2.

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Ruben camino entre los estudiantes con su libro en mano, pasa junto a Miguel y este atina a lanzarle una bola de papel, el castaño sólo detuvo el paso y murmuro cerca del pelinegro:

—"No hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo"-.

—¿Eso de la biblia o qué?- se burló Miguel.

—Eres un caso perdido- retoma su camino.

Llega hasta el pupitre de la profesora, y deja su libro encima. La tutora observa como su alumno se da la vuelta, pero antes de que se vaya decide comunicarle algo.

—Ruben- el nombrado gira a verla.

—Dígame-.

—Necesito que me ayudes con un alumno, ya sabes, siempre te elijo a ti para estas cosas desde que estabas en séptimo grado, y ahora que estás en noveno quiero que me sigas concediendo este favor ¿puedes?- la maestra pregunta dulcemente.

Ruben asiente sin nada más que decir.

—Claro, ¿en qué grado se encuentra?- pregunta un poco inquieto, cruzaba los dedos para que alguien de su salón no le tocara.

—En este, es Miguel Rogel-.

Aquella repuesta cae como un balde de agua fría en la cabeza de Ruben, sus ojos se abren de par en par y su boca también.

—Hijo, cierra la boca hay moscas- murmura la tutora con una sonrisa.

—S-Sí, lo siento- trata de recuperar la compostura.

Era difícil de creerlo, su alumno sería el "Sr.Homofóbico" y parece que su suerte no estaba de lado por esta vez.

—¿Qué cursos tomaré con él?- coloca sus manos en el pupitre y juega con el bolígrafo rojo de la Sra. Harrinson.

—Comunicación y ciencias, yo me encargaré de los demás- asiente y su flequillo recae en su ojo derecho, lo destapa con rapidez- Gracias, espero que puedes ayudar a Miguel; es un poco terco, testarudo y más adjetivos que podríamos nombrar en una larga lista, pero en el fondo es un buen chico.-

—Espero..-farfulla.

Regresa a su lugar, y se coloca en su pupitre. Trata de atender a clases, pero su mirada se desvía en esa cabellera negra que resalta en el salón y trata de distraerse con cualquier cosa, pero se le es imposible.

Observa la ventana que está junto a su asiento, y se deleita con la naturaleza. 

—¿Joven Bravo?- al escuchar aquel apellido, Ruben gira hacia al frente- Que gusto verlo, pensé que su viaje terminaría en dos semanas más-.

—Tuvimos un percance, pero es bueno volver a estar aquí- sonrío ante sus palabras.

—Sí-dice la profesora y agrega- Chavales, denle la bienvenida a su compañero- se escuchan bufidos.

—Bienvenido Alex- todos dicen en coro, pero el ojiverde se destaca en los demás.

—¡Qué ánimos muchachos!- la tutora se burla- Bien Bravo, tome asiento junto a Doblas; debo decir que no ha dejado de extrañarlo- alzo mi mano al ver que se acerca hacia mi. 

Tomo asiento junto a mi carpeta, deja su mochila en el suelo y coloca los cuadernos respectivos en su pupitre.

—Hola-murmura después de mucho.

Lo único que pude hacer es abrazarlo y decirle cuanto lo he extrañado.

Ruedo los ojos al ver como Miguel Rogel hace un gesto obsceno con sus dedos.

Me ruborizo totalmente.

Todos en el salón saben que me gustaba Alex, hasta la profesora, pero claro mi mejor amigo era muy estúpido como para darse cuenta. 

Filósofo|| RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora