Capítulo 5: Rescue Me.

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Sofia's P.O.V

Me desperté, o al menos empecé a pestañear, y me encontré con la luz del sol saliendo de la ventana. Diana seguía durmiendo, hablaba mientras dormía y eso lo denotaba. Pobre Diana, ella nunca ha tenido suerte en el amor. Y cada noche soñaba con finales de cuentos de hadas y promesas infinitas, para luego levantarse y enfrentar la cruel realidad.

No sé que fue lo que pasó, pero Diana pasó de susurrar un "te quiero" a agitarse e hiperventilarse. Empecé a preocuparme cuando después de 5 minutos, eso no paraba.

- Di -la empecé a agitar, no reaccionó-. ¿Di? -seguí sacudiéndola, nada- ¡Diana! -empezó a balbucear, y lágrimas salían de sus ojos- ¡Diana, despierta!

- Sal de aquí, vete, déjame sola- empecé a entender lo que balbuceaba.

- ¡Despierta, despierta!- entre las alternativas, empecé a darle almohadazos.

- Tú no puedes controlarme- seguía sollozando, sin poder salir de su trance.

Los Jacks llegaron y nos encontraron en esta escena.

- Soe, ¿qué pasa?- me preguntó Jack Gilinsky.

- ¡Diana está teniendo una maldita pesadilla y no puedo despertarla!- respondí, mientras seguía golpeándola con la almohada.

Los sollozos pasaron a ser más audibles.

- ¡Sal de mi cabeza, él vendrá!- empezaba a gritar.

- Jack, ayúdala- dijo Gilinsky a su amigo, pero él ya estaba junto a Diana antes de el siquiera emitir una palabra.

- ¡Jack, no me dejes sola con él!- gritó, esta vez, ya casi ahogándose con las lágrimas.

- ¡Despierta, despierta!- grité, ya desesperada.

- ¡Jack, rescátame!- gritó Diana, de nuevo.

- ¡Diana, despierta!- gritó Jack Johnson.

- ¡NO!- gritó ella, levantándose de golpe para después caer en lágrimas, inconsciente de quiénes estaban a su alrededor.

Respiré en tranquilidad, por lo menos ya había despertado.

Salí de la habitación, creo que mi desesperación no sería de mucha ayuda para las lágrimas de Diana. Jack Gilinsky no se tardó en llegar a la cocina, donde yo estaba.

- ¿Qué fue eso?- preguntó, un poco preocupado.

- Diana padece de trastornos del sueño -le expliqué-. Ese fue uno de los riesgos que decidí tomar cuando me mudé con ella.

- ¿Trastornos del sueño?- preguntó de nuevo, confundido.

- Sólo cuatro: apnea del sueño, somniloquía, insomnio, y terrores nocturnos. Deja de respirar en medio de sus sueños, o respira superficialmente. Habla dormida, a veces balbuceando y otras gritando, pero siempre lo hace. Hay veces en las que vagamente duerme y otras en las que se despierta hiperventilada, con taquicardia y sudada, ese es el episodio que acabas de presenciar.

Jack se quedó mirándome, y yo le ofrecí una taza de café.

- Debes de quererla demasiado como para apoyarla a través de todo sin tener ningún lazo obligatorio con ella- admitió, tomando un sorbo de su taza.

- Ella es mi hermana, Jack -dije, tomando un poco de jugo de naranja-. Ella me entiende mejor que mi propia familia, a pesar de que nos conocimos por Internet. Y ella nunca ha dejado de estar ahí para mí, incluso cuando estábamos peleadas o llevábamos tiempo sin hablar.

- Eso es algo muy tierno, Sofía- dijo y sonreí.

Levanté la vista y me encontré con sus ojos clavados en los míos. Era algo loco pasar de ser un completo extraño a un alma gemela sólo con una mirada, porque el simple hecho de mirar a alguien a quien solo podía ver a través de sus fotos en las redes socialos o los pósters que tenía en mi cuarto era algo muy irreal para cualquiera.

Jacks Moms.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora