antidepresivos, llevo varios meses tratándola con doxepina, a mitad del ciclo he debido de cambiar el tratamiento primero de la misma clase y luego de una clase diferente. Cuando se le empieza a reducir la dosis deberá de seguir al.menos por seis meses más con un tratamiento prolongado para evitar recaídas. Pero ocurren casos como los de ahora en los que la dosis se reduce tanto que su cuerpo reacciona con dependencia, en estos casos hay que mediar con el paciente y derivar su problema adictivo a otro transversal y más moderado.
Llevo oyendo las pujas hace ya un buen rato, solo pienso en que no haya llegado el turno de la hermana de Maya.
Según voy avanzando escucho revuelo en la sala y cuando entro encuentro a mi abuela poniendo orden, a su lado se encuentra la mujer que lleva invadiendo mis pensamientos desde que empezó la tarde.
Me dejo caer en el marco de la puerta y esperó impaciente mi aparición .
Presto atención a las pujas y compruebo que está muy solicitada y que están muy altas.
Para asombro mío y sin saber muy bien porque, me veo pujando por una buena cantidad de dinero que dejan a todos asombrados pero sin ánimos de seguirme.
Todos miran en mi dirección, mi abuela me reconoce y sonríe. Voy avanzando con paso decidido hacia el pequeño escenario y no aparto los ojos de mi pequeña obsesión.
Subo y me coloco enfrente de ella y un olor a infancia invade mis fosas nasales transportándome a mi niñez. Vainilla. La observo, es mucho más baja que yo aun llevando eso tacones, me agacho para ponerme casi a su altura, tiene los ojos cerrados y su respiración es acelerada.
La encuentro tan apetecible.
Sus labios carnosos se encuentran abiertos ligeramente invitándome a que me acerque más,deseando morderlos ligeramente y arrastrarla hacia mí para poco después saborear su interior minuciosamente.
Respiro hondo y me contengo.
-hola. De nuevo.
Abre los ojos.
Sorpresa y mucha pero que mucha ira, eso es lo que transmite en milésimas de segundo. Yo me quedo con que sigue cabreada y no esperaba con que fuera yo el que al final se ganara la puja.
Mientras la acompañó a su mesa compruebo que estamos siendo observados por todos. La beso en la mano despidiéndose como todo un caballero que no soy pero que hago muy bien. Noto que aparte de estar fría está temblando. La miro a los ojos, tiene unos ojos muy expresivos, ahora se encuentran tan perdidos en tantas emociones que está conteniendo. Me retiro sin decir nada y me acerco a mi mesa donde me espera una abuela entusiasmada por lo que acaba de presenciar y una amiga que me mira estudiandome.
-dime que no has pujado esa cantidad de dinero para hacer lo que todos lo años haces.
- ya veremos abuela.-no digo más, cojo una copa de champagne y tomo un sorbo.
-por lo menos esta chica es más acorde a tu edad.
He tragado rápido el líquido dorado que acabo de ingerir, sino me vería atragantandome por la cómica ocurrencia de mi querida abuela. Suelto una carcajada y la beso en la frente.
-no vayas por ese camino abuela.-intenta poner cara de sorpresa.
-no voy por ningún camino. Yo solo digo...
-ya sé lo que quieres decir.-la corto- venga disfrutemos de la noche. -la digo dejándola con sus amigas.
-vas a cenar con ella?- me sorprendo.
-y por qué no iba hacerlo Maya?
-No es tu tipo.
-cualquiera diría que estas celosa- no sé por qué he dicho eso,sera por que me esta empezando a cabrear esta situación.
-no seas estúpido
-entonces...?
- Sara es especial, es muy joven.
-por dios Maya que crees que pretendo.-le digo haciendo notar mi disgusto.
-que edad tiene?, veinticinco, veintiséis años?
-veintitrés capullo,veintiséis tengo yo.
Eso ya lo sé, me encanta hacerla de rabiar. No puedo contenerme y termino riendo.
-lo se, no te preocupes, de acuerdo?, queda todavía mucha noche y pueden pasar muchas cosas.
-cosas como que?- joder esta preguntona hoy.
-Maya.- la cojo de los hombros y la miro a los ojos- no estoy todavía seguro de que vaya a cenar con ella, y deja de hacer el papel de madre que tu hermana ya es mayorcita. Veng, me conoces.
-por eso precisamente, porque te conozco.
-va a venir Robert?- le pregunto para cambiar de tema. La cojo del brazo y la retiro hacia un extremo de la sala, están retirando las mesas para dejar espacio para lo que viene ahora.
La subasta ha terminado y ahora toca bailecito.
No es que no me guste bailar, se me da bien, tuve una buena profesora, mi madre. Ella siempre decía que se podía seducir a una mujer de muchas maneras pero que para ella el baile entre dos personas que se atraían era mucho más limpio, más puro y más elegante.
De todas maneras yo prefiero observar, así conozco mejor a las personas, sus debilidades, sus conflictos, me gusta analizar a las personas por sus maneras de actuar y en los bailes seduce mucho.
-dijo que se pasaría por aquí cuando terminara su turno.
Miro el reloj, son las diez y media tienen que estar a punto de venir.
De pronto un pitido agudo nos hacen girarnos otra vez hacia el escenario.
Mi abuela vuelve a estar delante del micrófono.
No se lo que pretende hacer pero algo me.dice que no le va a gustar.
-hoy vamos hacer una excepción, pero no sin antes informarles que la organización
Y yo en particular estamos muy complacidos el.dinero que se ha recaudado.
Este año he decidido que el baile lo abran todos aquello caballeros que han pujado por cada una de las señoritas.
Ahora si que me he atragantado con la copa. Empiezo a toser y Maya preocupada me empieza dar golpes secos en la espalda.
Cuando mas o menos me voy recuperando miró hacia donde se encuentra la hermana de Maya y la veo que me esta mirando, sonrió y levanto la copa brindando por ella.
La idea le gusta tan poco como a mi, pero me gustan los retos.
-creo que he tenido pocas ocasiones por las que te he visto bailar. Sera interesante.- me dice Maya.
-no me provoques.
- yo.- dice toda inocente.- dios me libre. Me voy a por una copa.
I me deja ahí, solo. Y ahora que..?
Me acerco a la barra y de mi copa ya vacía y con mis andares decisivos que tanto me caracterizan me dirijo hacía mi objetivo.

Siempre mia   #P.BigDonut. #wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora