CAPITULO 25, PARTE 2

7 0 0
                                    

Un nuevo camino se abría ante mis ojos, y no sabía si tomarlo o dejarlo.

Eran vacaciones, y el sol estaba dando fuerte en la playa de Londres. Un bikini de dos piezas cubrían las zonas escenciales, mi mano estaba entrelazada con la de Max. Una toalla verde cubría la zona donde los dos estabamos sentados como una pareja más, habían pasado 3 semanas desde que pidió la oportunidad y mi panza ya empezaba a formarse con casi 2 meses de embarazo, y tres semanas de andar con Max.

-Me imagino a nosotros cuidando de una pequeña como ella.-soltó apuntando con la cabeza a una pequeña niña rubia, y muy tierna formando castillos de arena. Me acerqué a ella.

-Hola, pequeña.-saludé amablemente.

-Hola señorita.-saludó ella con una sonrisa pegada al rostro. Su mirada bajó a mi abdomen con curiodad.-¿por qué tiene la panza afuera?-preguntó.

-Porque, pequeñita, aquí hay un bebito en crecimiento.-una sombra cubrió a la niña.

-Adela, debemos ir con tu padre.

-Mami.-miré a la mujer.-¿qué tiene la señorita en su panza, mami?

-Hija, ella.-me miró, me parecía conocida.-Está esperando un bebé, tal como te esperé yo hace 6 años.-me miró nuevamente como examinandome.-Hey, eres Darcy Styles ¿no?

Asentí.-¿cómo sabe?-pregunté.

-Tu padre y yo eramos buenos amigos, y con tu madre casi hermanas.-estiró su mano ayudandome a pararme.-Melannie Ross, un gusto.

-Dars, mi padre quiere ver....-miró a la mujer, Melannie.-¿quién es ella?

-Melannie él es mi novio Max Horan, Max, ella es Melannie Ross.-sonreí.

-¿Horan?-asintió.-¿hijo del doctor Niall Horan?-nuevamente asintió.-No sé si sea una molestia pero he tratado de contactar con tu padre desde hace años y nada, ¿podría ir con ustedes, muchachos?

-Claro que sí.-Adela tiró del brazo de su madre.-Y Adela igual.

*

-¿Niall?-la pregunta de Melannie me sorprendió, los ojos del tío Niall se llenó de confusión.

-¿Melannie?-respondió con una pregunta.-Pensé que estabas en Roma.

-Bueno, volví con la esperanza de que te encontrara y bueno, me encontré con tu hijo y la hija de Harry.-sonrió tímida.

-Te busqué los últimos 10 años y no te podía hallar, incluso fui a Roma pero aún así fue difícil encontrarte.-reconoció.

Salimos del pequeño cuarto. En la entrada del hospital estaba una pareja, la chica era pelirroja y el chico...el chico era Tomás. Apreté mi mano en el brazo de Max al ver la escena y mi corazón pedía a gritos ir hacia allá. Pero no podía, mi pensamientos solo se ocupaban en cuidar de mi hijo y querer a Max, como corresponde. Nuestros ojos se encontraron y caminó hacia nosotros.

-Darcy-murmuró, April parecía muerta a su lado.-No creí...necesitamos hablar.

-Max, ya vuelvo.-sonrió, caminé con Tomás hacia otro lugar.-¿qué pasa?

-Lamento tanto lo que pasó hace casi un mes, Darcy, y quería decirte esto de una vez por todas.-se rascó la nuca nervioso y me miró a los ojos.-Yo, compraron unas drogas a mi nombre, Bradden y el grupo. Y ellos no lo pagaron pero yo no quería pagarle sus cosas así que me dieron a elegir, pagar o...romperte el corazón.-atenta a sus palabras, siguió hablando.-Y preferí la segunda opción en vez de darle mi dinero que he juntado hasta ahora, para cuidar y no romper la promesa con tu padre de hacerme cargo por lo menos de los gastos del pequeñín.

-Tomás, no es necesario.-sincerisé.-Max me ayudará y acepté su generosa ayuda. ¿me amas?

-Obvio que sí basurita.-susurró.-Siempre te he amado, y verte con ese rubio me mata pero es mi castigo por no pasar el dinero, y romperte el corazón.

Reí ante su ternura, me puse de puntillas y dejé un beso en su mejilla.-Siempre serás bienvenido a cuidar de tu hijo, es sangre de tu sangre y no te negaría nada de eso jamás.-murmuré.-Mi deber como próxima madre es darle todo lo mejor al crío y que sepa quien es su verdadero padre le hará la vida más feliz ¿no crees?

Sonrió con dulzura.-Sí.

Lo abrazé por el cuello y al separarme, pude notar que estaba agradecido de que le dejara ver a su hijo. Volvimos donde Max y April, pero la segunda no estaba y Max tampoco así que los buscamos pero al verlos. Mis ojos se cristalizaron, se estaban besando libremente sin temor a ser descubierdos y me dolió tanto que al dar un paso atrás, choqué con Tomás.

-Darcy...-murmuró él sosteniendome.-Darcy, tranquila.

-Dars...-la dulce imagen de Max se fue al caño.-No es lo que parece...

-Nunca me vuelvas a hablar animal.-solté yo enojada. Caminé a la oficina de Horan seguida del padre de mi hijo.

-Sobrina mía, entra, Tomás.-pasamos juntos.-Ya sabes lo que haremos, recuestate en la camilla.

Subí la camiseta sintiendo el frío gel en mi abdomen, viendo la pequeña pantalla noté como la semillita aparecía.-Al parecer, todo está correcto hasta ahora. ¿te has sentido mal?-negué.-Bien, eso es todo, sobrinita.

Dejé un beso en la mejilla de él y junto a Tomás salimos. April estaba bastante alejada de Max y en cuanto salí se acercó a mi. Lo ignoré saliendo con el chico a mi lado hacia el auto de su padre, suspiró poniendo sus manos a cada lado de mi cabeza.

-Lamento eso.-negué.

-No fue tu culpa, cariño.

-¿quieres volver conmigo, Dars? Me siento tan solo sin tu compañía.-lo pensé, si lo dejo me arrepentiré pero si acepto quizá vuelva a hacer lo mismo. Pero no podía desperdiciar la oportunidad.-Me vuelves loco, basurita, y te necesito a mi lado con la dulce criatura en tu vientre siempre. Por toda la vida.

-Cállate y bésame mejor, sí quiero volver contigo.-tiré de su poleron hacia mi agotando el espacio, sus manos jugaban con el cinturon de los jeans mientras yo jugaba con el cuello de su polerón.-Te he amado siempre y talvez nunca deje de hacerlo, porque aparte de ser el amor de mi vida eres el padre de mi hijo. Tonto.

Irresistible TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora