*Narra Nuria*
Llevábamos una hora esperando a que nos atendieran, ¿tanto les costaba?
Alberto se había dormido ya y todo, vago que era. Encendí el teléfono y me puse a jugar a un juego de todos los que tenía. ¿Crecer yo? Jamás.
-No he podido superar esa nivel, ser dificultad para mi.
Reí aun sin verle la cara, era Liam. ¿Quién sino hablaría así de mal? Y, en efecto, era él. Se sentó a mi lado y me quitó el movil de las manos, menudo caradura.
Y en nada el nivel ya estaba superado. ¿Pero a este hombre no se le daba mal el juego? No había quien le entendiera, literalmente.
-¿Tienes ganas de comer?
Negué con la cabeza y celebré mentalmente que le había entendido una frase sin esfuerzo.
No tenía hambre, era raro, pero el bebé no me pedía comida.
Me estaba pidiendo otra cosa: venir ya al mundo.
No, no, no, no y no, aun no había salido de cuentas.
-¿Estás bien tú? Pareces algo...rara.
-El bebé...-abracé mi abdomen y cerré los ojos con fuerza, el maldito daba bastante guerra.-ya viene, ya viene. Joder...que ya viene.
Me miró confuso, sin saber bien que hacer. Rápidamente despertó a Alberto, quien reacciono como él. No tenían ni idea de como tratar a una mujer embarazada, que suerte la mía.
-¿Llamo a una ambulancia?
Asentí a las palabras de Alberto, pero Liam le quitó el teléfono de las manos. ¿Que diablos estaba haciendo?
-No puedo dejar hacer la llamada.
-Mira, como mi hijo nazca aquí es que...
-Un momento...
Salió corriendo y nos dejó a Alberto y a mi ahí solos, gracias Liam, seguro que él sería una buena matrona. Con lo patoso que es se le escurriría el bebé de los brazos.
Pero, a Dios gracias, Liam apareció con las llaves de un coche en la mano.
-Ven conmigo.
Asentí y le agarré de la mano. Antes de irme le lancé el bolso a Alberto, tenía que pagar la fianza se alguna forma, y el dinero lo tenía yo.
Juro que si hubiera sabido antes que tener un bebé dolía tanto, no me hubiera quedado embarazada. Dios, que dolor.*Narra Sandra*
Nuria me había mentido, no aparecía por allí. ¿Quién demonios nos iba a sacar de allí si no era ella? Para colmo la resaca ya empezaba a aparecer, ag.
Me acerqué a los barrotes de la celda e intenté ver más allá de donde estaba, imposible. Solo se veía una mesa y poco más. No había ni un alma.
Me senté en el suelo y estiré una pierna para despertar a Niall, no entendía como lograba dormir.
-¿Qué?
-¿Por que duermes?
-Dormía porque tenía hambre y así no pensaba en ello. Y tú, ¿por qué estás tan inquieta? ¿Te pasa algo?
-¿Además de que estoy detenida.
-Vamos, un día más y salimos. ¿O eran tres?
Bufé y empecé a desconchar la pintura de la pared. Yo no valía como presa, que aburrimiento de vida. Pero Niall parecía feliz, como si estuviera en su salsa. Me tenía que enseñar el secreto. Pero, en vez de eso, volvió a cerrar los ojos. No le iba a dejar dormir, entones me aburriría aun mas.
Con los trozos de pintura que había arrancado de la pared, empecé a atacarle. Los primeros los ignoró, pero acabó riendo y abrió un ojo. Era adorable así. Hasta que contratacó. Maldito.
Y miré donde esconderme, aunque ahí era difícil, así que seguí tirándole trozos de pintura desconchada. Creo que nuestras risas se podrían escuchar desde toda la comisaría.
Cuando, por fin, se nos acabó la munición de las manos y era demasiado peligroso rascar mas, nos miramos desafiantes. Me sacó la lengua y le hice burla. Adoraba estar así de bien con el, quitando donde estábamos.
-Oye, ¿te puedo decir una cosa?
-Claro. Rubio, adelante.
-¿Rubio? Me alegra no escuchar un teñido después de eso.
-Es que ahora me caes bien. Anda, dime.
-Prométeme que nuestra amistad seguirá siendo siempre así. Aunque yo sea el ex de tu mejor amiga.
Asentí y le abracé. No podía rechazar esa petición.
Y entonces, el corazón comenzó a irme a mil por unas simples palabras. Nunca había sentido tanto miedo, o quizás sentimientos contradictorios.
-Yes, they're Álvaro Gango and David Lafuente.
-Ok, ok. Give me a moment.
Mierda, ¿qué hacían allí?
Niall también lo había escuchado, la mesa donde estaban los agentes estaba tan cerca de nosotros.
Con un gesto le pedí silencio y que atendiera a la conversación.
Empezaron a hablar de sus vacaciones, hasta que dijeron que compartirían celda con nosotros. Oh, no. Ahí no había sitio para esconderse. ¿Cómo iba a conseguir salir de ahí? Miré a Niall preocupada y negó, sin saber que hacer.
No estaba preparada, no para verles a los dos. Es mas, a uno no quería ni verle en pintura.
Niall me agarró la mano y me apretó fuerte. Respiré hondo y pensé en como enfrentarme a la situación.
Un agente de baja estatura entró a la habitación con ambos esposados. Ya está, cualquier esperanza de salir de ahí se había esfumado.
Por favor, que no me miraran. ¿Pero que digo? Íbamos a compartir los Miami escasos metros cuadrados. Ni que fueran tan despistados como Alberto.
-Relájate, yo te ayudo. ¿Les rompo el corazón de forma agradable o no?
-Me fui del país dejándoles atrás, creo que mas agradable que eso será todo, ¿no?
Rió y me apretó de nuevo la mano. Un simple gesto me daba tanta fuerza.
Y ahí pasó él delante de mi.
Con su mirada hipnotizante, mirándome confundido.
Corrió hacia la celda, dejando atrás al agente que me escoltaba, y se aferró a los barrotes mirándome como si le fuera la vida en ello.
Y comenzó a llorar.
-Sandra...
Niall me puso detrás de si y, en vano, me protegió. Ya estaba el daño hecho, todo daba igual.
El agente le zarandeó y le llevó a que le tomaran las huellas.
Y mirando como se iba, llegó Álvaro.
Él se tomó mejor verme, por lo menos no corrió a mi. Simplemente se paralizó y no supo articular palabra.
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En busca de su sonrisa {Auryn}
Fanfiction"Te juro que aunque sola, sobreviviré. " Si te gustó "Smile for me" y te quedaste con ganas de mas, esta es su continuación. Sobra la descripción, ya sabéis de qué trata si os habéis leído la primera parte.