Epilogo + Agradecimientos.

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1997, Casa de Gavin Morgan, Maya Henderson, y Eddie Morgan Henderson. Rugby S.T. Filadelfia. 

La música de Iggy Pop retumbaba en las paredes, el piso de madera crujía al ser golpeado por los pequeños y grandes pasos de Gavin y Eddie Morgan. 

"¡Niño salvaje!" El hombre grito al ver los movimientos de su hijo, luciendo un tanto eufórico, era solo niño uno muy divertido.

"¡I'm a wild one!" Gritaba el pequeño levantando las manos mientras seguía dando aquellos pequeños brinquitos. 

Eddie acababa de cumplir tres años, sus ojos que al principio lucían grises se habían trasformado en preciosos zafiros que eran casi idénticos a los de su padre. Maya le había dejado el cabello crecer al punto de cubrir su frente con esos mechones castaños igual de lacios que los suyos. Nuevamente el pequeño se encontraba en calzoncillos y con su camisa polo azul marino cubriéndole los muslos, los pantalones habían sido un problema esos últimos meses, desde que Eddie había visto una escena de Risky Business por "accidente" se negaba a usar pantalones en casa, el decía que al igual que Joel, (el personaje que Tom Cruise interpretaba) quería bailar en calzoncillos porque le parecía muy divertido.

A Maya le pareció una locura y estuvo molesta con Gavin durante dos semanas por dejarle ver esa película al niño, ella no se tragaba aquel cuento del accidente, conocía perfectamente a su novio. Exacto novio, un paso bastante grande para la rubia quien solía presentar a Gavin como : El papá de mi bicho. Finalmente y después de dos años de pedirlo Maya acepto ser la novia de Gavin y era algo de lo que a el le encantaba presumir a todo mundo. 

Esa tarde Maya entro a la sala junto el cesto de ropa sucia repleto de pequeñas prendas de Eddie, miro la escena con diversión, los pasos de su novio eran una especie de swing, mientras que el pequeño Eddie lanzaba patadas con las manos al aire, baile al estilo Eddie Morgan. Gavin paro cuando se percato de la presencia de la rubia y chasqueo los dedos en su dirección luciendo apenado, con una sonrisa nerviosa camino hasta el estéreo acabando con el sonido de la música. 

"Lindos pasos guapos." Maya se burlo dejando cesto de ropa sobre el piso, entonces noto las piernas pálidas de su hijo nuevamente desnudas, soltó un gruñido por lo bajo, no quería que se resfriara de nuevo. "Bug, pantalones ahora." 

El pequeño miro a su mamá y frunció el entre cejo, ojos de Gavin, mirada de Maya, todo en uno.

"Amor, pantalones por favor." El pequeño asintió caminando hasta el sillón donde había dejado sus pantalones de pijama. "Gracias amor, mami te ama por obediente." 

"También te amo mami." Dijo el pequeño y la rubia sintió el corazón saltarle de alegría. 

Jamás renegaría de un embarazo a los diecinueve, nunca lo haría, Eddie era lo que ella no sabia que necesitaba en su vida, junto a ese torpe y caliente padre que venia incluido en el paquete. 

"Dios mío, que tarde es." Gavin se sobresalto al ver el reloj, tenia que llegar al trabajo y solo esperaba que el trafico no lo retrasará a un mas. "Amor, me voy." 

"Gavin, no me he bañado." Dijo Maya, era cierto. Llevaba su pijama de corazones y una sudadera universitaria salpicada del desayuno de esa mañana. "Necesito que cuides a bug en lo que me baño, cinco minutos." Pidió. 

"Lo siento bebé, voy tarde casi quince." Le respondió su novio acomodando la corbata que colgaba del cuello. 

"Oh... Pero la niñera llegara en media hora y en cuento llegue tengo que estar de camino a la universidad." 

Memorias de una ex rubia (CALM#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora