He estado realmente obsesionada con terminar esto, esperen la ultima parte del capitulo y mañana el epilogo.
Maya.
Siete meses de Bug.
"¿Cómo estas futura mamá?" La voz de Blake era tranquila, fuertes ladridos en el fondo y quejas de Blake me hicieron reír. "Demonios Klaus deja de morder mi zapato... Lo siento Maya. Dime ¿Cómo estas? ¿Cómo esta el bebé?"
"Estamos bien, tengo un estomago enorme el cual puedo usar como mesa pero estamos bien." Ambas reímos, acariciaba mi vientre mientras me mecía en mi silla. "¿Qué tal la mudanza?"
"Tan cansado, creo que e perdido mis llaves de nuevo en alguna de las cajas." Ella bufo. "Me siento algo nerviosa de volver a África."
"¿Pretoria esta en Sudáfrica no es cierto?"
"Aja, se que no será igual a Ghana pero aun así... Los recuerdos vuelven."
"¿Algún día vendrás a visitarnos?" Silencio desde el otro lado de la línea. "Realmente quiero que el bicho conozca a su madrina..." Mordí mi labio, Blake soltó un grito ahogado acompañado de un chillido, era algo loco había odiado tanto ese ruido, y ahora el escucharlo me hacia sonreír porque significaba que Blake estaba emocionada.
"Dios, ¿yo la madrina? ¿Enserio quieres que sea la madrina de Bug?"
"Claro, nadie mejor que mi hermana."
...
"¿Te gusta?" Mi sonrisa dolía sobre el rostro.
"Me encanta." Dije sintiendo las lagrimas acumularse
El cuarto que había sido de Ethan ahora era la futura habitación de bug, Gavin había pintado las paredes de azul cielo y colocado mi mecedora en el centro de la habitación, habíamos juntado para comprar una cuna, finalmente habíamos encontrado una de segunda mano casi nueva de madera oscura, pero lo que mas amaba era el juguete sobre la cuna, me había llegado un paquete de Londres, la madrina de bug le había regalado un lindo móvil de madera con distintos bichitos, mariposas, catarinas, abejas era precioso y tocaba una melodía de Mozart a la hora de girar.
"¿Y a ti bug, te gustara?" Dijo acariciando mi vientre. "Deberíamos pensar en un nombre."
"El tiene uno." Le dije, Gavin levanto la mirada, lucia intrigado pero no por mucho. "Su nombre es Eddie, Eddie Morgan Henderson."
"Espera." Dijo haciendo un ademan con las manos. "¿Eddie? ¿Cómo Eddie Vedder?"
"Aja, como el hermoso Eddie Vedder." Gavin frunció el entre cejo.
"¿A ese punto llega tu obsesión? planeas ponerle el nombre de tu cantante favorito."
Me reí, solo Gavin podría estar celoso de Eddie Vedder, ni siquiera porque llevaba a su hijo en mi vientre, ni porque lo amara con locura... lo amo, ni siquiera por eso.
"Puedes ponerle un segundo nombre si quieres, pero Eddie se queda."
...
Ocho meses, tres semanas de bug.
Un intento, dos intentos, tres intentos... Es inútil, no puede atar las cintas de mis converse.
"¡Gavin!" Grite desde nuestra habitación, sentada al borde de la cama. "¡Gavin Morgan!"
"¡Demonios, demonios, demonios!" Escuche por el pasillo, Gavin llega con sus gafas mal acomodadas y la pañalera pegada al pecho. "¿Ya viene?"
"No." Le dije con tranquilidad y el suspiro en alivio. "¿Te haz quedado dormido de nuevo?"
"Demasiada tarea este fin de semana." Le señale mis pies y el capto la indirecta viéndose pronto a mis pies atando mis cintas blancas. "¿A dónde se supone que vas?"
"Quiero caminar un rato, estoy harta de estar acostada."
"Sabes que es peligroso, tienes treinta y ocho semanas de embarazo." Rodé los ojos, Gavin se había vuelto tan sobreprotector que el solo ir a la esquina es una amenaza.
"Pero quiero salir de aquí." Gruñí. "Aun faltan dos semanas para que el bicho nazca, vamos solo iré a comprar dulces y regreso."
"Tenemos dulces aquí." Dijo el y yo solo fruncí el ceño. "Chocolates con cacahuate y esos de colores que te gustan."
"No quiero de esos." Gavin bufo, acariciando su sien.
"Iré contigo."
"¡Genial!" Dije intentando levantarme de la cama, pero el bicho como siempre lo hacia todo difícil. "Jesus." Gavin me tomo de los brazos jalando delicadamente de mis muñecas. "Gracias."
"De nada bebé." Dejo un beso sobre mi frente. "Ahora ponte suéter y chaqueta."
"Gavin es marzo, no hace frio afuera." El ya había caminado hasta el closet y tomado su chaqueta para dármela, toda la ropa que usaba en ese momento era suya, la ropa de embarazadas era demasiado femenina para mi. "Gavin." Refunfuñe.
"Hace mucho aire, te digo que te la pongas o juro que te encierro en esta habitación."
"¡Esta bien! ¡Lo hare!" Dije de mala gana tomando la chaqueta y arrastrándola mientras salía de la habitación.
"¡Maya Henderson!" Grito a mis espaldas, mientras abría la puerta del departamento. "¡La chaqueta!"
"¡Eres el padre de bug no el mío!" Le grite. "¡Deja de decirme que hacer!" Me sujete del barandal para bajar las escaleras. "¡Tremendo dolor de culo que eres!"
"¡No se si te haz dado cuenta pero lo que llevas dentro es a bug, y no me importa si tu no te quieres cubrir, mi hijo es el que me importa!" Lo había sacado de quicio.
Tal vez yo era la que sufría los dolores de espalda, los vómitos y mareos, cambios de humor, el desconocer mi propio cuerpo que sufría cambios día a día, el paño y estrías las fuertes patadas de bug y el no controlar mi vejiga, pero era Gavin quien me soportaba a mi y yo junto a todo lo anteriormente mencionado era un monstruo pero el me amaba, tendrían que pasar años, para entenderlo, no en ese momento.
"¡Vete a la mierda!" Le grite y me apresure a bajar escalón por escalón lo mas rápido que pude.
"¡Mas despacio!" Grito a solo escalones detrás de mi. "Ten cuidado Maya."
"Agh, tengo cuidado idiota."
Y entonces lo sentí, el dolor mas inmenso que alguna vez haya sentido en la vida.
"¡Gavin!"
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Memorias de una ex rubia (CALM#2)
Novela JuvenilOtoño de 1992, Filadelfia. La ciudad es muy pequeña para Mavin.