19. Vuelve a casa

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Maya se encontraba sentada en su pequeño escritorio leyendo algunos artículos publicados por su profesor de psicología, algo la distrajo, el teléfono empezó a sonar, tomando y repitiendo aquella frase de todos los días.

"Watsons el mejor sitio de autos usados de todo Pensilvania, habla Maya Henderson."

"Hola Maya, soy Benjamin." Maya tomo el teléfono con fuerza, apretando con fuerza el plástico entre sus dedos, dando un vistazo a los alrededores, para notar que se encontraba sola de nuevo.

"A pasado un mes Benjamin, y no sabido nada de mi hermana." Eso había sido un gran gruñido. "¿Quien rayos te crees que eres?"

"Lo siento, de verdad. Tuve problemas para comunicarme contigo, escucha Maya, solo quiero que prestes atención lo que tengo que decirte, es importante no vayas a alterarte..." Lo contrario a lo que el había pedido ocurrió, Maya empezaba a sentir la presión sobre su pecho y sus manos temblar. "Blake tuvo una especie de recaída a principios de mes, ella esta bien ahora..." Benjamin se encontraba sentado en el pequeño sillón junto a su cama, de frente la espalda desnuda y una cabellera rubia decoraban su colchón, Blake dormía envuelta solamente en las delicadas sabanas celestes del doctor. "Ella esta bien, estamos en Londres."

"¿Que quieres decir con una especie de recaída? he leído sobre la depresión exógena..." Maya paso una mano por su frente sobando su entrecejo. "No me digas que ella..."

"Ella esta bien, Maya." Benjamin sabia a lo que se refería, las sospechas de Maya habían sido ciertas y de las muñecas de la rubia, sobre esa piel que se encontraba entre dorada por los rayos del sol y amarillenta por la falta de alimento y sueño, había dos cicatrices, cicatrices que el doctor había besado y curado todos los días. "Prometo que ella mañana hablara contigo, con tu madre también."

"Promete que la cuidaras." Pidió la chica, sus ojos cristalinos, sintiéndose mas impotente que nunca.

"Siempre, te lo prometo, Maya."

...

Maya despertó a la mañana siguiente mucho mas temprano que Gavin, quiso hacer un desayuno especial solo para el, después de todo se merecía eso y mas. La noche anterior Gavin la había sorprendido con un regalo, los boletos de viaje y del concierto de Pearl Jam la ha hicieron gritar de emoción. Con todo el cuidado del mundo salio de la habitación sin hacer ruido.

"¡Oh por dios!" Dio un grito ahogado cuando se encontró con Isabel en la cocina. "Me asustaste."

"Lo siento." Le respondió la chica sintiéndose avergonzada. "Buenos días Maya."

Una playera y calzoncillos de Ethan la cubrían, llevaba en sus manos el jugo de naranja y huevos, cocinaría. Era oficial, Isabel y Ethan tenían algo y las evidencias estaban a la vista de todos, Maya ni siquiera los escucho llegar la noche anterior, sabia que Ethan pasaba algunas noches en el lugar de la chica pero nunca la había llevado al departamento, eso lo volvía algo serio, pensó Maya.

"¿Puedo tomar esto?" Dijo refiriéndose a la comida.

"Seguro." Contesto Maya, al menos la chica era educada y pedía las cosas. "¿Planeas hacer el desayuno de Ethan?" Ella asintió con una pequeña sonrisa. "Los platos están por ahí." Señalo la parte superior de la cocina. "Y en ese cajón." Señalo hacia otro lado. "Algunos sartenes."

Maya se dio la vuelta, tendría que esperar para hacer el desayuno. Isabel noto su intención y la detuvo.

"¿Quieres que cocinemos juntas?" Pregunto. "No soy muy buena en esto." Le sonrió sinceramente y Maya respondió de la misma manera.

Memorias de una ex rubia (CALM#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora