—Hola- musita el castaño con una sonrisa de oreja a oreja.
—R-Retrocede, no te acerques mucho- dice Miguel con algo de disgusto en su rostro.
Ruben asiente cabizbajo. Y Mangel se siente culpable, así que decide inventar algo.
—Ya sabes, no te acerques porque..-dice y agrega- soy alérgico al pasto, sí eso- señala el atuendo del ojiverde, dándose cuenta que esta tenía algunas hojas en su cuerpo.
—¡Oh, lo siento!- se disculpa y comienza a limpiarse rápidamente- ¿mejor?- pregunta al cerciorarse de que estaba más que pulcro.
—Eh..sí- sonríen.
Ambos se quedan mirando por un lapso de tiempo, ambos se van acercando, ambos sonríen sin despegar su mirada del otro, ambos sienten sus pies chocar al igual que sus frentes, ambos estaban a punto de fundirse en un beso.
—Mierda- masculla Ruben al darse cuenta de lo que estaba por hacer- Y-Yo..debo irme, ya sabes, tareas de Matemática y eso ¡Adiós Mangel!- exclama y sale corriendo del parque.
Las mejillas del pelinegro se encuentran rojizas, se agacha hacia el árbol y toma los objetos de su 'tutor', este había olvidado su móvil y sus audífonos.
Ahora Miguel tenía una excusa para poder verlo mañana, y sonríe ante esa idea.
Abre la puerta de su casa con rapidez, y se apoya en ella con su pecho subiendo y bajando, había corriendo tan rápido que el aire comenzaba a hacerle falta en sus pulmones y gotas de sudor recorrían su frente.
—A-Agua- murmura y corre hacia la cocina.
Abre la nevera con necesidad, y saca el cartón de leche fría, se deshizo de la tapa y le da un gran trago a aquel blanquecino líquido; guarda este en su sitio, y se recuesta en la mesa de mármol cansado.
No sabía como sentirse, sólo tenía aquella sensación en su estómago y ese cosquilleo en su columna vertebral al imaginarse a sí mismo con Miguel en el parque a punto de besarse.
—Creo que es mejor tomar un descanso- se dice a sí mismo y camina hacia su pieza.
Por otro lado está Miguel, que a decir verdad, se quedó sentado en el césped escuchando la lista de reproducción de Ruben; movía su cabeza al ritmo de la música y sonrío al darse cuenta que carecían de los mismo gusto musicales y eso bastó para que el castaño le agradara más.
La copa del árbol tapaba gran parte de la luz haciendo que todo a su alrededor se vea tétrico, aunque para él era muy pacífico escuchar música y sentir el aire tibio recorrer su piel. Y así como Ruben, recordó el momento que pasaron hace minutos justo allí, donde se encuentra sentado y no evitó sentirse triste al recordar a sus padres.
Miguel se sentía confundido, molesto y triste, en cambio, Ruben se sentía completo, cansado y feliz.
Algo que los dos no sabían era que con cada día que pasara ambas almas se unirían con más fuerza.
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Filósofo|| Rubelangel
Fanfiction"Los ojos son la ventana del alma" "¿Qué quieres decir con eso?" " Tiempo al tiempo"