12

2K 101 0
                                    



- Dios que susto - dice Andina mientras su pecho se mueve rápidamente.

- Oh señorita perdoneme, pensé que no había nadie a ésta hora en la habitación -

La chica que hace la limpieza en el hotel había entrado a la habitación.

- Joder Niall...te llamo luego vale? - se escucha un suspiro al otro lado de la línea.

- Oh vamos, hace tiempo que no hablamos -

- Niall ahora no es el momento, te explico luego - y colgó.

Colocó en el celular en la mesa y se dirigió a la sirvienta del hotel.

- Um... - no sabía que decir.

- No se preocupe señorita, solo recojo la basura y me retiro - sonríe amablemente y se va al baño.

Andina suspira y luego la puerta se vuelve a abrir.

Un Ashton con una botella en mano aparece alfrente. Sonríe al verla a ella tan desconcertada como siempre, se acerca a ella y la agarra de la cintura para luego posar un cálido beso en su frente.

Andina nerviosa lo aparta un poco y él confundido la mira. Al ver sus mejillas levemente rojas, su pantalón se apretó pero trató de ocultarlo.

- ¿Acaso no puedo decirte hola? -  sonríe de lado y echa la cabeza hacia un lado.

- N-No es eso es que... -

Y la puerta se cerró y la sirvienta salió del baño. Con bolsas y unos cepillos en su otra mano. Ashton se puso serio pero al ver que solo se trataba de la sirvienta aflojó la mirada.

- Oh.. - entendió el porque Andina estaba toda tímida. Había alguien más adentro.

La sirvienta sonrió y anunció que ya se iba. Al cerrar la puerta Andina algo incómoda por la presencia de Ashton miraba el piso con algo de inseguridad. No era que le molestara el que él estuviera ahí. Es que la ponía muy nerviosa y ella sabiendo que le gustaba. No era de algo que le gustaría admitir. Sabiendo que ella y él tomarán diferentes rumbos en poco tiempo.

Ashton sonríe coqueto y se acerca a ella lentamente. El pulso de Andina era rápido y sentía un calentón que no estaba segura si era de excitación o nerviosismo.

- Gatita, ya se fue...no hay de que ponerse tímida - susurro.


Ella molesta lo encara y apunta su pecho.

- Deja de burlarte - dijo con firmeza.

- No lo hago - trató de agarrar su cintura pero ella se dio vuelta

Ashton rodó los ojos y sonrió al ver el acto infantil de ella. Lo estaba volviendo loco. Bastante.
Trató de mantener su vista muy lejos de su trasero. Pero por su mente no pasaba darle un apretón fuerte. Los pantalones le comenzaban a molestar y se los iva a quitar no importa que.

Entonces cuando ella está apunto de volver a darse vuelta, siente un apretón fuerte, causándole dolor.

- Ashton! -

Como un rayo, Ashton estalla en sus labios. Moviendo su boca en una melodía bastante rápida. Como si estuviera sediento. Su lengua recorría toda su boca, dejándola sin aire. Ella trataba de alejarlo, pero segada por el placer se dejó.

Con sus manos, alzó su pequeño cuerpo y ella enredó sus piernas junto a su cintura. Como amaba ésta posición Ashton. Con su mano apretó sus nalgas y en el momento que Andina abrió su boca para reclamar, volvió y metió su lengua.

La respiración era dificultosa, y cuando ya se encontraba media asfixiada, se separó bruscamente.

- Princesa, dime quién te besa...dime quién te hace sentir como una reina, dime - su erección resaltaba en sus pantalones.

- Daddy me hace sentir como una reina, tu eres mi daddy... - podía sentir el gran bulto que tenía allá abajo.

- Dime que te folle gatita, porfavor - y ella sonrió.


Ashton le rogaba a ella por que la follara. No era la manera más sutil de pedirselo, pero era malditamente caliente. Ella lo quería. Y no lo negaría.


- Follame ya daddy -


Y entonces él enloqueció.

smoothie afiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora