*Narra Mauro*
Nos fuimos corriendo al salón y me encontré con mi amigo Cornelio. Por lo menos el profesor no había llegado...
-Mauro, ¿pero que te ha pasado?-dijo pasmado y con un sonrisa al mismo tiempo.
-Me he caí en la ducha... Es todo-contesté.
-¿P-Por qué?
-Distracciones... distracciones.
-¿En quién pensabas?-dijo con voz de insinuación.
-En "qué" más bien... En algunas cosas de matemáticas que aprendí y trataba de no olvidar. No más preguntas; vamos a nuestro asiento.Fuimos a nuestra mesa y nos sentamos, riendo. Miré a Sarah, que estaba en la puerta recargada en la ventana, esperando a que el profe llegara para asignarle un lugar, y cuando llegó le dijo que se sentara al lado de... Lilith; aquella chica preciosa de ojos verdosos y pestañas largas y oscuras, como su cabello, y su tez tan blanca como la nieve. Me había gustado desde que íbamos en la secundaria (siempre hemos ido juntos a la escuela).
Estaba furioso... ¿Cómo la chica a quien odiaba se podía sentar con la que amaba? Tan sólo esperaba que no se hicieran amigas, y trataba de no hacer alguna mueca que denotara mi disgusto.
(...)
Cuando menos me di cuenta, había sonado la campana. Las clases se pasaron muy rápidas... Demasiado, diría yo.
-¡Ah!-suspiré- Ya no veía la hora...
-Como siempre de flojo, Mau.
-¡No lo soy!... Ya, vamos a comer.
-Claro, claro.Salimos y compramos algunas cosillas en la cafetería de la escuela. Vendían unos pays con piña que yo de verdad adoraba. Salimos y fuimos a la cancha de fútbol americano de la escuela, un lugar al que casi nadie va a menos que seas del equipo. A Cornelio y a mí nos gustaba mucho pasar el tiempo por ahí.
-Y... ¿conoces a la chica nueva??-preguntó Cornelio.
-Seh...
-Parece agradable... y es muuy linda-dijo mirando su pay con mirada enamorada.
-Es linda, peor no es mucho de mi agrado.
-¡Pero...! ¿Por qué?-preguntó exaltado.
-Pues, siento que esa chica me odia, sabes.Guardamos silencio por un momento para darle un mordida a nuestro almuerzo.
-A veces me dice cosas fastidiosas y me mira como con odio.
-¿Y sabes por qué será?-desvié la miradaNo supe qué responder.
-¿Mauro?-dijo sospechando.
-Ahora paso mucho tiempo con Alexander, quien es su amigo de la infancia y pues, parece que está enamorada de él... eso es todo.
-¡Wow! Vaya problema, ¿no? ¡Je je!
-No te burles. En fin, hablemos de otra cosa...Comenzamos a platicar de como nos conocimos.-¿Recuerdas?-decía yo.
-¡Seh! Pareciera que fue ayer cuando te peleaste con esos idiotas y te ayude. Ambos terminamos suspendidos, ¡ja ja!-comencé a reír con él.
-Sí... Quién diría que gracias a una pelea terminaría conociendo a mi mejor amigo, ¿no lo crees?Terminamos de comer, y justo después de tirar las envolturas sonó la campana de fin de receso.
-¡Rayos!-exclamé.
-Ya no te pongas así... Ven, vamos.Fuimos trotando hasta llegar a nuestro salón. Nadie había llegado a excepción de Alexander y Sarah, quienes sonreían y reían plácidamente. Me daba gusto por él; probablemente se habían vuelto novios o algo por el estilo, y por educación no quise interrumpir su conversación, así que eso lo sabría hasta hoy por la tarde al asesorarme Alexander.
Cada vez comenzaron a llegar más y más alumnos. Estaba un poco distraído y fuera de mi lugar, así que al querer ir a mi sitio, me tropecé con alguien. Ambos caímos, y al levantar la vista me di cuenta que era... ¡Lilith! Me levanté rápidamente para tomarle la mano y ayudarla a levantarse.
-Oh, ¡cómo lo siento!-se disculpó ella.
-N-No hay cuidado, fue un accidente. ¡Je je!-reí nerviosamente.
-¡Je je! Aún así lo siento...La ayudé a levantarse. Era muy ligera, y no fue difícil.
-¡Gracias!
-Fue mi culpa. No hay de qué disculparse... ¿T-Te parece que... como disculpa te invite un helado al salir de la escuela?Ella pareció sorprendida, y se sonrojó un poco.
-C-Claro, ¡me encantaría!
-Entonces... ¡te veré a la salida!
-¡Si!Se puso el cabello detrás de una oreja y se fue a su lugar. Yo hice lo mismo, mientras Cornelio me seguía con la mirada. Me estaba preparando para el bullying.
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I kissed a boy.
Romance*ESTE PROYECTO ESTÁ RETIRADO* Alexander asiste a la preparatoria. Desde el día que le confesó a sus padres que es gay, su vida se ha vuelto prácticamente un infierno. Sus dos mejores amigos lo dejaron solo, sus padres ya no lo trataban como antes, c...