Reflexiones de una adolescente.

¿Porqué tenemos que sufrir?

Siempre que tenemos que elegir en la vida, pensamos dos veces cuál de las dos decisiones es mejor, aunque muchas veces nos guiamos más por la intuición que por la lógica.

Nunca sabremos si hemos elegido la correcta, como por ejemplo, Kevin no sabe si elegir entre conocer a Anabel o a Lucía. Anabel es guapa, alta, pero es muy caprichosa, no sabe escuchar y es muy irresponsable, mientras que Lucía no es tan guapa como Anabel, más bajita y rellenita, pero en cambio, es una chica bastante madura y está a tu lado tanto para lo malo como para lo bueno y muy humilde. Kevin decide conocer a Anabel, porque le ha entrado más por los ojos. En la primera cita todo va muy bien, porque él no la conoce lo suficiente como para poderla juzgar. Mientras tanto, Lucía está rota de dolor al saber que Kevin ha decido elegir a Anabel, y ella está encerrada en su casa y con la autoestima por los suelos al ver al chico que le gusta con otra chica. Kevin no tiene ni idea del gran error que acaba de cometer. Al día siguiente, Kevin tiene otra cita con Anabel y de repente, Kevin ve a Lucía llorando por la calle, y va hacía ella, para preguntarle que le pasaba, pero ella no dijo nada y se fue corriendo. Anabel lo vio todo y sacó su carácter y a él eso no le gusto y se está planteando si volverla a ver. Mientras tanto, Kevin está pensando en Lucía, cosa que él nunca lo había hecho, porque para el, Lucía es una chica "friki". Pero una decisión puede cambiar la vida, lo que le pasó a Kevin. Eligió mal, si el saberlo, solo porque Anabel era más guapa que Lucía. Y al día siguiente, Kevin fue a buscar a Lucía, pero ella no iba a ser el segundo plato de nadie, aunque se estuviera muriendo de ganas de estar con él. En esta historia, han sufrido dos personas de tres, porque Anabel no es capaz de pensar en nadie más que en ella misma. Y Kevin se dio cuenta de que gracias a su elección a hecho a sufrir a dos personas. Y que el tren no pasa dos veces y que las decisiones hay que saber elegirlas bien, antes de hacer daño a alguien.