Prometedor
-gracias pero cogeré un taxis.
Aunque sé que me costará un riñón el viaje no me queda otra,estoy bastante lejos de mi casa y con este frío podría coger una pulmonía.
-no soy de los que dejan sola a una mujer en plena noche en la calle.
Hecho andar sin contestarle. No quiero montar una escena en plena calle.
Aunque ya sera muy tarde, el estar cerca de la discoteca genera bastante ambiente.
-¿pero cómo puedes ser tan cabezota?.-le oigo decir a mis espaldas.
Escucho sus pisadas. Cada vez están más cerca de mi y de pronto me siento elevada del suelo cogiéndome en brazos. Por miedo a caerme me agarro de su cuello percibiendo con intensidad su embriagador aroma.
-con lo joven que eres-empieza a decir mientras me lleva hasta su coche.- como se puede ser tan cabezota, te comportas como una niñata consentida.
Me vuelvo entre sus brazos. El me agarra más fuerte.
-¿pretendes que nos caigamos los dos?
-no soy ninguna cría consentida. Simplemente no quiero que me llevas a casa, además ni siquiera has venido conmigo.
Gabriel me mira y sonríe.
-lo sé. Eso es algo que tendremos que hablar. Y en cuanto a cómo hemos terminado así creo que a los dos nos han dado calabazas esta noche nuestros acompañantes. A mi en concreto han sido dos veces en lo que llevo de día pero intento arreglarlo y que solamente sea una.
Oigo el pitido del coche que se abre automaticamente y me suelta en el suelo
para abrir la puerta y empujarme muy sutilmente hasta entrar en el.
Entra en el coche, se coloca el cinturón y enciende el motor.
-no sabes dónde vivo- le digo mientras veo como conduce. Una sonrisa aparece en sus labios.
-sabes donde vivo.-digo resignada mirando por la ventana.
-¿lo dudabas?
-si tienes acceso a la base de datos de la residencia donde trabajo donde curiosamente tu abuela es la dueña. No lo dudaba, pero te creía más correcto.
-¿me lo hubieras dado si te lo hubiera pedido?
Le miro por la pregunta.
-quizás no.
-Sara vamos a ser claros.-suspiro. La última vez que lo hicimos y de eso hace ya quince minutos no terminamos bien, pero si insiste.- soy una persona que cuando le interesa algo va a por ello.
-¿y cuando ya lo tienes?
-¿que?
- si. ¿que haces cuando ya crees tener lo que quieres?
Me mira, lo justo para volver a mirar a al frente y concentrarse en el tráfico.
- eso depende.
-¿ de qué depende?
-de la parte contraria.
-¿y si esa parte contraria no le interesas?
-lo dudo.
-¿por qué estás tan seguro?
Se echa a reír. Estaciona el coche y compruebo que ya hemos llegado a mi casa.
Echa el freno de manos, se desabrocha el cinturón de seguridad y se gira para mirarme.
-porque tiene unos ojos que expresan todo lo contrario a lo que sale por su boca.
No digo nada. Pero tengo que decir algo. ¿pero qué digo? Me acaba de bloquear.
Este tío tiene cuerda para rato.
-tengo que subir a casa, se hace tarde y dentro de unas horas empieza mi turno.
-¿no me vas a invitar a subir?
Me mira, me mira. ¡vale ya! ¡Para de hacer eso!
-¿desde cuándo te gustan las ratoneras?
-¿ cómo dices?
-si entras en mi casa tendré que sacar el sillón al descansillo.
-¿tan pequeño es?- me pregunta con curiosidad.
-seguro que más que tu cuarto de baño.-le digo mientras abro la puerta y salgo del coche.
-te aseguró que si te lo replanteas si se podría vivir en un cuarto de baño, no sabes la cantidad de expectativas que puede llegar a tener.
Le sonrió, ¿se está haciendo el gracioso ahora?
-buenas noches.- le digo mientras me alejo, y con cada paso que doy mis nervios se relajan pero mi ansia me supera.
- que sepas que tenemos una conversación pendiente y me debes una cena.-me dice guiñandome el ojo. -que no se te olvide.
-adiós.- le digo dándome la vuelta y dirigiéndome al portal.
-sabes que te llamaré.- me grita.- y como te niegues iré a tu trabajo que se donde está.
Abro la puerta del portal y la empujó con la cadera, y de pronto se me ocurre una acción descabellada, mando un beso al aire en su dirección. La verdad no se porque lo he hecho pero me a salido sin más y sin importar las consecuencias. Además la puerta del portal se a cerrado y ese cristal con su su barrotes me protegen.
Su cara parece un poema y yo me río por la situación, creo que ahora no sabe cómo reaccionar. Me giro y buscó el interruptor de la luz.
¡pum!¡pum!¡pum!
-¡joder!.- chillo. Inconscientemente me arrincono hacia un lado y me toco el pecho, se me ha puesto a cien por hora el corazón.
-¿qué pretendes matarme por control remoto?
Tengo a Gabriel pegado a la puerta.
-abre la puerta Sara.
-¿que?
-no me puedes tirar un beso y dejarme así. Abre.
-¡no! ,estas loco. Eran una broma.-y mientras no paro de reír.
-yo no juego con esas cosas.- me dice apoyando la frente en la puerta.
-¿reaccionas siempre así con todas las mujeres que te lanzan besos al aire?
-es la primera vez que me lo hacen.
Ah...Valla. Eso sí que es una novedad.
-abre la puerta por favor.
- ahora mismo no creo que fuera oportuno Gabriel.
-buenas noches.- los ojos se me abren como platos. No puede ser. Me giro y tengo a la señora Robinson a lado mio. La miro y lleva la bolsa de la basura.
Como se le ocurre bajar la basura tan tarde. Que serán...la once. Joder. Miro a Gabriel y me sonríe. Creo saber lo que está pensando.
-que tal Sara.
-muy bien señora Robinson.
-te importa abrir la puerta mientras saco la basura?.
-claro y perdone.- digo por mi falta de educación. No es que no lo sea, pero me encontraba en ese punto en el que veía claro qué pasaría si se abría esa puerta.
- gracias. - me dice. Gabriel ya está sacando su lado más educado y se adelanta a sujetar la puerta. La acompaña y la ayuda a tirar la basura y yo mientras evitando a que la puerta no se cierre.
- un joven encantador tu novio.- me dice al pasar junto a mi yo la sonrio por que la verdad no se qué decir y desaparece por el pasillo. Oímos el leve portazo de la puerta.
Gabriel me esta mirando fijamente y un escalofrío me recorre toda la espalda.
Da un paso hacia mi y yo doy un paso hacia atrás.
-simpática tu vecina.
-sí.-digo sin más.
-¿cuando se empieza un juego sabes que hay que terminarlo?.-
A mi ya no me gusta este juego y me reprendo por haber sido tan lanzada.
Lo que todavía no llegó a entender que es lo que me ha llevado a comportarme así.
-mañana cenaras conmigo.- está claro que no es una pregunta.
Niego con la cabeza.
-no puedo.-intento pensar en algo convincente.- tengo turno de noche.
Sonríe
-se puede arreglar.
-no con tan poco tiempo.
-ya lo veremos.
Veo como se aproxima, mi instinto me dice que me retire y de hecho vuelvo a dar otro paso atrás pero la pared me lo impide.
-no puedes abusar del poder que te da el simple hecho de ser tu abuela mi jefa más directa. No está bien.
-déjame que yo decida que está bien y que no.
La incertidumbre y el miedo a lo desconocido se apodera de mi.
Me siento atrapada, una parte de mi me grita que corra y otra parte por el contrario me dice que espere y disfrute.
Me dejo llevar, cierro los ojos. Siento su aproximación. Me humedezco los labios nerviosa. Siento su dedo como me acaricia la mejilla y ese simple contacto me derrite.
Noto como mis piernas tiemblan y mis muslos se contraen.
Roza mis labios con su dedo y un gemido se escapa de mi boca.
Oigo como su respiración se acelera. Abro ligeramente los labios y con mi lengua logro rozar su dedo. El tener los ojos cerrados me hace multiplicar todo lo que siente y escucho.
-esta noche no te voy a besar.-me dice en un sususrro. Abro los ojos por la sorpresa. Compruebo que me mira con deseo.-pero ten por sentado que lo voy hacer y mucho. Que te quede claro.
Me agarra del cuello y me pega a su cuerpo no sin antes besarme en la frente.
Un beso seguro y prometedor.
-mañana paso a recogerte a las siete.
Y sin mas se gira y sale del portal.
Como una autómata subo las escaleras hasta mi casa. Entro y empujo la puerta cerrándola. Me apoyo en ella y me deslizo poco a poco hasta el suelo, junto mi cabeza con mis rodillas y me abrazo a ellas.
-¡qué coño ha pasado¡- me digo a mi misma en voz alta.
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Siempre mia #P.BigDonut. #wattys2017
Chick-LitSara es una joven que reside en Londres trabajando en una residencia para ancianos mientras termina su último curso de fisioterapeuta, impulsada a presentarse a la gala benéfica que todos los años organizan en su trabajo, su vida y ella como persona...