Abrió los ojos de golpe, y se asustó al darse cuenta que no se encontraba en su bonita habitación. A cambio de eso, tenía una máquina conectada a alguna parte de su cuerpo, que iba indicando sus latidos, y a su madre apoyada en la cama, todavía dormida.
Había sufrido un ataque de ira, pánico o ansiedad, no estaba muy seguro de que había sido, pero probablemente era el peor que había tenido nunca, después de darse cuenta de la verdad. Había cogido el cuchillo de la tarta, y había intentado suicidarse. Realmente estaba triste de que no hubiese funcionado, al parecer su madre lo había encontrado antes de que se desangrase totalmente. Lo más seguro es que sus vecinos hubiesen llamado a los bomberos o a la policía, pues Michael lo había incendiado todo, empezando por las cortinas terminando con cada uno de sus juguetes.
Había llorado como nunca, o más bien como siempre. Pero por mucho que llorase, no le había salido bien la jugada, estuvo dos días en el hospital, con todo tipo de gente haciéndole preguntas. La única visita grata que había recibido era Ashton. Él no se quedó más de veinte minutos, pero de alguna forma fue su mayor apoyo. Pues lo único que le pregunto este fue que si estaba bien.
Tanto le ayudó Ashton que se convirtió en su mejor amigo, su primer mejor amigo real. Y el tiempo se ocupo de juntarlos un poco más. A nadie le sorprendió, quizás a Michael sí. Pero no fue el hecho de que fuese él, si no el hecho de llegar a tener una relación tan seria como la que tenían.
Michael no había vuelto a ser un bebé llorón después de que le diesen el alta en aquel horroroso hospital. No había llorado más, solo a veces se lo permitía, algunas noches en las que estaba seguro de que nadie lo veía, lloraba porque todavía echaba de menos a su lukey.
Pero cuando al luz del día salido había madurado, habían pasado más de diez años desde lo sucedido y ahora formaba una hermosa familia con aquel chico de pelo rizado que conoció en la secundaria y aquella bella niñita que habían adoptado hace apenas dos años, no podía seguir siendo un bebé llorón. La vida siguió, y él tuvo que hacerlo, porque ya había intentado el no hacerlo al clavarse un cuchillo en sus venas mientras incendiaba todo su hogar, pero ni eso le había funcionado.
Así que ahora tomaba las pastillas que Ashton le preparaba en su mesita de noche. Hubo un tiempo que dejó de tomarlas, en unos momentos de desesperación en los que todo lo que quería era ver al rubio una última vez. Lo había intentado todo, pero ya creía que nunca lo volvería a ver. Quizás fuese así mejor, o eso le dijo su psicólogo.
A pesar de todo, Michael había madurado, ahora tenía las cosas claras; La sangre todavía mancha cuando las sabanas se lavan, sexo cuando las luces están apagadas, los niños siguen deprimidos cuando los vistes y el jarabe sigue siendo jarabe en una tacita. Ahora veía las cosas con claridad, sabía que era real y que no lo era.
O al menos de eso estaba seguro hasta que un buen día mientras se duchaba sintió un escalofrío recorrerle la parte derecha del cuerpo, hizo una mueca ante la sensación y pasó sus manos por su cara tratando de despejarse. Y en un parpadeó le vio.
***
Tengo tantísimo que decir sobre esta historia que haré un apartado con los agradecimientos, curiosidades y respuestas a todas vuestras preguntas. Así que hagan sus preguntas, criticas, opiniones y amenazas de muerte aquí y ya las contestaré en ese apartado :D
Una vez más, gracias por leer.
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happy bday cry baby; muke au
De TodoDónde Michael es un bebé llorón y Luke es el único que asiste a sus penosas fiestas. ó Donde Michael organiza fiestas llenas de decoraciones en diferentes tonos de rosa pastel, y Luke es el único que asiste a ellas.