Capítulo 10: Amigos...

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Sofía POV

El día sería soleado, de eso no había duda.

Cuando abrí los ojos el sol se colaba entre las persianas y Jack estaba en su celular. Al ver que estaba despierta me dio una sonrisa, a la cual yo respondí.

Jack se levantó de su cama y metió entre mis sabanas.

- Buenos días- dijo. Alcancé a pensar que todo lo que había pasado anoche era solo un sueño, hasta que Jack depositó un corto y dulce beso en mis labios.

Me hallé a mi misma sonriendo como tonta cuando se separó de mí, y apoyé mi cabeza en su pecho.

- ¿Qué haremos hoy?- le pregunté aún en trance.

- Dijiste que querías ir a Disney, ¿no?- respondió mientras acariciaba mi cabello.

- Ya fuimos a Anaheim y no funcionó, escojan ustedes.

- ¿Quieres ir a la playa?

La playa me da miedo.

- Vamos a San Francisco- dije con una sonrisa.

- ¿Ves? Terminarías escogiendo tú- se burló.

Agarré mi teléfono de debajo de la almohada y abrí la aplicación de Instagram. Jack cogió mi teléfono y abrió la cámara.

Iagh.

- Ew- emití al ver mi reflejo en la pantalla de mi celular.

- Calla -bloqueó la pantalla- te ves linda.

Besé su mejilla y me sonrojé un poco.

- Dame un beso- me pidió.

Fruncí el ceño

- No- respondí y giré mi cara.

- ¿Por qué no?- hizo un puchero.

Traté de parecer lo más furiosa que podía.

- Porque no- respondí y le saqué la lengua.

Jack se tiró encima de mí y comenzó a hacerme cosquillas. Reí descontroladamente, y para nada delicada. Hasta que prácticamente me robó ese beso que quería. Instantáneamente me cubrí la cara con las manos, me había sonrojado de una forma tan pero tan penosa.

- Eres hermosa.

Lo miré lo más seria que podía.

- Basta de cumplidos -le dije-, no se con que responderte.

Me soltó y se recostó a mi lado, poniendo sus manos en su nuca.

- No lo sé, tal vez, "oh, Jack, eres el hombre más perfecto que conozco"- dijo en un tono de voz muy agudo.

Rodé los ojos y golpee su hombro.

- Idiota- me quejé riendo.

- Tu idiota- me corrigió.

ESPERA, ¿QUÉ?

Creo que antes no estaba sonriendo como tonta, porque eso, al lado de esto, era una sonrisa normal. Tenía la cara más embobada del planeta.

Jack estaba a punto de besarme, otra vez, cuando la puerta de la habitación se abrió de golpe. Y menos mal que hay un largo pasillo entre la puerta y donde están las camas, porque si no Diana hubiera visto como Jack se tiraba de mi cama y se subía en la suya a toda velocidad.

- Buenos días, solecitos -dijo Diana al llegar, al parecer estaba más alegre que de costumbre- Ay no -emitió al vernos-, tenía la esperanza de que durmieran juntos- confesó. Jack y yo compartimos una mirada complice y él me guiño un ojo- Bueno -comenzó a buscar algo en los cajones del armario-, venía por la ropa de Jack y te traje tu ropa Soe, adiós.

Jacks Moms.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora