Claire Reed iba a toda velocidad por la autopista en su Camaro rojo pensando en lo que había pasado. No estaba segura de sí había actuado por instinto, o sí en verdad era lo que quería hacer. Seguramente era lo primero, sin embargo, Claire no sentía algo así desde hacía muchísimo tiempo y se negaba a pensar que podía ser su instinto. Hice lo que tenía que hacer pensaba sin soltar el volante con ambas manos.
Se suponía debía ser otro "encuentro". Entraba, tenía sexo y se iba. Después de todo era su trabajo. Y aunque se reconfortaba a sí misma diciéndose que no era una prostituta puesto que era filmado y tenía su propio agente y demás, para ella era algo normal. Nunca antes le habían propuesto un encuentro para "hablar y conocerse".
-¿Quién iba a querer hablar de esa manera con una actriz porno? -dijo Claire en voz alta-. Debes estar tomado o algo para querer hacer algo así... o... quizás muy encantado.
Claire estaba dudando de las intenciones de Andrew. ¿Acaso Andrew en verdad quería hablar con ella para conocerse? No podía estar tan loco como para querer llevar una relación con una actriz porno.
-¿En qué estaba pensando él? Sí, ok, íbamos a hablar. ¿Y luego? ¿Me invitaría a una cita romántica...? -decía Claire mientras su voz se iba apagando poco a poco presa de viejas emociones-. ¡No! No puede ser, eso no es lo... común.
Ciertamente no era lo más inteligente salir con una actriz porno. Nadie pensaría, existiendo tantas personas en el mundo, querer tener una relación con una actriz porno. Era como tener miles de caramelos dulces y comerte el único que es agrio. No tenía sentido.
-A menos que... las intenciones de Andrew sean ciertas...
Sabía que ese tipo de afirmaciones eran una cuestión difícil de asimilar. Ella no sentía ese tipo de afecto proveniente de alguien desde hacía muchísimo tiempo. El mundo de la pornografía tiene como regla: no te enamores se repetía constantemente.
Claire Reed seguía confundida frente a la situación sin saber qué pensar. Las palabras de Andrew le habían acelerado el corazón como nunca antes, o al menos desde hace mucho. Pero no podía tampoco fiarse de algunas palabras que salían de un extraño... Qué lindo extraño. Claire agarró el manos libres y llamó a Evans. A pesar de que fuese su representante, también era, desde hacía tiempo, un gran amigo.
-¿Evans? ¿Podemos hablar?
-¿Pasó algo Claire? -dijo Evans al notar su tono de voz.
-Me encontré con Andrew. Andrew Moore. ¿Recuerdas?
-¡Sí! Claro, por teléfono parecía un buen tipo. Es decir, no tenía voz de algún viejo decrépito o algún ricachón egocéntrico con los que tengo que lidiar a diario. Era... diferente.
Claire se quedó callada. Diferente... pensó mientras suspiraba. ¿Acaso Evans había notado algo distinto en Andrew? Las sospechas de Claire iban tomando forma poco a poco.
-Sí bueno... te costará un poco creer esto.
Evans no dijo nada.
-Fui a su casa y nos sentamos en el mueble y comenzamos a hablar. Cuando le pregunté que cuándo haríamos el sex tape, me preguntó que cuál sex tape.
-¿Qué? -preguntó Evans que parecía confundido.
-Sí. Me fui de su apartamento y bajé al carro. Cuando lo estaba prendiendo vi a Andrew corriendo hacia mí. Se paró frente al auto y luego vino hasta mi ventana.
-¿Y qué te dijo?
-Que lo sentía y que él sólo quería hablar conmigo.
-¿Hablar?
-Sí, eso fue lo que yo le dije -dijo Claire.
-¿Qué te dijo?
-Me dijo que quería conocerme. Que cuando vio uno de mis videos se había quedado viéndome y que sintió que yo era especial, que era linda. Que sentía que él y yo teníamos algo en común.
-A la mierda... Esto es nuevo Claire.
-Lo sé... -dijo Claire mientras se pasaba una mano por la frente-. ¿Qué crees que debo hacer?
-Ir con él.
Claire frenó de golpe y se orilló a un lado de la vía. No creía lo que Evans le había dicho.
-¿Qué?
-Claire, dime cuántas veces te ha pasado algo así.
-Nunca.
-Y dime cuántas veces un hombre te ha dicho de corazón que eres especial.
-¿Cómo sabes que fue del corazón?
-¿Salió corriendo a buscarte, no? ¿Nunca quiso ponerte una mano encima, cierto? ¿Siempre te estuvo viendo la cara en vez de tu cuerpo, o me equivoco?
-Sí... -dijo Claire en voz baja. Evans tenía razón con todo, y a pesar de que ella no había pensado en lo último, Andrew siempre mantenía su mirada en sus ojos. Era algo que ella no notó-. ¿Entonces... voy con él?
-Claire, como tu representante te diría que no. No es ganancia. Pero como tu amigo, te digo que no pierdas esta oportunidad, puesto que no sabes cuándo volverá a llegar. Y te pido que esta vez me escuches como tu amigo.
-Gracias Evans -dijo Claire.
-Ahora ve a casa. Báñate y llámalo.
-Es extraño...
-¿Qué cosa?
-Esto que siento -dijo Claire mientras se colocaba la mano en el pecho.
-Claire, eso se llama amor. Te acostumbrarás.
SE
