El ser humano es el único animal capaz de engañarse a sí mismo. En los animales, el engaño suele estar asociado a un mecanismo genético de selección natural, en el sentido de que los más propensos a engañar a sus víctimas y/o a sus depredadores, o simplemente a sus competidores, tienen más posibilidades de sobrevivir. ¿Por qué el ser humano se autoengaña?
Un ejemplo de este mecanismo de autoengaño, se evidencia en encuestas en las que se pregunta a los participantes el número de relaciones sexuales que han tenido en su vida. Normalmente, los hombres tienden a inflar la realidad, de dos a cuatro veces más que las mujeres. Esto ya no es cuestión de autodefensa, o de supervivencia… ¿o sí?
Muchos investigadores consideran que éste fenómeno está ligado a la autoestima. Cuando las personas sienten amenazada su autoestima, tienden a recurrir a la mentira, y los extrovertidos mienten más que los introvertidos. En términos de género, aunque hombres y mujeres mienten en proporciones similares.
Mentimos por diversos motivos, y no todas las mentiras son dañinas. La “mentira piadosa”, la que se dice con intención de no causar pena. A veces mentimos para proteger nuestra intimidad o la de otras personas, para resolver situaciones incómodas utilizando el “tacto”, o simplemente para quedar bien. No obstante, una mentira es una mentira.
Muchos piensan que toda mentira, acaba siendo dañina, tanto para el que la dice como para el que la recibe, pues corroe la fidelidad, la confianza, la intimidad entre dos personas, y por extensión debilita los cimientos de la convivencia social. Podemos incluir las incontables mentiras piadosas de los políticos, los periodistas, los comerciantes, los abogados, los religiosos y todos de cuya decencia depende la ciudadanía en cualquier sociedad libre y democrática.
Siempre que se estudia el comportamiento humano, la división de opiniones sobre cuál es el origen de cualquier comportamiento negativo se encuentra entre causas naturales y causas sociales. Las personas mienten principalmente debido al miedo. Buscan evitar un castigo porque sospechan que han hecho algo malo, y esto se puede convertir en un problema psicológico cuando el miedo es irracional y la mentira se convierte en algo compulsivo. Las personas mienten para obtener lo que desean, normalmente dinero, sexo o poder.
Las mentes de las personas están íntimamente enlazadas debido a la interacción de conceptos e instrucciones conductuales que pasan de un cerebro a otro por imitación.
Todos mentimos. Algunos más que otros. Hay quien miente porque es un manipulador social y lo hace para herir, abusar de la gente y aprovecharse de los demás. Otros mienten para sentirse mejor, para halagar a los demás, para lograr algo útil o válido sin herir a nadie. En este caso, al final, el mentir puede ser hasta un arte.

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Reflexiones de una adolescente.
AléatoireSon recopilaciones mías, donde digo lo que pienso y reflexiono sobre las cosas de la vida, las preguntas más frecuentes que la mayoria de los jovenes se preguntan.