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Ashton no tenía pasiencia como para aguantar la inocencia de Andina. Pero tuvo compasión y lo dejo pasar.

- ¿Cómo te llamas? Nombre completo... - fue la primera pregunta.

Andina no estuvo muy segura de contestar pero aún así no vio el porque no debería. Mientras Ashton estaba siendo un poco mandon...en su primera salida. No. No había un porque para no contestar sus preguntas. 


- Andina Rivera Sullivan  - Ashton la miro confundido.


- ¿Cómo es que tienes un apellido latino y el otro irlandés? - 


- Enserio que quieres saber...pues mi madre me tuvo cuando solía estar casada con mi padre, y él es de Reino Unido - se sintió incomoda.


- No interesa mucho pero bueno...¿Cuántos años tienes y cuándo cumples? -


Andina comenzó a bufar. Esto parecia como cuando estás en la escuela y supuestamente "quieren saber más de ti" 


- Tengo 22 y cúmplo el... - no pudo terminar ya que éste la interrumpió.

- ¿¡ 22!? pero...ERES MAYOR QUE YO!! ¿!C-Cómo?! PARECES UNA JOVENCITA - comenzó a exasperarse.


Andina se enojó y se levantó del asiento. Ashton se levantó también confundido con su actitud. Pero seguía sorprendido.

- Me voy - dijo ella claramente enojada.

- Pero...¿porqué? No irás a ningún lado hasta que contestes mis preguntas - su voz fue seria. Pero no tanto como la de Andina.

- A la mierda tus preguntas, no puedes controlarme, mucho menos cuando soy mayor que tú...porque si tanto te molesta que sea mayor que tú...pues consiguete a otra - se dirigió a la puerta.


Andina estaba molesta por el hecho de que Ashton pensara que podía aprovecharse de ella.
Ashton era un idiota.


- No irás a ningún lado, te quedarás aquí como la buena chica que eres - ella rodó los ojos. Se giró y lo enfrentó.


- En realidad pensé que serías un chico no se...amable, pensé que solo actuabas como idiota porque...p-porque... - su voz tembló y se sintió como una estúpida.


Llegó a pensar que talvez Ashton si le interesaba salir con ella. La había invitado a su cuarto...bueno eso no suena tan bien que digamos. Pero era un hotel y...eso tampoco suena bien.

Pero Andina no veía lo malo en eso, y en serio Ashton de alguna manera le interesaba. Enrealidad no fue a su habitación que la invitó, sino a una salida pero todo se tornó alrrevez y todavía no entendía las intenciones de él.

Ashton la miró confundido y no podía, trataba, por no mirar su pequeño cuerpo. Ni tan delgado, un poco de deformación en las piernas, no era como una chica de esas que pensaban que porque tenían un trasero enorme debían de arrodillarse ante ellas. No era así. Lo podía notar.

Estaba tan perdido en su cuerpo, que no escuchaba nada de lo que ella decía.


- ¿Sabes qué? Olvidalo -


Estaba apunto de abrir la puerta pero éste la detuvo. Acorrandola en la puerta pero sin hacerle daño o acercarse. 


- Dejame ir... - Andina cerró los ojos tratando de no encontrarse con los de él.

Ashton no podía...no la dejaría ir, sería un grave error. Ya estaba decidido, ella era su niña y la quería toda para él.


- No te vayas - su voz ronca.

Él sabía que la única manera de ganarse a Andina era siendo sutíl con ella. Pero a su manera. 

De repente Andina soltó un chillido al sentir la mano de él azotar en su pierna. Los nervios estaban de punta y de alguna manera. Le gustó.

Él no pudo más. Sería suya, su niña. Las ganas de hacerlo en ese momentos estaban más allá de la raya.


- Hazle caso a daddy princesa...-

Ella abrió sus ojos como platos. ¿Cómo se había llamado?

Quería que la pesadilla terminara. Cerró sus ojos al sentir la respiración de Ashton en su cuello. Todavía no estaba segura si en realidad era una pesadilla, o si de verdad quería corresponder a lo que su cuerpo le insiste hacer.


- Um...uh...no esta bien lo que hacemos... - susurró.

Ashton sonrió y deposito un beso entre medio de su cuello. La miró fijo y bajaba a sus labios. Los nervios cubrían el cuerpo de Andina.


- Princesa, está bien lo que hacemos, lo que está mal es que tu sigas aquí desobediendome - le guiño.


- A-Ashton... - soltó otro chillido al sentir nuevamente la mano de Ashton azotada en su muslo.


- Cuando estemos sólos tú y yo, soy daddy...y tú serás mi gatita princesa...mi niña bonita - acercó su rostro al de ella.


- Uh Ash...- estaba apunto de decir su nombre pero Ashton le apretó el muslo.


- ¿Decías algo... - se alejó un poco mirándola a los ojos.


Andina estaba asustada, no sabía que hacer.

- D-Daddy... - él sonrió.


- Eso es gatita...te haré sentir tan bien, que querrás tenerme a cada minuto del día -


Puso sus manos en su cadera atrayendola hacia él. Y besó sus labios. Chupo y mordió.

Mientras Andina sólo se dejaba llevar.









Él era su daddy. Y ella su gatita.

smoothie afiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora