Vuelta al pasado

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*Narra Nuria*
La alarma sonó, eran las 7:27 de la mañana. Ag, no, no me apetecía volver al instituto. Pero ahí estaba mi madre, apoyada en la puerta de mi habitación. Qué mujer, hasta que no me levantara no se movería de ahí. Por mi podríamos haber pasado el día entero así, pero la pobre se iba a cansar y a mi me iba a caer una bronca, así que no me quedó otra que levantarme.
Y miré con un puchero la cama, hacia tanto frío fuera de ella...mi bebé se quedaba solo hasta que volviera de clase. Ay, si mi bebé me esperaba en clase. Lo siento Niall, te había cambiado por una cama.
Creo que él era el único motivo por el cual tenía ganas de ir a clase, y por mis amigos, pero más por él. No soy de esa clase de personas, pero ya me imaginaba un futuro con él.
Pero tenía que dejar de pensar en el futuro y centrarme en el presente. Y este presente era una gran mierda, literalmente. En el camino a casa de Alberto pisé un excremento de perro. Tenía que empezar a venir a buscarme él.
Y allí estaba, apoyado en la puerta de su casa, medio dormido, mirándome con los ojos entrecerrados.
No nos saludábamos, nunca lo hacíamos. Ambos teníamos un mal despertar, así que preferíamos el silencio. Y callados estábamos hasta llegar al instituto, donde Lidia y Carlota nos sacaban las palabras. Al rato llegaba Sandra, siempre impuntual, aunque no hablaba. Ella decía que lo bueno se hacía esperar, por eso jamás llegaba pronto.
-¿Quedamos mañana? Estrenan una nueva peli. Lidia, ¿cómo se llamaba?
-No sé. Carlota, calla. Nadie te escucha salvo yo. Nuria está mirando el reloj, ansiosa porque llegue el rubio ese, Alberto está dormido, y Sandra está como él, aunque estará soñando con el barbas ese.
Carlota suspiró y nos dio por casos perdidos. Siempre era igual.
Y así pasaban mis días.
Madrugaba, caminaba seis minutos en silencio hasta el instituto con Alberto, seguía callada con los demás en la entrada, atendía en clase, quedaba con mis amigos, Niall o todos a la vez, me quedaba hasta tarde leyendo y vuelta a empezar.
¿Alguna vez cambiaría?
Y volvieron a ser las 7:27, pero mi madre no estaba allí y esa no era mi habitación. Corrí por toda la casa buscando a mi familia, pero no había nadie. Alterada, salí en busca de Alberto, pero esa solo un vano espejismo al que, por mas corría, no lograba alcanzar. Y seguí corriendo, tras él, hasta llegar al instituto. Seguía sola. Ni Lidia, ni Carlota, ni Alberto o Niall, siquiera Sandra. Estaba sola. Y empecé a llorar. Oh, no, no lloraba yo, era un llanto de bebé, bebé cual tenía en brazos. Y Sandra apareció, de repente, ayudándome con la sangre provocada por el parto que acababa de ocurrir.

Y desperté. Estaba empapada en sudor, gritaba histérica. Odiaba recordar mi pasado, había perdido tantas cosas.
Ya no me quedaban tantos amigos. Se podía decir que estaba sola. Ni tenía a Niall junto a mi, y eso dolía.
Apreté mi vientre y lloré. No podía haberme quedado sola. Los cambios suceden siempre a nuestro alrededor, aunque los intentes frenar. Y mi vida había cambiado demasiado.
Y, como en mi sueño, Sandra apareció.
Pero ya no estaba tan calmada, sino alterada. Corrió a abrazarme y preguntarme que me pasaba. No lograba hablar, no podía hablar.
Y me abrazó, no podía hacer otra cosa. Y la abracé mas fuerte que nunca, la necesitaba a mi lado. Necesitaba que todo volviera a ser como era.
Así que me separé de ella y corrí a por mi movil.
-Nuria, ¿qué haces? Joder, ¿estás bien?
-Sí, solo necesito reunir a la pandilla, que todo sea como antes.
Me miró mal, como si estuviera loca. Quizás llevara razón. Pero ignoré su cara y mandé el mismo mensaje a cada persona que había sido importante en el mejor momento de mi vida. Les había pedido quedar en el parque donde solíamos quedar y a la misma hora de siempre. Era poco probable que todos estuvieran esa noche ahí, teniendo en cuenta el día que era. Mierda, era ya 24 de diciembre. Mañana se casaba Sandra y Álvaro aun no había aparecido. Se me acumulaban las cosas.
-¿Qué es este mensaje que me has mandado? Tengo la fiesta de Blas en Madrid. ¿Cómo quieres que me presente en Santander a la misma hora?
-Ya estás en Santander, no hace falta que te vayas. Te necesito aquí.
-Nadie irá. Deberías venir conmigo a la fiesta de disfraces.
-Eres una negativa.
-Lo sé.
Suspiré y encendí el movil. Carlota pasaba la noche con su familia, no iba a ir a la quedada. Normal, venía desde Nueva York tres días, para las fiestas y la boda de Sandra, no podía entretenerse en mis tonterías. Lidia me dijo que sus hijos necesitaban a su madre, no podía estar a las once de la noche en la otra punta del país, sin sus hijos. Sandra ya me había dejado claro que no. Y los tres restantes no me habían contestado.
Me di por vencida, todos habían olvidado lo importante que había sido nuestra amistad. No me quedaba otra opción que ir a esa fiesta, ya que no iba a estar con mi familia. Habían decido irse de crucero y como yo estaba a punto de dar a luz, no fui. Gracias familia.
Miré a Sandra, la cual me miraba a mi, aun preocupada por la forma en la que me desperté.
-¿De que te vas a disfrazar? Quizás vaya.
-Novia cadaver.
-¿Por?
-Porque será la única oportunidad de Norman de verme vestida de blanco.
-¿Qué?
-Mañana no me voy a casar. Lo he hablado con él, y pensó como yo, que no era buena idea. Hasta que esta mañana me despertó con un mensaje de buenos días seguido de "todo está listo, he movido unos hilos y la boda está organizada". A este hombre le da igual estar hecho una mierda.
-¿Tan difícil es decirle que no te quieres casar?
-Sí.
-Me parece que deberías decírselo, eh. Bueno, ¿de que me puedo disfrazar?
-De Manolo el del bombo.
-¿Qué?
Empezó a reírse cual posesa, llegando a soltar alguna lagrima. Por una buena amiga del pasado que me quedaba y estaba loca.
-Es que solo te tienes que disfrazar de Manolo...¡porque bombo ya tienes! Dios, es buenísimo.
-Que graciosa.
Y siguió riéndose. Ja ja ja ja, me parto con ella, de verdad.
Suspiré y me tumbé en la cama. Mierda, era la cama de Sandra, era la casa de Sandra. Niall había venido desde Irlanda con ella...¿estaba en esa casa también? Necesitaba saberlo.
-¡SANDRA!
-Perdón ya jajajajajjajajajaja paro de reír jajajjajajajajaja.
-No es eso, aunque podrías hacerlo. ¿Estamos solas?
-No, el bombo está con nosotras.
Y volvió a reír. La mataba.
-¿Niall está aquí?
-No, ha ido a por un disfraz de princesa seguramente para la fiesta. Blas invitó a Álvaro que invitó a todos sus amigos porque bueno, larga historia.
-¿Pero ha pasado la noche aquí?
-No. Norman dijo que era mejor que no viniera aquí Niall por ti, que no viera tu embarazado. Sí, le conté lo del bebé. No me mates que nos está ayudando llevándose a Niall a un hotel. Bueno, el caso es que estamos solas, porque Alberto está en casa de sus padres.
-¿Tu no vas a ver a tu familia?
-No, hoy no.
Y salió de la habitación. Solo me quedaba pensar un disfraz para la fiesta, y el de Manolo no iba a ser.

En busca de su sonrisa {Auryn}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora