Irresistible Tentación

CAPITULO 30; PARA SIEMPRE. FINAL.

No todo es para siempre pero esta historia revolucionó los para siempre.

-Darcy Gema Styles Grey. Enana, amor de mis amores.-Daniel comenzó a decir, muchos pares de ojos pararon sobre ellos.-Mi amor, sé que es muy pronto para esto pero siento que mi amor por ti es mucho mayor. Llevamos dos años y 6 meses juntos, te amo Darcy, amo a Ángel, amo todo, absolutamente todo de ti y quisiera cellar nuestro amor con una gran propuesta.-él de arrodilló frente a Darcy, quien no sospechaba nada sobre a donde quería ir Daniel. No entendía que ocurría con él, en medio del centro comercial de rodillas y con una cajita envuelta en terciopelo. La abrió.-¿Darcy, quisieras casarte conmigo para el resto de la eternidad, en las buenas y en las malas, en las adversidades. Idas y venidas, peleas, conflictos? ¿quisieras pasar el resto de la vida junto a mi y el preocioso Ángel que me has dejado cuidar, amar, proteger, educar? ¿querrías ser mi esposa?

Sus ojos se aguaron dejandolos más claros de lo normal, todos esperaban la ansiada respuesta de la chica pero las palabras no salían de su boca. Negó cada vez más emocionada, sonrió mirandolo a los ojos.

-Daniel...yo...-murmuró.

Daniel se paró aún teniendo la pequeña caja en su mano.-Di que sí, amor.

-No me interrumpas.-las lagrimas siguierom brotando por sus ojos-¡sí quiero casarme contigo idiota!-Daniel suspiró apegando su cuerpo al de Darcy desde la cintura y besandole.

Él pasó el anillo por el dedo anular de su prometida, pero lo que no sabía era que esa misma noche. A la luz de la luna, con el mejor manto del mundo de estrellas se casarían. Tomó su mano izquierda besando sus nudillos, eran la pareja más hermosa que el mundo hubiera podido ver. La única que expresó su amor publicamente, aplausos llenaron el centro comercial y de entre las personas apareció Angelica y Harry. Los ojos de Ángelica escurrían en lagrimas y Harry, que se contenía, al ver la tremenda felicidad de su hija mayor no pudo aguantar y fue a abrazarla. Darcy rodeó el cuello de su padre permitiendo que él la elevase del suelo.

-Mi pequeña estás tan grande ¿ahora de quién cuidaré si no te tengo a ti?-murmuró su padre mirandola enternecido.

-Papá, siempre podrás cuidar de mi. Sólo que también de tu nieta, Ángel, como el pequeño angelito que me salvó la vida.-sus ojos cristalinos soltaron las lagrimas retenidas.

-Vé, tu prometido te espera.

Darcy asintió. Abandonó los brazos de su padre ante la fija y atenta mirada de todos los presentes. Todos conocían al padre de ella, el gran luchador, y hasta algunas personas deseaban ir a pedirle un autografo pero uno se destacaba. Él se quería quejar pero Darcy era feliz. Y a Tomás le dolía. Le dolía tanto que haber malgastado el tiempo con Drina le echó en contra.

Llegó a su casa, enojado, frustrado consigo mismo. Daniel ya había ganado la guerra, tenía el amor de Darcy. Golpeó el saco molesto con sus puños que no daban más, por la puerta entró su sobrina. Al verlo así, abrazó la pierna de su tío y Tomás, tomó a la niña de 7 años en sus brazos. Llevandola consigo hacia el sofá.

-Mami.-llamó la niña.

-Sí, hija.-dijo ella.

-El tío está llorando.-comentó triste.

-¿Tomás?-su hermana se acercó a él, limpiando sus lagrimas.-¿es por ella, hermanito?-asintió apoyando su cabeza en el hombro de la chica, le dolía el corazón por Darcy Styles.-Te lo dije, Tommi, te dije que lucharas por el amor entre ella y tú. Te dije que estaban destinados a estár juntos, a críar a Ángel. Pero te metiste con su mejor amiga.-Tomás sollozó.-Y eso te llevó a esto hermanito, tranquilo, la superarás alguna vez. Te lo aseguro enano, como que mi hija te amará por más errores que cometas porque Tommi, eres como su padre, como su hermano mayor, como su confidente. Sonríe, limpia ese bello rostro que tienes y no te preocupes, pronto dejará de vivir en tu mente el vago recuerdo del casi suicidio de Darcy, y su imagen solo será un recuerdo del pasado, te lo prometo.