Un año después.
Sam estaba sentado en la barra del Santuario hablando con Jerry mientras esperaba a Andrew. Había pedido una cerveza y casi ya la llevaba por la mitad. Después de un año, Sam estaba sorprendido por todas las cosas que pasaron entre Andrew y Claire. En un comienzo sí pensó que era una completa locura, pero nunca perdió la fe en su amigo. Eso explicaba el porqué de la larga duración de su amistad.
Andrew le había avisado que fuera al Santuario. Que todos se reunieran allí para hablar. Luego de un rato de espera, llegó.
-Sam -dijo Andrew mientras estrechaba la mano de Sam.
-¿Cómo estás Andrew? -respondió Sam.
-El trabajo está un poco difícil. Es un cambio complicado, pero me acostumbraré.
-Aún no puedo creer que hayas dejado el café. Me alegra que por fin ejerzas tu carrera como arquitecto.
-Claire me convenció. Y fue una especie de promesa mutua. Un trato.
-¿Un trato?
-Lo entenderás cuando Claire llegue.
Andrew pidió dos cervezas, una para él y otra para Claire, y continuó hablando con Sam acerca de algunas cosas de trabajo. El último año había estado lleno de sorpresas, alegrías y nuevas experiencias. Claire y él habían sobrepasado las expectativas de una relación que Andrew tuvo en algún momento. Sin embargo, no todo había sido color de rosas. Era muy difícil vivir con la idea del pasado de Claire. Aunque ella había demostrado haber olvidado ese mundo. Con el tiempo, Andrew supo llevar las cosas cada vez mejor.
Pasaron unos veinte minutos luego de que Claire llegó. Tenía puesto unos jeans negros y un suéter. Traía cargado un bolso y llevaba puesto lentes. Y, obviamente, sus labios estaban pintados de rojo intenso.
-¡Muchachos! -exclamó Claire.
Se acercó a Andrew y le dio un beso. Lo arropó con su mano y saludó a Sam picándole el ojo.
-¿Cómo te fue en la universidad? -preguntó Andrew.
-¡Bien! -dijo Claire sonriendo-. Amo a la nueva profesora de lenguaje y comunicación.
-¿Cómo te va? ¿Qué era lo que estabas estudiando? -preguntó Sam.
-Relaciones industriales.
-¡Cierto! Andrew me había dicho.
Claire se sentó en las piernas de Andrew mientras los tres hablaban. Y antes de poder continuar con la conversación, Sam se les quedó viendo sin decir nada. Luego, como un inventor orgulloso ante su creación, habló.
-Me parece increíble que después de un año, lo que yo pensaba improbable en un comienzo, ahora sea realidad. Honestamente pensé que Andrew estaba haciendo una locura sin sentido. Recuerdo haberle dicho "es un poco difícil enamorarse de una actriz porno" Pero me retracto. Sé que es la mejor elección que pudo haber hecho.
Andrew y Claire lo vieron mientras sonreían.
-Quiero proponerles un brindis -dijo Sam levantando su cerveza.
Ellos lo siguieron con sus cervezas.
-Por los amigos -dijo Sam.
-Por los cambios -dijo Claire.
-Porque nunca, NUNCA, es tan tarde como parece -dijo Andrew al mismo tiempo que sus cervezas chocaban.
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