happy bday cry baby; muke au

nineteen

-... entonces el lobo me atrapa con sus garras y me mete en el coche, luego me lleva a su cueva, y entonces él...

Michael narraba lo ocurrido en sus sueños con mucho miedo, como si todo fuese real, le aterraba aquel lobo heladero. Ashton tan sólo le había preguntado qué a que se debían sus ojeras, y agradeció al cielo que Michael no tuviese esa insoportable actitud que sus amigos tenían y que le hubiese contado todo con tanta confianza. Pero entonces también temió por cómo cualquiera pudiese aprovecharse de esa cualidad de su infantil amigo.

-No pasa nada, el lobo heladero no es real. - Lo abrazó y lo sostuvo entre sus brazos a pesar casi poder notar las malas miradas y las burlas de sus amigos a sus espaldas.

- Pero parece como si lo fuera Ash... Y ahora estoy atrapado en su casa y nadie puede oírme, le mordí para que me soltase pero no funcionó, sólo fue peor. - Michael contaba preocupado y Ashton no sabía si sentir ternura o pena.

-¿Y por qué no escapas?

Ashton pensó que la mejor opción era ayudar a Michael a terminar su pequeña historia, como si se la creyese, aunque tampoco es que acabase de no hacerlo.

-¡Nadie viene a por mí! Ni mamá, ni tú, ni luke, ¡Nadie!

Parecía casi enfadado, pero estaba más bien aterrorizado.

-Michael, tu puedes escapar sólo, dale una lección a ese lobo, ¿Por qué no lo envenenas con leche y galletas?

Michael sonrió, esa noche en veneraría al malo lobo heladero con leche cortada y unas dulces galletas.