Bailando con lobos ©

Capítulo 11 "Día movido"/Maratón 3/3

-Deberíamos dormir-dijo Catherine revisando el viejo reloj de oro que colgaba en la mesa de noche-No podremos levantarnos mañana...

-¡Es que es genial!-Cat le pegó un golpecito a su prima para que no gritara-No puedo parar de leerlo.

-Está bien, un capitulo más.

Las chicas estaban en la habitación de Kiara. Tim dormía en el cuarto de huéspedes con su madre y los tíos en su habitación. Los guardias estaban en la puerta de la casa, vigilando que ningún intruso entrara.

Resulta que Kiara leía una novela detectivesca a su prima, y no podía parar. Cada capítulo parecía atraparla aún más, y cada capítulo la dejaba en suspenso para leer el otro. Catherine ya tenía sueño, pero la rubia insistía en leerle.

-Como si de sangre se tratara, la mujer lanzó al suelo el recipiente que contenía las pruebas. Las pruebas del crimen. Nadie estaba en la casa, sólo ella respiraba en la habitación. Hasta que pareció escuchar unos pasos, provenientes de las escaleras-las dos chicas se tensaban a medida que avanzaba el suspenso-Se acercó a la puerta y movió lentamente el pomo para abrirla, provocando que emitiera un agudo chirrido. Al salir al pasillo...el tono rosado de su piel, se torno pálido, viendo como el asesino se acercaba a ella. Sus ojos se clavaron en el cuchillo lleno de san...

Kiara pegó un respingo al escuchar pasos en la escalera. Un leve chirrido en los peldaños de madera.

-¿Qué pasa?-preguntó Catherine a su prima.

-¿Escuchaste eso? En la escalera...

-Ay Ki, los guardias están en la puerta, ¿qué podría pa...

Ambas saltaron de su lugar al escuchar como rascaban los peldaños, parecían ser uñas. Se miraron, y quisieron que la luz de la lampara nocturna fuera mas potente. Kiara quiso hacer como decían sus libros de suspenso, y se acercó a la puerta de su habitación, para abrirla.

-¡Espera!-murmuró la castaña.

-Bien dijiste que los guardias están abajo-sonrió sarcástica la otra chica.

No se interpuso mas en que girara el pomo. Los cabellos se les erizaron, dándoles un escalofrío al escuchar más fuerte el sonido de las uñas en la madera.

-¡Aaaaaaahhhhhhhh!-gritaron.

Las chicas se abrazaron al sentir algo peludo rozando sus piernas descubiertas. Por suerte, se quedaron tiesas y no patearon, porque el gato de la familia hubiera volado en el aire.

-¡Pelusa!-dijo Kiara tomando su rostro irritada, para luego tomar al gato en brazos.

Pelusa no se había percatado del susto que había ocasionado en las primas, así que sólo ronroneo con el contacto de su dueña. La puerta de la habitación de Joseph y Margaret se abrió, dejando ver sus caras de preocupación con ojos hinchados.

-Lo lamento, es que nos asustó-se justificó Kiara encogiendose de hombros.

Cat contuvo una risita al ver que Joseph tenía un gorro de dormir muy extraño.

-Vallan a dormir, niñas, ya es muy tarde-habló la tía bostezando y entrando nuevamente a su cuarto.

Las chicas cubrieron sus bocas al entrar y casi no aguantar la risa. Pelusa se acomodó en la cama de Cat y se quedó dormido. Ambas terminaron de leer el capítulo, y también cerraron sus ojos.

...

-Pasame las moras.

Kiara le alcanzó el recipiente con las frutas y se concentró en su pequeño pastelito. Estaban decorando unos pequeños 'Pie' que habían horneado desde la mañana. Mientras tanto, platicaban de sus cosas. Los adultos se habían ido al jardín, para tomar sol, ya que el día brillaba hermosamente.

-Entonces me dijo que no quería nada más y que estaba cansado de mis 'celos'-la rubia recalcó las comillas con sus dedos-¿Puedes creerlo? Se la pasaba con esa todo el día, cancelaba nuestros días, olvidaba fechas. ¿Yo era celosa?

Cat negó con la cabeza sorprendida por la mala suerte de su prima. El chico que le gustaba era todo un patán, y había jugado con ella. Decía que no sufría y que ya no le importaba, pero Catherine había encontrado unas viejas cartas de él tiradas en el suelo. Cuando le preguntó por que no las botaba, dijo que no había tenido tiempo y que luego lo haría. Ella se ofreció a hacerlo, pero Kiara negó.

-Tienes suerte, ese chico debe quererte mucho.

-Hum...tu tuviste suerte de que te dejara, es mejor eso, a que te trate mal y debas amarrarte a él para toda la vida.

Kiara iba a preguntar, pero Tim apareció por la puerta, bastante agitado.

-¿Qué pasa, Tim?-preguntó su hermana al verlo corriendo hacia ella.

-Estaba jugando con Toby, estábamos en el bosque, en el que esta un poco más lejos del jardín...-jadeó y tomó aire-De repente salió corriendo hacia atrás de un árbol y había un perrito bebé-dijo el niño, haciendo que Catherine frunciera el ceño-Toby comenzó a ladrarle y gruñirle...

Timothy comenzó a llorar y su hermana se estremeció. Lo tomó por los hombros y lo miró para que soltara el resto.

-Salió un perro más grande y se empezaron a pelear-sollozó-Salí corriendo...

Catherine no espero a que terminara. Salió corriendo y se dirigió hacia el bosque trasero. Su vestido le impedía moverse rápidamente. Aun así, logró llegar, ella sola, hacia el lugar del incidente...

Loba y perro luchaban violentamente.

No supo que hacer, pero reaccionó antes de que ella lo matara. Se apresuró para tomar a la madre de Todd por el cuello y tirar para que lo soltara. Forcejeo, pero se alegró de que no la mordiera.

-¡Vete a casa!-gritó la chica hacia la mascota, que lloriqueo y corrió obedeciendo.

La loba se acercó a su cachorro y lo tomó con la boca, llevándoselo con ella. Seguramente los demás estarían cerca.

Su corazón seguía acelerado, ya que ella podría haber acabado con él. Sus mandíbulas son mucho más fuertes que las de un perro. Además, él se había metido con su cría, y eso la había vuelto agresiva. Normalmente, hubiera atacado o se hubiera espantado al ver un humano, pero no, ella la conocía tan bien como los demás.

Catherine no sabía que Kiara y Tim la observaban con la boca abierta y gran sorpresa.

-¿Cómo hiciste eso?

La castaña volteó a verlos. Su cabeza comenzó a producir excusas creíbles para justificar su "Control del lobo salvaje".

...

Justo tenían que verla :c chan...Pobre.

Zuzpenze 7.7