Capítulo 3.

66 6 0
                                    

*Narra Mauro*


  Por fin, después de darme un sermón sobre controlar mi ira, quitarme esas ideas de la cabeza, cooperar para volverme un buen estudiante con la ayuda de Alexander, y que debo portarme bien con él, me pude ir a mi salón; justamente era el salón de Alexander, y también el de mi mejor amigo Cornelio.

-¿Qué pasó?-me preguntó en un susurro.
-Nada; tengo que tomar tutoría, y es con el tipo al que salve.
-¿En serio?
-¡Seeh!

   Yo esperaba que me diera ánimos, pero en lugar de eso...

-¡Suerte!

Le di un zape y nos comenzamos a reír. Cuando terminaran las clases iría a hablar con el tal Alexander...

   Presté atención a lo que restaba de la clase. Unos minutos antes de que ésta terminara, el profesor se fue.

-M-Mau...-Oí una voz casi inaudible, pero entonces sonó el timbre. Cuando volteé no había nadie detrás mío.
-¿Todo está bien?-preguntó Cornelio.
-Ah... sí-dije sacudiendo mi cabeza.

   Empecé a pensar si había sido una ilusión mía o realmente alguien me había hablado. Esa voz se me había hecho familiar... Creo que era la de Alexander.

-¡HEY! ¿Al...? ¡ALEXANDER!-

   Escuché que gritaron su nombre y volteé para ver quien era. Y justo detrás de él vi a una chica, con el cabello de un tono rosado mexicano y ojos azul cielo. Era chaparrita y se veía muy mona, aunque yo quería pasar tiempo con Alexander para pronto librarme de la tutoría. Guardé mis cosas, agarré mi mochila y rápido corrí hacia él.

-¡A-ALEXANDER!-grité mientras lo saludaba- Ho...Hola. Bien, estudiaremos hoy-le sonreí-. Ah, ¡hola!-dije mientras miraba a su amiga.
-¡Hola!-me contesto su amiga.
-¡Ho-Hola! Eh... Sarah, él es Mauro. Mauro, Sarah-ambos nos tomamos de la mano y nos saludamos.
-Y... ¿cómo es eso de que estudiarán?-preguntó Sarah.
-Uhm, si. Él me da tutoría-respondí yo-. Tengo algunos problemas, más de conducta que de estudio, pero bueno, ¡me asignaron a Alexander!
Le sonreí a Sarah y puse mi mano en la cabeza de Alexander, haciendo un suave cariño. Él cerró los ojos.
-¿Entonces?-pregunté.
-E...Entonces... ¿qué?-preguntó Alexander.
-¿Estudiaremos?-Lo miré a los ojos como si fuera un perrito triste.

   Él se sonrojó y se me quedó viendo como hipnotizado. Bien, ¡lo tengo de mi lado!

-Este... ¿Alex?-Sarah trataba de sacarlo de su trance.
-¡A...Ah! Em... ¿cómo que soy tu tutor? No me han dicho nada de eso...-me preguntó Alex.
-Ah, bueno, cuando hablé con el director él me dijo que necesitaba un tutor para mejorar mi disciplina, o lo que sea, y que tu lo serías porque tienes buenas calificaciones-respondí contento. Sarah lo miro un poco triste.
-Oh, bueno, es que Sarah acaba de volver, y...
-Pues, ¡puede venir con nosotros!-lo interrumpí- Pasaremos la tarde juntos y podríamos conocernos mejor. ¡Incluso podríamos convertirnos en buenos amigos!-Tan sólo quería estar con Alexander.
-No lo sé... ¿Sarah?
-¡Por favor! En verdad tenemos que estudiar...
-Pues... ¡bien!-respondió Sarah al tiempo que sonreía.
-¡Genial!

   Abracé a Sarah y Alex. Era tan grande que cabían en mí, ¡ja, ja!

-O-Ok. Entonces, ¿vamos a mi casa?-preguntó Alexander.
-¡Ok!-contestamos Sarah y yo.

   La batalla ha comenzado.






I kissed a boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora