Andrew Moore se encontraba con su cabeza recostada en la barra del Santuario con un trago a su lado. Sam, que llevaba sentado junto a él unos minutos sin decir nada, sólo había leído el mensaje de Andrew. "Ve al Santuario, pasó algo malo". Y prefería esperar a que él le contara al paso que quisiera.
Lo que había pasado con Claire Reed ese mismo día más temprano, lo tenía del mal humor. En tan pocos segundos todo se había ido al carajo. En tan pocos segundos la situación pasó de estar en lo más alto con ella sentada en el sofá de su casa, a estar en lo más bajo con Claire yéndose en su carro a toda velocidad lejos de su apartamento.
-No sé qué coño pasó Sam.
-¿Con Claire?
-Sí.
-¿Hoy te viste con ella?
-Sí... y todo iba tan bien...
-¿Pero?
-Ella llegó hermosa como pensé que llegaría. Nos presentamos, se sentó en mi sofá y estuvimos hablando unos minutos.
Sam no decía nada. Sólo escuchaba.
-Me paré a buscar algo de tomar. Cuando regresé ella me preguntó que cuándo comenzaríamos.
-¿Comenzar qué? -preguntó Sam que comenzaba a sospechar que sus dudas acerca del por qué verse en su casa eran ciertas.
-Un sex tape.
-Lo sabía...
-¿Lo sabías? -preguntó de golpe Andrew mientras levantaba la cabeza de la barra.
-Es que... ¿para qué pensabas que quería ir? Lo más normal es que la primera cita con cualquier persona sea que si en un café o un parque. Algo así. Pero ella es una actriz porno... es su modus operandi Andrew.
Andrew se quedó callado y alejó la mirada posándola en el trago de whiskey que tenía en su mano derecha. Sabía que Sam tenía razón en lo que estaba diciendo. No quería decir nada, no quería adentrarse en la cruda verdad. Sin embargo, su mente era excelente relacionando sus fracasos con experiencias pasadas.
-A veces pienso que hubiese sido mejor si no intentaba un coño y ya.
-Piensas en... el pasado. Sí, lo sé.
-Es que... ¿cómo no hacerlo? -dijo Andrew en un tono bajo.
-Supongo que no debes comparar lo que pasó, con lo que está pasando, de manera general -dijo Sam-. Jerry dame otra ronda por favor.
-Enseguida -dijo Jerry que estaba a unos metros de ellos atendiendo a una joven pareja.
-Tú sabes muy bien por qué no me gusta meterme en este hoyo que las personas llaman "amor". Creo que lo he visto todo desde diferentes ángulos. He estado en distintas posiciones, representando infinitos roles.
-El problema es que siempre caes en el hueco equivocado.
-¡Pero Sam! -gritó Andrew que cada vez se alteraba más y más-. Primero estuve queriendo a alguien que no me quería, falló.
Sam recibió la otra ronda de bebidas mientras seguía escuchando a Andrew. Sabía que él debía drenar toda la rabia que llevaba por dentro. Aunque más que rabia, sabía que era decepción.
-Luego, eh... ¿recuerdas aquella chica en la playa?
-Rose.
-Sí, Rose. Parecía gustarle. Tú mismo lo viste. Tú mismo me lo dijiste. Parecía tan claro y... no.
-Sí... no sé entonces qué estaba intentando.
Andrew hizo una pausa para recuperar el aliento y ordenar las ideas en su mente. Con cada palabra que decía, sentía que sus deseos de conocer a Claire Reed se iban desvaneciendo. ¿Cómo coño pude pensar en hacer algo así? He hecho estupideces en mi vida, pero, ¿querer enamorarme de una actriz porno? Pensaba Andrew mientras tomaba un poco de su whiskey para mojarse los labios.
-Yo pienso, Andrew, que... no es que sea tu culpa -decía Sam mientras hacía gestos raros con sus labios. Los apretaba y fruncía- creo que simplemente o intentas de la manera incorrecta, o con la persona incorrecta.
-Sí... creo, honestamente que debería dejar esto así. No me podía llevar muy lejos, ¿cierto?
-Eso no lo sabes Andrew. Déjame preguntarte algo -propuso Sam que movía la posición de su cuerpo para dirigirla hacia la de su amigo. Andrew le hizo un gesto con el vaso para que siguiera.
-¿Qué te gustó de Claire? Me refiero a cuando la viste.
-Su cabello... sus ojos tan calmantes. Su sonrisa que me detuvo por unos segundos. Era como si no pudiera dejar de verla. Veía sus mejillas y parecían dos motas de algodón... suaves y lisas al tacto.
-¿Te das cuenta de lo que te estás saltando, cierto? -pregunto Sam mientras entrecerraba los ojos.
Andrew frunció un poco la cara sin entender a qué se refería Sam con su pregunta.
-La personalidad de Claire.
Andrew no dijo nada. Quiso esperar a dónde Sam llevaba la conversación.
-¿No te preguntaste si serían, ella y tú, iguales? ¿O al menos parecidos?
-Supongo que sí, pero en un comienzo sólo ves eso: el físico de una persona. Pero ahora que lo pienso... tienes razón. Ella y yo no tendremos nada en común Sam.
-¿Por qué piensas eso? -preguntó Sam.
-Es actriz porno... yo un mesero.
Sam no quiso decir nada.
-¿Sabes qué? Dejaré esto hasta aquí... pienso que es lo mejor Sam. Pienso que es lo más sano -dijo Andrew mientras se paraba y recogía su abrigo.
Andrew se despidió de Sam y de Jerry. Caminó hasta la puerta y estuvo en la acera unos minutos mientras esperaba a que algún taxi pasara. Cuando finalmente llegó, creyó escuchar a alguien del bar que le gritaba algo. Era Sam. Andrew se metió en el taxi y le pidió al taxista que esperara un momento. Sam fue corriendo a toda velocidad a la puerta del taxi y le hizo señas para que bajara la ventana.
-Andrew, diez minutos malos, no pueden arruinar una posible oportunidad. Recuerda... "A veces, nada es lo que parece" -dijo Sam haciendo referencia a una vieja canción.
Andrew asintió cansado y el taxi arrancó.
Andrew llegó a su casa unos veinte minutos después de las últimas palabras que Sam le dijo. Nada es lo que parece pensó Andrew. Claro que sí, parecía perfecto y al final no pasó nada. Caminó hasta su cuarto y se cambió de ropa. Justo antes de irse a dormir recordó que no había revisado el teléfono de su casa. Fue hasta la sala y lo vio. El local mostraba un número uno en color rojo. Un mensaje de voz. Debe ser mi jefe. La voz del teléfono habló de manera robótica.
-Usted tiene UN mensaje de voz. Para escuchar EL mensaje de voz, por favor presione CINCO.
Andrew hizo caso.
-Mensaje de voz reproduciéndose -decía la voz de la contestadora-. Eh... Hola Andrew... es Claire Reed... no sé si me recuerdas...
Andrew abrió los como platos y dio un paso hacia atrás.
-Carajo -dijo Andrew, que quiso quedarse a escuchar la grabación.
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