Narrador omnisciente
"¡Han llegado otras flores!" Ronnie grito con alegría mientras llevaba las margaritas de colores a su nariz. Maya apenas y le presto atención, les dio una mirada y una corta sonrisa. ¿Cuando pararían de llegar las flores? No tenia idea y realmente no tenia tiempo para pensar en ello. Metió sus libros en el bolso y cogió sus llaves de prisa. "¿Que sucede? ¿Que es lo que te tiene tan apresurada que ni siquiera puedes prestarle atención a esto?"
Ronnie señalo el pequeño sobre donde iba la tarjeta. Maya la arrebato de sus manos y la metió en su bolso mientas seguía al mismo ritmo detrás de mostrador.
"Tengo que volver al dormitorio y ir por mi maleta, ¿Acaso no recuerdas que tengo que tomar un vuelo a Charleston esta noche?"
"¿Era hoy? Pensé que era la siguiente semana."
"Yo igual, pero Monic marco histérica diciendo que necesita ayuda con todo lo de la fiesta." Maya acaricio su sien, estaba a punto de volverse loca. "Demonios ¿donde deje mis apuntes?"
"¿Cuantos años cumplen de casados tus abuelos."
"Cuarenta prácticamente se casaron siendo niños." Maya siguió buscando hasta por debajo de los muebles. Ronnie seguía oliendo las flores con una sonrisa en su rostro.
"Wow eso es mucho tiempo."
"Lo se y se supone que esta fiesta es muy importante, igual que mi examen del lunes. Necesito esos malditos apuntes."
...
Maya Henderson.
Tome a Frank en mis brazos mientras Monic daba indicaciones a los meseros sobre que hacer con los mentados canapés. El pequeñín casi tenia cinco meses y babeaba como si se tratara de respirar, aun así era hermoso.
"Que opinas ¿lirios o rosas? para el centro de mesa principal." Pregunto Monic levantando ambas flores frente a mi.
"Margaritas." Dije con simpleza pero a ella no le gusto mi respuesta. No es como si estuviera muy contenta conmigo, había odiado el que me tiñera el cabello pero no era capaz de admitirlo en voz alta.
"Rosas." Finalmente y como siempre decidió ella. "Si esto no hace que tu abuela me ame no se que lo hará."
"Date por vencida la abuela Babi jamas te querrá." Dije en broma pero a Monic solo se le pusieron los ojos saltones y en cuestión de nada llorosos. Quise reír pero me contuve. "Por dios Mamá, ni se te ocurra llorar. Es de lo mas normal que las suegras y nueras no se lleven bien."
"Y-Yo necesito un momento." Pidió sorbiendo su nariz y alejándose de mi hermano y de mi.
"¿Que ha pasado con tu madre?" Pregunto Jim entrando al jardín.
"Su hija mayor esta perdida en alguna parte de África, la otra ha acabado con la dinastía de rubias con un tinte barato, el pequeño no deja de babear como un cachorro, su suegra la odia y su esposo ha comido suficiente pastel de carne, luce gordo y nada atractivo con esa barba." Me encogí de hombros mientras Jim me miraba con cara de : Debí usar un preservativo.
"Calabaza." Reprendió.
"Jim, Frank necesita que le cambies el pañal." Y se lo entregue en sus brazos.
Camine por el jardín aun en pijamas tomando un poco de té, la casa era un circo, en mi vida había visto tanta gente corriendo de un lado a otro, trayendo cajas y mas cajas con dios sabe que, solo podía pensar que el año siguiente seria algo peor con los viente años de matrimonio de Monic y Jim.
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Memorias de una ex rubia (CALM#2)
Teen FictionOtoño de 1992, Filadelfia. La ciudad es muy pequeña para Mavin.