Holaa, solo quería deciros que la cara multimedia de Niall puede resumir lo que le va a pasar en el capítulo, y quizás a algunos se os quede también esa cara.
Amo esa foto, tenía que ponerla.
Ya os dejo con la historia y gracias por leer :)*Narra Norman*
Llevábamos una hora dando vueltas por las calles de Irlanda, comprando y mirando. A veces solo andábamos sin prestar atención a nada.
Pero entonces sacaba el movil y revisaba sus notificaciones, ¿qué estaría esperando?
-Quizás no tengas internet.
Suspiró y apagó el móvil, mientras miraba desinteresada los escaparates. De vez en cuando me miraba y sonreía, pero no una sonrisa de verdad. Su sonrisa era fingida, sin ganas. Tenía que animarla.
-Sandra, voy a entrar a ese bar que tengo que ir al baño, ¿vale?
Asintió, no solía hablar mucho. Así que la dejé en la tienda ojeando vestidos y fui al bar, pero no para ir al baño, sino para llamar a Nuria.
-¿Que quieres?
-Hola a ti también.
-Hola. Perdón pero es que estoy organizando la fiesta...bueno, trabajo. Y estoy algo estresada.
-Solo te robaré unos minutos. -Comprobé que Sandra seguía en la tienda, así era, pero seguía ojeando el movil con una mueca triste.- ¿Sabes que puede hacerla feliz a Sandra? Algo que la quite de la cabeza lo que la ha pasado.
-No sé, estuve seis meses para que se olvidara de un antiguo amor. Ábrela tu corazón y ella te abrirá el suyo, si se desahoga igual mejora. A mi no me ha querido decir nada mas de lo que sé, que está indecisa y quiere olvidar lo que es el amor. Está hecha un lío. ¡Te dejo!
Y me colgó. Bien, tenía que abrirla mi corazón y eso no era algo que se me diera especialmente bien.
Justo antes de entrar a la tienda, salió a mi encuentro. Empezaba mi plan para hacerla sentir mejor.
-¿Te gustó algo de la tienda?
-Había cosas bonitas, pero ninguna que mereciera la pena.
-A veces vas a una tienda y te ves rodeada de cosas nuevas, cosas distintas. Te llaman la atención, a todos nos gusta lo diferente. Pero entonces te acercas a verlo con más detenimiento, y ahí es cuando te das cuenta de que no merecen tanto la pena. Así que sales de la tienda sin nada, solo habiendo gastado tu tiempo. Luego vas a otro local, el que quizás no te llame tanto la atención, y encuentras el vestido mas bonito que has visto. Al principio no querías entrar, la tienda era de segunda mano, pero por mera curiosidad lo hiciste. Y te llevaste la prenda mas bonita que podrías encontrar. Cuando te preguntan que donde la has conseguido tu dices la verdad, que en una tienda de segunda mano, pero no dices que tuviste que buscar mucho hasta dar con ella, ocultas esos detalles porque no tienen importancia. ¿Me entiendes?
-Más o menos, ¿es una metáfora?
-Has acertado. A veces, vas a distintos sitios y lo que primero te llama la atención, luego no resulta como pensabas. Y justo donde menos te lo esperas, aparecen las mejores cosas. Esas cosas no tienen por qué tener un envoltorio tan bonito como las primeras, pueden estar incluso rotas, pero hasta un vestido roto se puede coser con el mimo y empeño necesario.
-¿Fuiste un vestido roto alguna vez?
Nos sentamos en la terraza de una cafetería, en la que menos gente había. Pensé bastante en qué responder, si la verdad o una mentira. Entonces recordé que con ella iba a ser sincero.
-Casi acabo en la basura, nadie me quería. Y entonces me compró una bonita dueña, prometiéndome que me pondría en cada ocasión especial que tendría, mas cada día de su vida. Y acepté. Pero todo era una mentira, no tenía los hilos necesarios para coserme, y no ha sido capaz de arreglarme.
-Un día encontrarás a una costurera, no tendrá el aspecto tan bonito que esa dueña, pero te arreglará.
Sonreí y ella me devolvió una sonrisa, pero esta vez una sonrisa verdadera. Tomamos bebidas calientes sin hablar, simplemente reflexionando.
Y entonces se la cayó una lágrima.
-Yo fui de compras una vez, bueno, no fui. Simplemente estaba tan tranquila y el vestido apareció delante de mis ojos. Luego resultó que ese color no me sentaba especialmente bien, aunque también se puede decir que yo no era una buena modelo para lucirle. El caso es que dejé los vestidos por un tiempo, nada de ir de compras. Y de repente, sin buscarlo tampoco, apareció otro vestido. Y ahora mismo no se con cual de los dos quedarme, pues los dos son bien bonitos.
-Piensa que, si vieras a otra persona con alguno de esos dos vestidos, ¿con cuál te daría más rabia que estuviera ya que es tuyo?
Tomó un sorbo de su taza y se quedó mirando al movil, seguía esperando la notificación. Tomó aire profundamente y me miró a los ojos. Eso era algo que me intimidaba, tenía una mirada que causaba ese efecto.
-Supongo que el primer vestido ha encontrado a una dueña mejor, que no me quiere. Y el segundo, no sé. Joder Norman, estoy hecha un lío.
-Tranquila, ¿si? -Puse mi silla a su lado y la abracé. La oía llorar, aunque lo hiciera en silencio.- ¿por qué crees que ese vestido tienen otra dueña?
-Porque le mandé un mensaje, mensaje que ha ignorado. No le importo, y todo esto es mi culpa. No tenía que haberme ido.
Lloraba a mas no poder, y yo ya sabía la causa de su pena. Tenía un mal de amores, no como el mío, el suyo era peor. Quizás la vida me haya tratado fatal, y el amor mucho peor, pero a ella la había hecho la vida imposible. Era tan joven, tan frágil. No se merecía eso.
Y puede que esa situación fuera su culpa, pero juro que el día en el que me encuentre con su primer amor, quien la ha destrozado, sufrirá por ello. Solo me queda lamentarme por ella y el segundo amor que tuvo, que jamás estará a la altura del primero.
No era bueno consolando, así que preferí ni decirla nada. Me limité a seguir abrazándola, dándola algún beso en la cabeza para tranquilizarla. Pero no dejaba de llorar.
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En busca de su sonrisa {Auryn}
Fanfiction"Te juro que aunque sola, sobreviviré. " Si te gustó "Smile for me" y te quedaste con ganas de mas, esta es su continuación. Sobra la descripción, ya sabéis de qué trata si os habéis leído la primera parte.