Capítulo 12: Apuestas y luces nocturnas (parte dos)

115 9 1
                                    

Diana's POV:

Jack Johnson estaba celoso porque Sammy Wilk dijo que era linda.

Y pensar que la semana pasada tenía una peluca, un disfraz, y estaba cantando "Let It Go".

Sammy y Skate fueron muy amables con nosotras, luego del asunto del "Sofi" y el sarcasmo en cuanto a nuestra nacionalidad. De hecho, pidieron nuestros números y nos dieron los suyos. Creo que ví a los Jacks algo molestos.

Bueno, resulta que habíamos hecho un vídeo para el cover de Like That que grabamos con Skate, y todo iba muy bien, hasta que un creepypasta tocó nuestra puerta.

- Jackie, sé que estás aquí- dijo una voz chillona más falsa que sus tetas.

- Mierda, ¿quién habló con Madison?- preguntó, algo molesto.

- No lo sé, creo que la foto que acabas de subir a Instagram fue tomada en un sitio que es familiar para ella- dijo Soe, y miré a Jack.

- ¿Por qué no quieres verla? Creí que era tu novia- preguntó Nate, confundido.

- Es... complicado- dijo, haciendo muecas.

Miré a Soe, algo se traían esos dos.

Al final, tuvimos que abrirle. ¿Qué más ibamos a hacer...? Y sí, mi idea de llamar al control de plagas fue descartada porque decían que ellos no atendían casos de animales. Y el control de animales no trabajaba hoy. Así que básicamente rezaré porque le de hambre y se de cuenta de que no hay comida para perras.

- Hola, chicos- les dijo a Skate y a Sammy, abrazándolos.

Ellos pusieron cierta cara de asco, ¿quién no? Es Madison de quién estamos hablando.

Ignoró por completo tanto nuestra presencia como la de mi novio. Okay, entiendo que lo nuestro es un odio correspondido, pero Jack es prácticamente un "cuñado" para esa zorra, ¿por qué demonios lo ignoraría tan feo? Ah, claro, se me olvidaba. Es Madison Beer.

- Jack, mejor nos vamos- le dije, algo incómoda con la presencia de Madison aquí.

- No creo que Jack esté muy feliz tampoco, Diana. Hay que apoyarlo.

Me miró, asentí un poco temerosa de seguir en la misma habitación que ese intento fallido de Barbie.

- Sólo por tí- le dije.

Me abrazó y besó mi frente.

- Ay, Jack -dijo esa... Madison-. ¿Cómo es que dejaste que Jack se encariñara tanto con una perra?

- Aquí la perra es otra, Cerveza- dije, burlándome de lo que su apellido significaba en español.

- Primero, no entiendo lo que acabas de decirme. Y segundo, ¿cuánto le pagaste?

La miré confundida.

- ¿A quién?- le pregunté.

- ¿Cuánto le pagaste a Jack para que fingiera quererte?- preguntó, como la zorra que es.

- ¿Sabes qué, Madison? Ya tuve suficiente con todas tus niñerías -dijo Jack, defendiéndome-. Esta chica que ves aquí -me señaló- se llama Diana, y es mi novia, y la quiero demasiado. Y tengo una relación con ella como la tuya con Jack, con la diferencia de que Jack ya no quiere tener una relación contigo. Y no lo culpo, uno no puede amar a una persona tan asquerosa, a un ser tan repugnante y a alguien tan plástico como tú. Así que vete a molestar con tu relleno sintético al que llamas "tetas", las extensiones a las que llamas "cabello" y la operación a la que llamas "cara" a otro lado. Porque todos estábamos bien hasta que llegó la Parca, osea tú. No veía la hora en la que Jack terminara contigo, pero ya pasó, así que vete por donde viniste y dile a tu madre que te ate bien la correa para perros, porque eso es lo que eres: una P-E-R-R-A. Eso es lo que has sido, lo que eres y lo que siempre serás. Y chicas como Diana y Sofía valen mucho más que operaciones andantes como tú, para que te quede bien claro.

Jacks Moms.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora