El Reencuentro

Capítulo 19

POV Bill

Desperté con un fuerte dolor en el cuello, tenía sueño y aún no quería  abrir los ojos. Mi  rostro se encontraba en un lugar cálido y suave, sentí un aroma masculino impregnado en mis fosas nasales un aroma increíblemente familiar, decidí mover un poco mi rostro, fui abriendo mis párpados de apoco, casi me caigo del asiento al mirar que mi rostro estaba en el cuello de Tom.

Me miró con expresión confusa y yo sólo volte la mirada y me acomode en el asiento.

***

Me senté agotado en mi cama por fin habia terminado de guardar mis cosas,  hoy había sido un concierto increíble y apenas tenia fuerzas para moverme.

Empecé a quitarme la ropa para poder dormir cómodamente, estaba apunto de quitarme  las botas cuando escuché toques en la puerta, camine hacia ella y espere un momento en  el cual rectificar si aquel ruido no era parte de mi imaginación, volvieron a tocar y abrí encontrándome con unos ojos color avellana.

-Me pareció que estuvieras enojado así que pues quería saber si realmente lo estabas - hablo Tom  mirándome detenidamente.

Había olvidado que mi torso estaba desnudo. Mi rostro ardió un poco, pero lo controle, cerré la puerta y camine hacia mi cama.  Me tomó el brazo, instantáneamente paró mi andar. Se acercó hacia mi, sus ojos me atraparon, era incapaz de dejar de mirarlos. Tomó mi mentón y alzó un poco más mi rostro acariciando mi pómulo con la otra mano, se acercó y cerré mis ojos por costumbre, sentí aquellos labios húmedos invadir los mios. Apenas tocandolos. Atrapo mi labio inferior succionandolo, su lengua  pidió permiso a entrar, se lo permití. Me empotró contra la pared, pasados unos momentos mordió mi labio, nos separamos para poder respirar, ni un segundo paso cuando el estaba comiendo mi boca otra vez.

Sentí sus manos tocar mi cadera y masajearla, dejó mis labios para poder besar mi cuello, moví mi cabeza a la izquierda para darle más accesibilidad a aquella zona tan sensible en mi. Su mano bajo de apoco llegando a los bordes de mi pantalón. Reaccione cuando su mano tocó mi espalda baja, lo empuje fuerte y respire entrecortado.

-¡Que carajos te pasa! - grité cerrando mis ojos momentáneamente, mis labios se sentían inchados y con un sabor agridulce.

-Yo - se quedó callado un momento mientras miraba cada parte de la habitación  - Lo siento Bill...  ¡No pude evitarlo!  ¡Esto es tu culpa! - exclamó elevando su tono de voz más de lo normal casi gritando.

Me miró por última ves antes de abrir la puerta y salir de ella dando un tremendo portazo,  haciendo vibrar un poco los cuadros.

                        ¿Mi culpa?