30[2°]

705 40 1
                                    







Respiraba hondo, y lentamente. Tenía que relajarse. Lo que estaba apunto de hacer no era algo muy fácil, era complicado. Pero no había opción. Tenía que dejar todo atrás. Y la única forma de hacerlo era enfrentando las cosas, y no escapando de ellas pretendiendo que nada nunca había pasado. Era ahora o nunca.

- Andina Rivera Sullivan - dijo ese hombre con lágrimas en sus ojos. Dijo su nombre de una forma tan agitada y a la misma vez con emoción.

Antes de que pudiera emitir cualquier palabra alguna, sus brazos la envolvieron en un abrazo tan fuerte y casi molesto, pero él no podía ocultarlo. La extrañaba tanto. Extrañaba a su niña pequeña, no tan pequeña ahora...su preciosa hija.

- Papá...estás asfixiándome - trató de decir perdiendo un poco el aire.

Con una sonrisa y una lágrima de felicidad pura cayendo del rabillo del ojo, la dejó ir. Agarró sus manos, buscando algo de emoción como respuesta de parte de ella, pero Andina se veía perdida y algo incómoda. Cómo cuando ella estaba en casa. Antes de que se fuera.

- Mi niña... - apretó sus manos tratando de contenerse.

- Papá - sin saber que decir o como empezar, entra su madre a la oficina de su marido.

- Tienes una reunión a las sie...- se quedó callada e incrédula. La imagen en frente de ella era simplemente irreal. Su hija estaba ahí, agarrada de brazos con su querido padre.

- Oh Dios mío...Andina...mi amor - antes de que ella pudiera decir algo, ella corrió buscando los brazos de su hija. Nunca había pensado cuanto extrañaba a su niña, no hasta ahora.

Entonces ahí estaban, en medio de la oficina, abrazados en familia. "Familia" pensaba Andina sarcásticamente..

Sería un día largo y agotado.













(...)










NOTA IMPORTANTE: (no tan importante lol) Sólo es un aviso.

Ashton está en la búsqueda de Andina. El siguiente capítulo será al punto de vista de Ash. Eso es todo, chau.

smoothie afiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora