En busca de su sonrisa {Auryn}

Irlanda

*Narra David*
Salí del baño y subí a la segunda planta, había escuchado a alguien llorar ahí.
No sabía por qué habíamos acabado ahí, Álvaro nos llevó ahí, es todo lo que sé. Aunque tampoco pregunté, no tenía ganas.
Por fuera intentaba dar a ver que no me afectaba que me hubiera dejado, se podría decir que no me gusta enseñar mis sentimientos. Pero por dentro, eso era otra cosa.
Recordaba cada detalle de nuestra relación, lo recordaba como si de ayer mismo se tratara, y es que así fue, hasta hacía nada éramos una pareja.
Un sábado como otro cualquiera había quedado con Fran, siempre tomábamos un trozo de tarta y zumo en la cafetería de debajo de su casa. Y siempre tenía la misma rutina, llegábamos, el camarero nos servía directamente la comida, pues no teníamos que decirle nada, 3 años pidiendo lo mismo el mismo día y se lo había aprendido. Junto a nuestra mesa se sentaban dos señoras, una de ellas vecina de Fran. Esa mujer siempre me quería a juntar con su nieta.
En la mesa de enfrente había un universitario exceptuando los sábados festivos.
Y en la barra había un grupo de altos cargos tomando café, algún día algunas señoras con niños pequeños comiendo la especialidad del local, tarta de chocolate.
Pero ese sábado todo fue distinto.
Nada mas despertarme supe que así sería. Recibí la increíble noticia de que mis disco era el más vendido del país, tras eso quedé con Sonia, una amiga que conocí gracias a mi trabajo, la cual era cantante también, y por primera vez en su vida, no llegó tarde a nuestra quedada.
Tras eso quedé con Fran, quien ya me esperaba en nuestra mesa.
Pero en la mesa de al lado y junto a él, no estaban las dos señoras solas, sino que había dos jóvenes sentadas a su vera.
-¡David!- Me dijo una de ellas.
-Buenas tardes Puri, ¿qué tal? Hoy la veo muy acompañada.
-Si, está es mi nieta Elisa, te hablé de ella. Y esta es su amiga Sandra, acaban de mudarse aquí para estudiar la carrera.
Y ahí estaba ella, la chica mas bonita que había visto jamás. No, no era la típica rubia de ojos azules, no necesitaba esa belleza. Era morena, y sus ojos eran especiales, entre verde y marrón.
Ese día juntamos las mesas y hablamos todos juntos, por petición mía. Sentía curiosidad por esa chica que me miraba con media sonrisa tímida.
Una semana más tarde volvimos a la cafetería, y Puri me siguió hablando de su nieta, aunque ni ella ni su amiga estaban allí presentes.
-Elisa empezará la carrera de periodismo esta semana, está bastante nerviosa. Está alquilando junto a su amiga un piso aquí al lado, junto al mío. Fue idea de su padre para que la controlara mejor.
Así fue como supe que Sandra era también vecina de Fran, y así fue también como pasé casi todo el día en casa de mi amigo. Cada vez que escuchaba el ascensor salía por la puerta para verla, pues su casa estaba junto a la de Fran.
Y a la tercera fue la vencida, fue ella quien salió del ascensor.
-Hola.
-Hola.
Una sonrisa apareció en su cara, la misma que tenía en nuestra primera cita, cuando decidimos mudarnos y cuando me dijo que estaba embarazada.
Un par de meses después de lo ultimo su sonrisa se esfumó y no la volví a ver.

*Narra Alberto*
David y yo estábamos al otro lado de la puerta, escuchando a Álvaro llorar. Teníamos miedo de abrir, el tenía su orgullo y no le gustaría que le viéramos así.
-¿Suele llorar mucho?
-No, nunca.
Escuchamos unos pasos y nos apartamos de la puerta. Álvaro salió del baño y a David le dio tiempo a esconderse en una habitación para que no viera que le habíamos escuchado llorar, pero yo tropecé con la esquina de una alfombra y caí al suelo. Dios, como me dolía la mano.
-¿Qué haces en el suelo?
-Admirar la alfombra, tiene un tono rojizo bastante bonito y una suavidad sorprendente.
-Disimulas fatal.
-Vale, si prefieres la verdad te diré que he escuchado como llorabas. Y será mejor que pienses una excusa para contarle a David, o le confiesas que estás enamorado de Sandra.
-No lloraba.
-Ya claro, y yo estaba admirando la alfombra.
Salí de la casa bastante enfadado, ¿tanto le costaba admitir que había llorado?
Me monté al coche y encendí el movil buscando en mis contactos a alguien con quien hablar. Normalmente hablaría con Sandra, pero no sabía donde estaba. Nuria tampoco era una opción, me había echado de su casa, prácticamente.
Así que el tercer contacto con quien mas hablaba, además de mi abuela, era Niall, por lo que le llamé.
-¿Si? ¿Qué quieres?
-Hablar, de lo que sea. Necesito desconectar, ¿qué tal por Irlanda?
-Bien, bien. Estoy guardando la ropa ya, hace nada que llegué a casa.
-Niall, ¿es Nuria? ¿Puedes pasármela? Que justo iba a llamarla pero se me quedó sin batería el movil. - Dijo una voz femenina.
-¿Quién es?
-¡No! ¡Vete a la cocina!
-Ay, joder, vale que sea tu pareja pero es mi amiga. Trae el movil. -Se escuchó una pequeña pelea entre ambos y como alguien corría y se encerraba en una habitación.- Hola Nuria, el estupido de tu rubio no me dejaba el movil. Antes cuando te llamé se me acabó la batería, pero que sepas que el vuelvo ha estado bien, sin problemas, y que mañana veo a Norman. ¿Sigues ahí?
-No soy Nuria.
Y colgó, era Sandra. Sandra me había colgado. Sandra me había hablado. Sandra estaba con Niall. La estábamos buscando en una maldita finca y estaba en otro país.
Salí corriendo del coche hasta la casa, sorprendentemente sin caerme, y subí las escaleras hasta la segunda planta.
-¡IRLANDA!
Ambos me miraron mal, no me entendían. Estupidos.
-¿Qué le pasa al país?
-SANDRA ESTÁ AHÍ.
-¿QUÉ? ¿CÓMO LO SABES?
-¡HE HABLADO CON ELLA!
David se puso histérico y empezó a gritar, Álvaro hiperventilaba y yo les miraba sonriendo porque yo había descubierto donde estaba.
Quizás estaban al borde de un ataque de nervios pero yo estaba ahí, de brazos cruzados mirándoles con una gran sonrisa.
-¡PERO VAMOS A IRLANDA NO NOS QUEDEMOS AQUÍ!- Gritó Álvaro.
Ché, que rápido iba ese hombre. Irlanda era otro nivel, no era como irse a una finca en otra comunidad autónoma. Era irse a otro país. No podíamos irnos así como así, esto no era una película. Todos teníamos trabajo, no podíamos desaparecer de la nada.
Pero no sé como me acabaron convenciendo, que acabé haciendo las maletas para irme y buscando vuelos al país.